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Estado

Hoy, Día del Médico: Desde los hierberos hasta los trasplantes de corazón

Portadores de buenas y malas noticias, profesionales de la medicina son parte importante de cualquier comunidad

Salud Ochoa
El Diario de Chihuahua

sábado, 23 octubre 2021 | 10:49

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Chihuahua— Los profesionales de la medicina han sido históricamente parte importante de cualquier comunidad. Son portadores de buenas y malas noticias, porque más allá de los motes políticos que se les ponga en determinados momentos, son seres humanos trabajando por otros seres humanos cuya salud está en la técnica y habilidad de sus manos respaldadas por el conocimiento adquirido a lo largo de años de preparación.

La carrera de un buen médico, dicen algunos, no es de un “logro máximo” sino de eventos cotidianos donde la mejoría de cada enfermo se convierte en un triunfo y donde hay que tratar a todos los pacientes por igual porque el final es el mismo para todos, lo único distinto es el lado hacia el que la cabeza cae cuando llega la muerte.

En Chihuahua la historia de la medicina pasa por los hierberos, curanderos, carniceros que hacían las veces de cirujanos en la época de la colonia, hasta llegar a la época actual donde la tecnología combinada con la ciencia y el sentido humano, tienen grandes logros.  

Hoy día en el estado hay alrededor de 8 mil médicos –generales y especialistas– que cada día salen a trabajar en el sector público o privado, en grandes hospitales o pequeñas clínicas, en consultorios elegantes u oficinas minúsculas de farmacia. Algunos prestan su servicio con la convicción que sólo da la verdadera vocación, otros lo hacen por la retribución económica, la necesidad de un empleo o la permanencia que en algún momento les permitirá una jubilación.

Algunos ayudan de manera silenciosa sin pregones de ningún tipo, sólo por ayudar; otros se sientan tras un escritorio de una institución de salud y liberan recetas sin mirar siquiera al paciente. Allí radica la diferencia.

Dr. Javier García

“Esta carrera se nutre cada día, se nutre el corazón; a los pacientes hay que tratarlos con dignidad, igualdad y respeto”, dice el doctor Javier García, quien ha sido maestro y amigo para muchos, funcionario público, libre pensador, pero sobre todo un médico que tiende la mano a quien lo solicita. En su imaginario personal-profesional prevalecen las palabras antes citadas y la claridad que, como médico, no siempre se tiene la solución en la mano.

“Uno debe ver a todos los pacientes por igual: al que tiene dinero, al que no lo tiene, al académico, al político, al hombre, a la mujer, a todos. Tengo dos dichos que aplico: todos los pacientes son iguales porque si Jonn Lennon murió, por qué tú no; y todos los pacientes mueren igual, ricos pobres o poderosos, la única diferencia es el costado hacia donde va la cabeza. Derecho o izquierdo, no hay más; cuando el cuerpo queda inerte la cabeza toma su rumbo. Entonces hay que tratar a las personas con dignidad, igualdad y respeto y entender que como médico no siempre tienes la solución. Cuando eso ocurre y no tienes la cura para ese mal, mínimo hay que confortar al paciente y si no se conforta ponerse a llorar con él”.

García, especialista en Medicina Interna, habla respecto al rumbo que le gustaría que tomara la profesión, así como un único consejo para las nuevas generaciones, mismo que a su vez él aprendió de quien dice fue su gran maestro.

“Me gustaría que hubiera respeto de las autoridades hacia el gremio. Nos palmean la espalda, pero siempre hemos sido un gremio maltratado. Durante la pandemia nos llamaron ‘héroes’ pero eso no se refleja en las prestaciones, en las bases, algunos son ninguneados y maltratados desde el punto de vista administrativo. Me gustaría que hubiera respeto en hechos, no en palabras”.

¿Cuál sería su consejo para las nuevas generaciones de médicos?

“El que me dieron mis maestros, sobre todo el doctor Víctor Gómez Moreno: todos los pacientes son iguales, trátalos como pacientes y no como proyectan ser, porque cuando uno hace diferencias entre pacientes entonces viene el error. Trátalos a todos igual para fallar menos, no para no fallar”.

Dra. Olga Ponce Frescas

Con más de tres décadas dedicadas a la medicina, la doctora Olga Ponce es multifacética y quienes la conocen, la describen como una mujer inteligente, metódica, dedicada y siempre con una sonrisa en su rostro. Reconocen también en ella, un interés genuino por ayudar a los demás.

“Ser médico para mí ha significado ser instrumento para ayudar a curar o paliar el sufrimiento del cuerpo y muchas veces también del alma. Treinta y un años en los quirófanos ha significado la gran maravilla de poder ayudar a otro ser humano, dar un poco de mi a los demás”.

La pandemia ha sido un evento que ha puesto a prueba a todos y sólo algunos han respondido como si el mundo fuera un paciente que estando en Terapia Intensiva, cayó en un paro cardiaco. La doctora Ponce entendió la emergencia, extendió la mano en pro de los demás y aprendió lo difícil que es dejar partir a alguien.

“Este último año ha sido particularmente difícil por haberme adentrado en muchos hogares, muchas familias, muchos escenarios, muchas tristezas. Mi experiencia más difícil en la medicina ha sido ahora en la pandemia el tener que aceptar que no siempre podemos curar, el dejar ir, soltar la vida de personas a las que a pesar de poner todo mi empeño no pude salvar, de quienes sus familias deseaban con toda el alma su recuperación. Nos enseñaron en la universidad a intentar curar, pero no a decir adiós. Es un gran misterio el paso de la vida a la muerte y toca a nosotros los médicos estar ahí”.

Dr. Luis Carlos Hinojos

Como director de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Luis Carlos Hinojos tiene la responsabilidad de formar a quienes en un futuro tendrán la salud de los chihuahuenses en sus manos. Pero además, la práctica médica demanda también una parte de su tiempo, en un área especialmente sensible porque se trabaja con la infancia.

“Como médico pediatra la experiencia más difícil sin duda es el fallecimiento de un niño y comunicarlo a los padres, ningún padre debería tener que sepultar a su hijo”, dice Hinojos, quien habla también, de esa línea tan delgada en la que se mueve la medicina y que, al igual que pone dificultades, también brinda grandes posibilidades.

“Ser médico para mí es un gran privilegio, una gran responsabilidad, es tener la posibilidad de cambiar la vida de la gente y su familia”. 

Historia de la Medicina en Chihuahua

Pensar en un carnicero sacando muelas o abriendo el abdomen de una persona hoy suena inconcebible, sin embargo, en la historia de la medicina de Chihuahua –durante la época de la colonia– eran estos junto con los hierberos y los curanderos quienes se encargaban de la salud de las personas.

Posteriormente, en la era pre y post revolucionaria, la atención médica en el estado se daba en dos instituciones: el Hospital Civil fundado por Porfirio Díaz –hoy hospital Central del Estado– y en el Hospital Verde –actual edificio del Tecnológico de Monterrey–.

A partir de 1921 y hasta 1950 hubo un desarrollo de la medicina en Chihuahua con la aparición de consultorios en diferentes puntos del estado, pero eran médicos provenientes de otros lugares del país. 

A partir de la década de los cincuenta se dan cambios importantes que permiten el avance en la práctica médica, pero el “brinco” hacia una medicina de calidad se dio en los años ochenta, ya que, con el arribo de especialistas de ramas ya establecidas como cirugía, pediatría y ginecología, llegaron otras especialidades como la cardiología y otorrinolaringología.

Además, fue en esa época cuando se empezó a “tecnificar” la medicina, aparecieron los primeros tomógrafos que significó un gran avance en cuanto a diagnósticos más acertados. En esos años la medicina de reposición también dio grandes pasos con los trasplantes de riñón y de córnea.

Hoy día, es posible practicarse estudios en tercera o cuarta dimensión y los hospitales –privados sobre todo– de la ciudad cuentan con la tecnología necesaria para diagnósticos y tratamientos que, según algunos miembros del gremio, les coloca casi a la par de ciudades como Monterrey, Guadalajara y la propia Ciudad de México. Sólo faltan equipos de “tomoterapia” (láser especial para combatir el cáncer de cerebro) aunque ya se tiene para cáncer de mama”.

Eventos que marcaron la pauta en la medicina local

Según archivos históricos, 1950 fue un parteaguas de la medicina en Chihuahua ya que de la unión de un grupo de médicos derivaron cuatro hechos que en conjunto generarían un gran impacto para la población.

El primero fue la creación de la Universidad Autónoma de Chihuahua, el segundo la aparición de la medicina social, el tercero fue el surgimiento de los hospitales y clínicas privados y el último la creación del Colegio de Médicos de Chihuahua.

El principal impulsor de la creación de la universidad fue el maestro de muchas generaciones en el Instituto Científico Literario, quien encontró eco en el grupo de intelectuales de la época, Luis Urías Belderráin, Jesús Barrón, Julio Ornelas Küchle, pero también existían condiciones para que Chihuahua tuviera universidad.

Dentro de los objetivos de este grupo médico se encontraba la Academia y la formación de nuevos profesionistas por lo que se fue gestando la idea de crear la universidad en Chihuahua. En 1951 se llevó a cabo en San Luis Potosí la asamblea Anuies, entre el 6 y el 10 de enero, a la cual no pudo asistir el rector, doctor Luis Estavillo Muñoz del Instituto Científico Literario; en su lugar participó el doctor Arcadio L. Espinoza.

El 8 de diciembre de 1954, siendo gobernador del Estado Oscar Soto Máynez, el Congreso del Estado expidió el decreto 171 con el cual se estableció la Universidad de Chihuahua, que inicialmente tenía las escuelas de Medicina, Derecho, Educación Física, Farmacia e Ingeniería, según información de la UACH.

Posteriormente surge la Medicina Social encabezada por los doctores Zabre con la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social en 1959.

En 1950 también, surgió la inquietud de un grupo de médicos para integrar una Unión Medica Civil como una asociación civil con el objetivo de tratar temas de interés del gremio. En 1951 se estableció legalmente dándole nacimiento a un sindicato médico reconocido y afiliado a la Asociación Latinoamericana de Sindicatos predecesora de la CTM.  

Este grupo fue encabezado por los doctores José Fierro Sáenz, José Prieto Aizpuru, Julio Cortázar y los hermanos Manuel Antonio y César Zabre, David Barrios, Manuel Cahero, Salvador Canales Guzmán, Alberto Enríquez, Arcadio Espinoza, José Escobedo Barajas, Leoncio Lara Juárez, Pedro Leal Rodríguez, Manuel Mendiolea, Anatolio Montelano, Reynaldo Ramos Varela, Oscar Villalobos, Guillermo Chávez Lara, Jesús Olmos Moreno, Raúl Torres Ondovilla, Edmundo Treviño Garza y Emilio Zermeño.

De este colectivo surgieron las diferentes clínicas privadas de la capital como la Clínica del Parque fundada entre otros por el doctor Pedro Leal Rodríguez, la Clínica del Centro fundada por el doctor Julio Ornelas Küchle y Maternidad La Luz por el doctor Edmundo Treviño Garza.

En 1957 desparece la Unión Médica para dar paso a la integración del Colegio de Médicos de Chihuahua A.C., mismo que al inicio tenía sólo 29 miembros. 

En la actualidad aglutina a 31 colegios, de los cuales, tres son de carácter nacional, dos regionales, 24 estatales, dos locales y cinco en proceso de afiliación. 

El consejo directivo está conformado por un presidente y los presidentes de cada colegio que tienen voz y voto. 

Existe también un consejo consultivo conformado por cada uno de los expresidentes, que tienen voz pero no voto y acuden al llamado del presidente actual cuando éste requiere apoyo. Los convoca y escucha pero no tienen mayor injerencia. 

En breve…

• Hay un antes y un después cuando Porfirio Díaz inauguró el Hospital Civil, hoy Central

• Con sus carencias, fue el primer hospital con pabellones separados unos de otros

• El Hospital Civil tenía enfermeras y médicos que se formaban en la Cudad de México o venían de otras partes del país

• Con la creación de la universidad empezaron a cambiar las cosas ya que una de las primeras facultades fue la de Medicina, junto con Derecho y Farmacia

• A pesar de que ya podía cursarse la carrera de Medicina en Chihuahua, era necesario ir al extranjero o a la capital del país para hacer una especialidad

• Pediatría, cirugía y ginecología fueron las primeras especialidades que hubo

• Actualmente la cantidad de alumnos o practicantes ha aumentado considerablemente, lo que para muchos afecta la calidad de los egresados

• En el estado se requieren por lo menos 5 médicos por cada 10 mil habitantes y en promedio hay 2.3

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