Estado

Hondureño que raptó a Rubí presume nuevo amor en Facebook

La menor permanece bajo la tutela del DIF sin tener contacto frecuente con su familia

Staff
El Diario de Chihuahua

miércoles, 07 agosto 2019 | 12:30

Chihuahua.- Mientras la menor Rubí Rubio Insunza permanece bajo la tutela del DIF sin tener contacto frecuente con su familia, su raptor el hondureño Wilson Lenin Pacheco Barrera burla las pesquisas y rehace su vida.

A trece horas de la frontera entre Tabasco y Belice, donde el pasado 5 junio abandonó a la niña de 12 años, el hombre de 30 años presume un nuevo amor con quien al parecer habita en el poblado de El Calán Honduras.

Wilson ha cambiado una vez más su nombre. Ahora se identifica como Héctor Pacheco, y no tiene reparos en mostrar su imagen en la que se le observa amoroso en compañía de su nueva pareja, quien es madre de una niña menor de edad.

La fotografía – tomada por el propio Wilson -  fue publicada la tarde del pasado 22 de julio y tomada en el área infantil de juegos de lo que parece es un restaurante.

En la nueva cuenta de Facebook el hondureño comparte varias imágenes con su pareja actual y una en la que presume 800 pesos en billetes de distintas denominaciones así como más de 800 dólares.

Desde que abandonó a Rubí en la Garita de El Ceibo Tenosique, en el estado de Tabasco, Wilson Pacheco permanecía sin dar indicios de su paradero.

La Fiscalía del Estado asegura que las investigaciones del caso permanecen activas, pero hasta el momento mantiene bajo reserva el curso de las mimas.

El hondureño, cuenta con antecedentes de violación y privación ilegal de la libertad de menores en su país, y de acuerdo con las autoridades policiales de Honduras es miembro de la pandilla Maras Salvatruchas.

Pisó la cárcel de San Pedro Sula, en su natal Honduras, por los delitos de violación y privación de la libertad de menores en 2015.

Según la prensa hondureña, Wilson y los otros tres integrantes de la MS-13 que también fueron detenidos llegaban a los negocios de los padres de sus  víctimas, se identificaban como mareros y los obligaban a proporcionar los números de celular de las adolescentes y la dirección donde residían.

Después las llamaban por teléfono, las hacían salir de sus viviendas bajo amenazas, las subían en los vehículos y las llevaban a una casa donde las drogaban para luego abusar sexualmente de ellas.

A principios de febrero de este año Wilson llegó a Chihuahua acompañado de una mujer a la que presentaba como su esposa y juntos invadieron una casa abandonada en la colonia Punta Oriente.

Contaba a sus vecinos que venían huyendo de la violencia de su país.

La pareja se separó en los siguientes meses, pero  - quien entonces se ostentaba como Erick Barrera - permaneció en la colonia y estrechó lazos con la familia Rubio Insunza.

Se ganó la confianza de la madre de Rubí y el  10 de mayo la convenció que permitiera que la niña lo acompañara a comprar a una tienda cercana, llevándosela fuera del estado.

Rubí permaneció a su lado 26 días. Wilson se trasladó junto con la menor en tren desde Chihuahua hasta Tabasco. La intención del hondureño fue siempre evitar ser rastreados y localizados por las autoridades en alguna garita o retén del país.

A un paso de cruzar la frontera, la tarde del 5 de junio, la policía Federal lo identificó.  Las autoridades retuvieron a Rubí pero él consiguió cruzar la frontera y ponerse a salvo, e internarse en su país, donde, como lo muestra en redes sociales, continúa tranquilamente su vida.

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