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Estado

Ha pasado una década de su crimen

Hoy 16 de diciembre se cumplen diez años del asesinato de Marisela Escobedo Ortiz

De la Redacción
El Diario

miércoles, 16 diciembre 2020 | 06:00

Tomada de internet

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Chihuahua— Hoy 16 de diciembre se cumplen diez años del asesinato de Marisela Escobedo Ortiz, quien se manifestaba frente a Palacio de Gobierno exigiendo justicia por el feminicidio de su hija Rubí Marisol Frayre.

Una serie de omisiones y hechos provocó que la activista juarense perdiera la vida aquella noche de 2010, justo en la puerta sur de Palacio de Gobierno a donde alcanzó a llegar y pedir auxilio, pero un balazo en la cabeza terminó con su existencia.

Los hechos sucedieron en la noche, cuando fue abordada justo en la Cruz de Clavos (Plaza Hidalgo), en donde había instalado un campamento de protesta.

Escobedo Ortiz se manifestaba para pedir justicia para el esclarecimiento del feminicidio de su hija Rubí Marisol Frayre, quien había sido asesinada en agosto de 2008 en Ciudad Juárez, cuyo culpable fue identificado como Sergio Barraza Bocanegra, expareja sentimental de Rubí.

Marisela no se detuvo, ya que ante la pasividad de las autoridades, se convirtió en investigadora y emprendió sola una lucha para ubicar y traer ante la justicia a Barraza, quien fue localizado en el estado de Zacatecas, y consiguió que fuera encarcelado en 2009.

Barraza se declaró culpable ante los jueces, dijo que se deshizo de los restos de la joven en un lugar de desechos porcinos, donde fueron hallados tiempo después del crimen. Sin embargo, fue liberado a finales del mes de abril del 2010, tras permanecer un año en prisión, porque la Fiscalía de Chihuahua no pudo comprobar el delito.

Sin embargo, el entonces gobernador José Reyes Baeza ordenó a la titular de la desaparecida Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Patricia González Rodríguez, impugnar la sentencia absolutoria del Tribunal oral de Ciudad Juárez, además de valorar la actuación del Ministerio Público que llevó el caso.

Posteriormente, tras presentar argumentos suficientes por parte de la PGJE, un tribunal superior cambió la sentencia que permitió la detención de Barraza, pero el agresor ya había escapado, fue entonces que Escobedo pasó a ser activista y símbolo de la lucha contra la impunidad en México.

Marisela inició una serie de protestas para exigir la recaptura del asesino de su hija. Participó en marchas e hizo peticiones a las autoridades. En una ocasión se paseó por las calles de Ciudad Juárez con una foto del asesino de su hija pegado a su cuerpo.

Tras haberlo intentado casi todo, el 8 de diciembre de 2010 inició un plantón permanente frente al palacio de Gobierno de Chihuahua, fue ahí donde el 16 de diciembre de 2010 el autor identificado como José Enrique Jiménez Zavala alias “El Wicked” se acercó a Escobedo mientras esta colocaba unos carteles de protesta. Tras intercambiar unas palabras, la mujer empezó a correr. El hombre la alcanzó y la mató por la espalda de un disparo en la cabeza, antes de huir en un auto que le estaba esperando por un sujeto identificado como “El Gordo”.

Fue en enero del 2011 cuando los jueces locales Rafael Boudid, Catalina Ochoa y Netzahualcóyotl Zúñiga defendieron la sentencia absolutoria que emitieron en favor de Sergio Rafael Barraza Bocanegra, acusado del asesinato de Rubí Frayre Escobedo, y afirmaron que esa decisión se adoptó por insuficiencia de pruebas; es decir, porque el Ministerio Público no aportó pruebas suficientes y contundentes. 

El 8 de marzo de 2011 como parte de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y como un homenaje a Marisela Escobedo, se colocó una placa en la parte frontal de Palacio de Gobierno, la placa decía: “El 16 de diciembre del año 2010 cayó el cuerpo de Marisela Escobedo, asesinada por exigir justicia por el feminicidio de su hija Rubí”. Y el 8 de marzo por la noche de manera inexplicable, la placa fue retirada. 

Sin embargo, el 9 de junio del mismo año, frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, el Movimiento Nacional por la Paz colocó de nueva cuenta una placa metálica en memoria de la activista social.

Casi un año y medios después, el 16 de noviembre de 2012, Sergio Barraza, el autor intelectual del homicidio de Marisela, murió en un enfrentamiento con militares en el estado de Zacatecas, donde Marisela Escobedo había señalado una y otra vez que se encontraba el asesino de su hija.

Mientras que en el 2012, las autoridades estatales a cargo del exgobernador César Duarte presentaron a Enrique Jiménez Zavala como el supuesto autor material del asesinato de la activista, y a finales del 2014 fue encontrado sin vida en su celda asesinado por su compañero de celda apodado “El Tocker”.

Ahora los familiares siguen exigiendo justicia, sobre todo contra las autoridades que fueron omisas en el caso de Rubí y ahora en contra de la madre de esta.

Organizaciones de la sociedad civil realizan, como cada año, una serie de actividades culturales, además en esta ocasión desde el 1 de diciembre iniciaron con la campaña “Velas para Marisela”, esto con la finalidad de recabar veladoras que serán colocadas frente a Palacio de Gobierno este día, fecha en que también emitirán un posicionamiento ante la falta de Justicia a las autoridades.

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