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Estado

Yesica Corpus

Fallece tras mil 486 días de buscar a su hija

No soportó el tratamiento contra el cáncer; se fue sin saber nada de Alondra

Salud Ochoa
El Diario de Chihuahua

sábado, 16 octubre 2021 | 10:31

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Chihuahua– El 18 de septiembre de 2017 Alondra Nolasco Corpus desapareció de su cama, el pasado 14 de octubre, 1 mil 486 días después, su madre Yesica Corpus Moreno,  se marchó también dejando atrás no sólo a una familia desconsolada sino cuatro años de búsqueda infructuosa y lucha por encontrar justicia para su hija ausente.

Estos años se convirtieron en un viacrucis para la joven madre, quien al momento de la desaparición de Alondra contaba con 27 años de edad. Tuvo que enfrentarse a las dudas, los cuestionamientos, el desinterés de la autoridad y el paso del tiempo.

La apuesta oficial parecía al olvido mientras Yesica llevaba la tristeza como una segunda piel. El dolor se adivinaba en su rostro, en los silencios impenetrables que la acompañaban a veces y en la melancolía que se adivinaba en sus ojos  

Hoy día el destino de Alondra sigue sin esclarecerse, sólo suposiciones y secretos a voces flotan en los pasillos de las instituciones. El presunto responsable está prófugo, la autoridad investigadora inmóvil, callada, inútil. La justicia ausente por completo. Yesica ha muerto y aunque la causa del deceso se le atribuye al cáncer, su corazón estaba afectado desde que le robaron a su hija.

“Estoy devastado, me siento bien jodido. Estuve con ella hasta que se fue”, dijo José Luis, su esposo, este viernes en la funeraria donde el cuerpo sin vida de una madre yacía solitario. En el lugar no había enormes coronas de flores ni personajes de la vida pública que mostraran un poco de pena, vergüenza colectiva por la injusticia y la falta de apoyo a una mujer y a sus hijos. No había nada de eso porque la empatía es un término desconocido para muchos especialmente cuando no deja dividendos. Sólo dos adolescentes llorando una pérdida de esas que no tienen precio.

José Luis no pudo soportar las lágrimas cuando se le preguntó por Camila, quien de alguna forma se convirtió en el soporte de su madre tras la desaparición de Alondra.

Historia de un crimen…

Alondra dormía en su cama la última vez que sus hermanos la vieron. Eran los primeros minutos del lunes 18 de septiembre de 2017. Seis horas más tarde, cuando su madre llegó de trabajar, ya no estaba. Nadie supo de ella. Su ropa, zapatos, pertenencias en general e incluso dinero que tenía ahorrado estaban en su sitio. 

Todo parecía normal en la casa ubicada en la calle Río Horcones de la colonia Vistas del Norte, lo único extraño era la ausencia de Alondra y un bulto de ropa vieja desperdigada a un costado de la casa. Al percatarse Yesica movilizó a la familia para iniciar la búsqueda en el entorno cercano, sin embargo, esta resultó infructuosa. 

Vino entonces el reporte a la comandancia de la policía municipal, la primera búsqueda entre familiares y amigos y posteriormente la denuncia de desaparición ante la Fiscalía. Allí empezó el viacrucis.

Ese día la tía de Alondra dijo que las menores se quedaron a dormir en la habitación del frente de la casa mientras que ella se quedó en la de atrás, sin embargo, ni ella ni la hermana de la víctima escuchó nada. Cuando Yesica llegó a casa, la puerta frontal estaba cerrada pero sin llave. Las niñas, según la familiar, tenía el sueño muy pesado y “si alguien se la llevó, a lo mejor Alondra ni siquiera se despertó”.

Durante el transcurso de esa mañana, familiares y amigos se dieron a la tarea de repartir volantes por las calles del lugar en espera de que alguien tuviera conocimiento del paradero de Alondra. Nadie la vio.  

Alrededor de las 14:00 horas, en redes sociales se generaron comentarios respecto a que Alondra había aparecido y había sido entregada a la policía municipal, fue falso. Después de las 15:00 horas del 18 de septiembre, la Fiscalía emitió la alerta Ámber considerando que la menor podía haber sido víctima de un delito. Así fue.

Después de las primeras horas de ausencia, vinieron búsquedas, rastreos, más volantes, alertas, mensajes pero nada sirvió. La sociedad civil se sumó, vecinos, maestros y compañeros de escuela de Alondra y sus hermanos hicieron colectas para apoyar a la familia, realizaron recorridos por las colonias cercanas sin éxito. La iniciativa privada aportó recursos para ofrecer una recompensa, los grupos de búsqueda compartieron la pesquisa, la fotografía de Alondra estaba en todas partes pero ella no.

Luego las marchas, las manifestaciones y los eventos relacionados con la desaparición de personas en los que Yesica participó con la esperanza siempre de encontrar a su hija con vida. Mientras eso ocurría, la autoridad se perdió en el sueño profundo de la apatía y la negligencia y Ramiro C.C. aprovechó –o se conjugó- para desaparecer.

En 2018 se encontraron restos óseos en la casa de Ramiro C.C. pero a la fecha, la autoridad no ha confirmado abiertamente que pertenecieran a Alondra.

Yesica tuvo que seguir adelante porque tenía otros dos hijos a los cuales cuidar. Volvió a su trabajo en la maquila y trató de retomar la vida, aunque su dolor era evidente. Cada vez que hablaba de Alondra no podía evitar las lágrimas.

Luchó y nunca dejó de pedir el apoyo ciudadano para compartir la fotografía de su hija y del hombre que posiblemente se la llevó. Empezó a estudiar porque quería ser mejor pero la vida le cobró una factura muy alta por las jornadas de trabajo, la falta de sueño, de alimento, la incertidumbre y el dolor. Siempre el dolor.

El pasado 18 de septiembre cuando se cumplían 4 años de la ausencia de Alondra, Camila y José Luis exigían a la autoridad que no abandonara el caso; mientras eso ocurría, Yesica estaba ya en el hospital luchando por su vida.

En ese momento José Luis exigió a la autoridad que retomaran la búsqueda de Ramiro C.C. para que sea puesto tras las rejas por el crimen presuntamente cometido y que la desaparición de su hija no sea “un caso más” que quede extraviado entre las decenas de carpetas de personas desaparecidas o en el olvido oficial y colectivo. 

Ramiro C.C. es el principal sospechoso de la desaparición de Alondra Nolasco Corpus, quien al momento de los hechos, en septiembre de 2017, estaba a punto de cumplir 10 años de edad por lo que este 2021 llegó a los 14 años.

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