Estado

Entre llanto e impotencia despiden a los LeBaron

Líderes de la comunidad se solidarizan con familiares de desaparecidos en el país

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez / Enviada

viernes, 08 noviembre 2019 | 13:31

David Cruz/El Diario de Juárez David Cruz/El Diario de Juárez David Cruz/El Diario de Juárez David Cruz/El Diario de Juárez David Cruz/El Diario de Juárez David Cruz/El Diario de Juárez

La Mora, municipio de Bavispe, Son.— Entre lágrimas y con rostros que denotaban impotencia, la comunidad LeBaron despidió ayer a tres de las nueve víctimas asesinadas el pasado lunes, con la promesa de que ahora más que nunca vigilarán que los gobiernos de Chihuahua, Sonora y México cumplan con su deber de brindar seguridad.

El caso ha llamado la atención del mundo porque las víctimas son estadounidenses, pero también hay muchos mexicanos que son asesinados o desaparecidos, reclamaron el padre y el suegro de Rhonita Miller, la mujer que fue incinerada junto a cuatro de sus hijos.

“Lo que me gustaría que saliera de esta cosa es justicia para los mexicanos, para las mujeres  que no pueden encontrar a sus maridos, niños que no pueden encontrar a sus padres... justicia para México”, dijo Kenneth LeBaron durante el funeral de sus nietos.

Tres mujeres y seis niños de la comunidad mormona LeBaron fueron atacados a balazos la mañana del pasado lunes en la sierra de Sonora, en los límites con Chihuahua.

Todos vivían en La Mora o La Morita, un rancho enclavado en la sierra sonorense, en el municipio de Bavispe.

“Mexicanos, hermanos, estamos de luto y sabemos que ustedes están guardando ese luto con nosotros, todo México, todo Chihuahua, todo Sonora. No permitan que la muerte de mi hija y mis sobrinas quede en el olvido. Necesitamos saber que podemos ser libres”, pidió el padre de Rhonita, Adrian LeBaron.

Temblando, el hombre confesó que en medio del funeral de tres de las víctimas le era muy difícil hablar con los medios de comunicación, pero dijo que lo hacía para que se evidenciara la inseguridad que se vive en zonas como su comunidad.

“Yo me echo la culpa de esto que pasó”, dijo a la vez que pidió exigir seguridad a las autoridades.

El adiós

Entre llanto y sonrisas al recordar los momentos de felicidad que tuvieron con ellos, la comunidad LeBaron enterró ayer a los tres integrantes de la familia Langford que fueron asesinados el lunes.

Dawna Ray Langford, de 43 años, y sus hijos Trevor Harvey y Rogan, de 11 y 2 años de edad, fueron despedidos en una ceremonia a la que asistieron más de 600 personas.

“Estoy triste porque no podré visitarla, hablarle por teléfono. Siempre bromeábamos por la mañana al tomar café. Siempre me despertaba, ‘mamá’… Platicábamos durante el café, era muy positiva. Fue una gran madre… lo siento. Empezaba a ser una gran abuela y fue una hija hermosa”, dijo antes del funeral la madre de Dawna.

Rodeados de flores que formaban las palabras “mom” y “love”, los tres cuerpos fueron despedidos con palabras de sus familiares.

“Quiero agradecer a cada uno de los que nos dieron una mano para rescatar a mi familia”, dijo uno de los hermanos de la mujer que dejó a nueve hijos en orfandad.

Los tres cuerpos fueron trasladados al panteón de la comunidad, donde los ataúdes fueron cubiertos con tierra y luego con piedras que los mismos pobladores bajaron del cerro.

‘Eran unos ángeles’

“Mis nietos eran unos ángeles”, reclamó Kenneth Miller a quienes privaron de la vida a balazos e incineraron a su nuera y cuatro de sus nietos, quienes también fueron velados  ayer pero serán enterrados el sábado en Galeana, Chihuahua.

Él fue el primero en encontrar la camioneta quemada con los restos de Rhonita María Miller, de 30 años; Howard Jacob, de 12; Krystal, de 10, y las gemelas Titus y Tiana de ocho meses.

“Estaban quemados, yo sabía más o menos quién fue (los restos de cada quien) porque sabía quién debía estar sentado en cual silla... estaban (tan) quemados que no podía identificarlos”, dijo entre lágrimas.

Confesó que ahora es muy difícil llegar a la casa de su familia y recordarlos. “Eran mujeres inocentes, niños inocentes, pero hay miles en este país para quienes nunca ha llegado la justicia”.

Kenneth reclamó que porque cuentan también con la ciudadanía estadounidense ahora La Mora esté llena de elementos de la Guardia Nacional y agentes estatales de Sonora. 

“Pero me da mucha pena que si hubiera sido una familia de aquí, de este país, no hubiera pasado eso (la respuesta de las autoridades de seguridad)”, lamentó.

Los restos Cristina Langford, de 32 años, también serán enterrados mañana sábado en Galeana. 

hmartinez@redaccion.diario.com.mx

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