Estado

En huelga de hambre, migrantes retenidos

Decenas de cubanos denuncian hacinamiento, comida en mal estado y falta de atención médica en centro de detención de Janos

Javier Olmos
El Diario de Juárez

miércoles, 31 julio 2019 | 11:10

Javier Olmos/El Diario de Juárez

Janos— Un grupo de 62 cubanos asegurados en un centro del Instituto Nacional de Migración (INM) en Janos inició una huelga de hambre desde el mediodía del lunes pasado. 

Los extranjeros acusan condiciones de hacinamiento, falta de servicios médicos básicos, alimentos en mal estado que los enfermaron, acoso, maltrato psicológico, supuesta privación ilegal de la libertad y otras situaciones que consideran violaciones a los derechos humanos.

“No estamos comiendo ni vamos a comer. Podemos estar un mes aquí y morirnos, pero no vamos a comer”, dijo Raidel Pérez Sabata, uno de los isleños retenidos en la estación del INM, quien denunció que el sábado pasado les dieron arroz crudo para comer y a casi todos les provocó diarrea y vómito.

“Ninguno somos delincuentes. Salimos de Cuba buscando libertad y aquí nos tienen encerrados”, dijo Salvador Cepillo Pérez, su primo.

Al menos la mitad de los resguardados en esa estación migratoria, que entraron de manera ilegal al país, fueron asegurados el pasado 25 de junio en la carretera Panamericana a la altura de Jiménez, cuando viajaban en un autobús rumbo a Ciudad Juárez.

Durante una visita de El Diario al centro migratorio, los cubanos alegaron que llevan más de 40 días recibiendo malos tratos del personal de la dependencia, que les ha negado realizar llamadas para comunicarse con sus familiares, a la vez que carecen de insumos básicos de higiene y medicinas.

El abogado Jorge Vázquez Campbell, quien lleva los casos de al menos a una docena de ellos, dijo que busca que las autoridades liberen a los extranjeros a través de un juicio de amparo tramitado ante el Séptimo Juzgado de Distrito ubicado en Ciudad Juárez.

Argumenta que los mantienen privados de la libertad de manera ilegal y además violan sus derechos humanos fundamentales al no permitirles siquiera salir bajo el pago de una fianza.

Señaló que la Comisión Mexicana de Ayuda a Repatriados (Comar) intervino en el caso, pero está violando el proceso para determinar admitirlos como refugiados en México.

El proceso que deben seguir es otorgar dos entrevistas médicas y de salud y que muestren las razones para solicitar el asilo. Si este proceso no termina en los primeros 45 días tienen que liberarlos y darles papeles de residencia y de trabajo, explicó. 

Sin embargo mencionó que el proceso no es gratuito y tiene un costo de 20 mil pesos por persona. “Pero Comar no tiene personal para hacer esos trámites y aunque la ley les da derechos no hay manera de hacerlos valer”.

El Diario trató de verificar la información con un representante del INM, pero no se obtuvo respuesta. Se tuvo conocimiento de que en el espacio hay alojadas 63 personas, 62 de origen cubano y un ecuatoriano.

Personal de la Jurisdicción Sanitaria número 5 acudió ayer a las instalaciones para fumigar el lugar. Los internos señalaban que adentro han detectado hasta víboras. Y es que el edifico está ubicado lejos de la comunidad, en un espacio desolado del municipio.

Yusmari Echazabal, una de las 20 cubanas que está en calidad de asegurada, padece epilepsia y durante su estadía en el refugio ha tenido por lo menos tres ataques, uno de ellos el martes de la semana pasada a las 3 de la mañana.

El abogado dijo la Dirección del centro migratorio tiene copias del expediente médico de su cliente y aunque ella ha tenido dos episodios graves de epilepsia no ha tenido asistencia médica por falta de presupuesto.

Ella solicitó su liberación por razones humanitarias y el subdelegado del INM en Juárez, Salvador Pico, encargado de supervisar esa instancia le negó ese derecho, afirmó Vázquez Campbell.

Ocho de los cubanos solicitaron su derecho a salir bajo fianza en los términos de los artículos 50 y 102 de la Ley de Migración y no se les contestó la petición a pesar de haber transcurrido más de siete días.

Aunque el caso se denunció ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, hasta ayer, comentaron los internos, no habían recibido la visita de ningún derechohumanista.

El grupo alega que la determinación de iniciar la huelga de hambre surgió después de que se intoxicaron y tienen miedo de volver a comer lo que les llevan porque los alimentos ni siquiera los preparan ahí. “Es comida que ni siquiera las personas de seguridad se comerían”, mencionó Yusmari.

jolmos@redaccion.diario.com.mx

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