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Estado

Dejó asesinato de ‘El Chueco’ una disputa en la sierra

Hay violencia por la pelea de las plazas, afirma el vicario de la Diócesis Tarahumara

Alejandra Sánchez / El Diario de Chihuahua

sábado, 20 mayo 2023 | 12:24

El Diario de Chihuahua | Iglesia en la que fueron ejecutados los jesuitas en Cerocahui

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Chihuahua— “¿Cuánto dinero ganan los que viven de la muerte?”, dice la canción interpretada por Lila Downs “Flores y Soles”, en honor a los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora asesinados el pasado 20 de junio del 2022 en Cerocahui a manos de José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, quien fue encontrado sin vida en marzo de este año; hecho que, lejos de brindar tranquilidad a la zona serrana, dejó una disputa entre integrantes del crimen organizado quienes actualmente se disputan la plaza. 

Lo anterior fue dado a conocer por Héctor Fernando Martínez, vicario de la Diócesis Tarahumara, quien en entrevista refirió que la muerte de estos dos sacerdotes conmovió a todo el mundo y dejó un dolor muy grande en toda la comunidad, pero que en esta ocasión es importante señalar la responsabilidad que tiene el Gobierno del Estado para reconstruir el tejido social. 

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“La muerte de estos dos hermanos nos conmovió mucho, fue algo muy dramático, pero esto es algo mucho más complejo, porque cuando cae un capo o cuando hay una captura para los que vivimos en la Sierra Tarahumara nace una preocupación, porque aunque el Estado lo pone como logro, para nosotros representa más violencia por los acomodos y la pelea de las plazas que se presentan”, externó el vicario. 

En ese tenor, el padre Héctor dijo que el homicidio se vuelve más difícil cuando es perpetrado a manos de un sicario, y que aunque éste “lamentablemente haya sido abatido”, queda la intriga de saber qué es lo que va a pasar. 

“La muerte de ‘El Chueco’ es algo que lamentamos profundamente; no queríamos que las cosas fueran así, dentro del escenario teníamos las posibles consecuencias, pero para nosotros lo mejor hubiera sido que el Estado lo hubiera encontrado, detenido, juzgado y evidenciado. Pero no, ocurrió de la manera menos conveniente, en un ajuste de cuentas, y para nosotros la preocupación es ver quién intentará ocupar ese lugar”, dijo el jesuita. 

Eso por un lado, puesto que, de acuerdo con el vicario, ésta no es la única problemática que se tiene en aquella zona; en este momento está muy latente la venta clandestina de cerveza, que debería de estar controlada por un estado, sin embargo, no es así. 

El jesuita expresó que es fundamental que el Estado esté fuerte y que controle todas esas actividades delictivas; eso, además del fomento a la participación ciudadana y del cuidado de la población. 

“Hablar de los once meses no es volver a lamentar, sino ver cómo efectuaremos el tejido social. Después de la muerte de los padres quedaron en evidencia muchísimas cosas y ahora queremos que la gente pueda recuperar el espacio público, que pueda salir en las tardes, que no sea tan evidente la disputa y la presencia de los grupos armados”. 

Asimismo, el evangélico informó que sí se han tenido diálogos con las autoridades e incluso con la mandataria estatal, quien ha escuchado las peticiones y le ha sido de su interés; no obstante, también externó que es importante poner soluciones pronto. 

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