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Estado

Con altares, le rinden homenaje a sus difuntos

Chihuahuenses colocaron sus ofrendas y las fotografías de sus seres queridos

Alejandra Sánchez
El Diario de Chihuahua

miércoles, 02 noviembre 2022 | 12:41

El Diario El Diario

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Chihuahua, Chih.- Calabazas, pan de muerto, calaveras, flores de cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, veladoras, dulces, rosarios, botellas de algún licor y comida, fueron algunas de las ofrendas que colocaron los chihuahuenses en sus altares de muertos, instalados con la intención rendir homenaje a sus seres queridos que ya partieron.

Hoy se celebra el Día de Muertos, una tradición mexicana que de acuerdo con la visión indígena implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.

En muchos hogares de Chihuahua, este día se ha vuelto una tradición que no puede faltar. Tal es el caso de Rosa Medina, quien desde hace varios años atrás le rinde tributo a sus seres queridos que ya no están en este plano terrenal y que, según sus palabras, “ya se encuentran en el paraíso del señor”.

Su casa se ve llena de colores y calaveras las cuales están caracterizadas de varias formas y con diversos estilos. Además, en su altar se encuentran más de diez fotografías, algunas son de sus amigos y amigas y otras más especiales como la de su suegra y su suegro y la de su mamá, quien era mejor conocida como “El Abue”. También Vero Zapata también procura poner su altar año con año y, de acuerdo con lo que ella refiere, esta es otra de las actividades de las que se encargan casi siempre las mujeres de las familias mexicanas.

“En mi casa, algunas veces lo ponía mi mamá, pero no siempre. También lo vi en casa de mi abuela materna que vivía en el estado de Hidalgo, en un pueblo que se llama Tepeji del Río. Ella era maestra, construyó el primer jardín de niños ahí y fue la directora muchos años, así que ahí en la escuela también ponían sus altares”, recordó Vero.

Ella decidió ponerlo por sus hijas, para que ellas conozcan de la tradición ancestral de la que son parte, pero también con la finalidad de convivir en familia.

“Es una forma de hablar de nuestros muertos, recordarles y hablar sobre sus vidas y porque eran importantes para nosotros. Yo quisiera que no olviden que venimos de campesinos, de obreros y de maestros y maestras”.

Para Mariela Castro estos son días el ambiente cambia, el clima, el viento, el sol... un ambiente específico y especial en el que a ella y a su familia les gusta creer.

“Nosotros ponemos el altar desde hace diez años, nos damos el tiempo para seguir cercanos, reabrir los duelos por las personas que hemos perdido, tanto amigos, familiares y gente cercana; la pandemia se llevó a mucha gente y nos gusta considerar que están acá”, expresó Mariela.

Dice que ella siempre coloca alguna cruz o alguna rosa para seguir entregando su convicción a algo mágico que no está aquí, que no está tangible, pero que es una reafirmación de que siguen buscando justicia por las muertas, por las desaparecidas, por los que ya no están.

“Es también decirles que no les olvidamos y que, pese a los tiempos que nos ha tocado vivir, seguimos recordando también a la gente que queremos cuando se ausenta”.

En la Escuela Normal Superior Profesos José E. Medrano R. las maestras y alumnas colocaron un altar dedicado a todas las mujeres de ciencia, tecnología, artes, historia, literatura y física, quienes en vida no recibieron reconocimiento alguno.

En esta conmemoración, la muerte no representa una ausencia sino a una presencia viva. La muerte es un símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido.

En este sentido se trata de una celebración que conlleva una gran trascendencia popular ya que comprende diversos significados, desde filosóficos hasta materiales.

Su origen se ubica en la armonía entre la celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos.

Los antiguos mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios del país, trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano, la cual coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, principal cultivo alimentario del país.

La celebración del Día de Muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre ya que ésta se divide en categorías. De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos.

Realizan desfile de catrín y catrinas Como parte de estas festividades, estudiantes de la Secundaria Federal N°2 participaron en un desfile y concurso de catrines y catrinas.

La pasarela estuvo conformada por catrinas y catrines quienes se caracterizaron como novias, vaqueros, rockeras y princesas, entre otras.

Durante la celebración se colocó un altar de muertos en honor a Raúl Rocha, quien fue maestro de Historia de esa institución educativa. Asimismo, dos alumnas cantaron la canción de "Recuérdame", la cual aparece en la película de 'Coco'.

El Día de Muertos incluye además el adornar las tumbas con flores y muchas personas realizan sus altares sobre las lápidas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), declaró en 2008 esta festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por su importancia y significado en tanto se trata de una expresión tradicional -contemporánea y viviente a un mismo tiempo-, integradora, representativa y comunitaria.

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