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Estado

Chihuahuense combatió en Ucrania y casi pierde la vida

Un proyectil traspasó mi blindaje y se incrustó a milímetros del corazón, narra la cadete naval Bethel Hernández

Victor Valdovinos
El Diario de Nvo. Casas Grandes

jueves, 25 agosto 2022 | 12:41

Cortesía | La cadete, primera a la derecha Cortesía | Integrantes de la Secretaría de Marina, donde está Hernández Escárcega

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Nuevo Casas Grandes.– Como cadete naval, Bethel Alejandra Hernández Escárcega dejó muy atrás sus días de juego en Casas Grandes y a sus escasos 20 años ya vivió los horrores de la guerra justo en la frontera de Kiev, Ucrania, combatiendo contra el ejército ruso y en donde casi pierde la vida.

“Es un verdadero trauma la guerra, me parece muy triste que tengas que quitarle la vida a otra persona en una situación donde debes elegir si es ella o tú”, narró la mujer que fue elegida con otros 15 compañeros mexicanos para colaborar con Estados Unidos en esa guerra, donde cinco de ellos no sobrevivieron.

De abolengo militar, ella decidió enlistarse desde los 16 años en el Heroico Colegio Naval en Veracruz, donde luego se fue a radicar a la Ciudad de México y de ahí tomó un curso de fuerzas especiales, en el que eligieron a ese grupo de 15 que fueron contratados por seis años para colaborar en el extranjero.

“Íbamos 15 días de misión porque nuestras fuerzas no eran de combate, sólo manejaríamos archivos, pero luego nos armaron y nos mandaron a las líneas enemigas… tres de nuestros compañeros murieron durante los bombardeos y a los otros dos los alcanzaron las balas. A mí por poco me toca: un proyectil traspasó mi blindaje y se incrustó a milímetros del corazón. Fue así como terminé mi servicio, pero permanecí meses en terapia intensiva y ahora estoy de regreso”, indicó Hernández Escárcega.

Su regreso fue muy diferente a cuando partió, pues ella y sus compañeros estaban entusiasmados de que “estarían en una guerra”, pero jamás se imaginaron el impacto de llegar a un lugar en ruinas, con tanta devastación y gente muriendo, incluyendo niños.

“Mi mamá estaba muy preocupada de que yo fuera al conflicto entre Ucrania y Rusia, pero gracias a Dios regresé y aunque desde pequeña era muy vaga, agradezco que mi vida cambió y tuve la oportunidad de usar un arma para el bien y no para el mal, porque peleé en nombre de mi país”, declaró.

La cadete de la Secretaría de Marina dijo que debe reintegrarse en la Ciudad de México como guardia presidencial el 17 de septiembre a las 21:00 horas, pero mientras, está de licencia y quiso aprovechar para, después de cinco años de estar fuera del terruño, regresar a Casas Grandes, que la vio crecer y en donde aún tiene a su familia.

Por último, dio un mensaje a jóvenes como ella para que se alejen de las malas compañías y que busquen estudiar y ser mejores cada día en cosas de provecho, para tener más oportunidades en la vida, y que en caso de que les guste, servir al país como ella en la Secretaría de la Marina, donde se convoca a cadetes cada año y se inscriben miles, pero sólo se aceptan a alrededor de 3 mil; de ellos, únicamente se gradúan 300.

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