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Estado

Caminó Emiliano más de 500 km; solo quería hallar a su madre

Pobreza y abandono lo llevaron a emprender el camino de Guadalupe y Calvo hasta Aldama

Salud Ochoa
El Diario de Chihuahua

jueves, 12 agosto 2021 | 10:36

| Emiliano está bajo resguardo del Estado; se buscará reintegrarlo a la familia: DIF | lugar donde se encuentra la casa de Emiliano

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Chihuahua.- A más de mil 300 metros de altura sobre el nivel del mar, en la base de un cerro, está la casa de Emiliano, el jovencito que decidió salir en busca de su madre y viajó más de 500 kilómetros a pie, de aventón y expuesto a toda clase de riesgos, desde El Tabaquito -San Juan Nepomuceno- en el municipio de Guadalupe y Calvo hasta Aldama, donde alguien le dijo que estaba su madre. Lo engañaron, nadie sabe en realidad dónde está Alejandra Moreno, la mujer que le dio la vida y que luego lo abandonó.

Un cuarto construido a base de tacote y piedras pegadas con lodo, es el sitio donde el adolescente vivía junto con su abuelo Jesús y su hermano menor Víctor, con solo una cama de madera para que el adulto mayor duerma. Los nietos lo hacen en el piso.

Desde ese punto, los hermanos y su abuelo deben caminar hasta la ranchería más cercana para poder comprar comida ya que es para lo único que les alcanza el escaso dinero con el que cuentan y a veces ni para eso. Sólo una vez al día comen.

“Son personas muy humildes que viven en una casa que no tiene luz ni agua y cuando llueve se gotea. El abuelito siembra maíz alrededor de la casa y trabaja donde puede, ayudando a otros en la siembra para sacar algo de dinero. Es muy difícil para él porque ya es una persona mayor”.

Además de la pobreza y el abandono, la familia de Emiliano ha tenido que enfrentarse al desprecio y la falta de apoyo de las instituciones y autoridades, quienes han sido incapaces de voltear a ver las condiciones en las que viven y las necesidades apremiantes que tienen. El hambre solo es una de ellas. Hablar de educación, salud, vestido, recreación, etc. parece un lujo aunque son derechos humanos y de los niños particularmente.

“No tienen servicios básicos y cuando piden ayuda solo les dicen que sí pero nunca les cumplen, como si no fueran seres humanos que también lo necesitan”, dice Denisse Navarrete, tía de los menores por parte del padre, quien también los abandonó.

Hace tres años y medio –narrafueron a instalar la luz en la comunidad llamada “El Durazno de abajo” así como en El Tabaquito pero, a pesar de que la línea de electricidad está cuando mucho a diez metros de distancia de la casa de Emiliano, se negaron a llevarles iluminación.

“Ellos le pidieron a la autoridad que también les pusieran la luz y no quisieron, los hicieron a un lado. Y no ha sido solo con eso, han pedido ayuda en otras cosas y nunca los han ayudado. Siempre los han hecho a un lado por ser indígenas. La línea estaba a diez metros si mucho de su casa y les dijeron que no”, dice Denisse.

El maltrato, la violencia y la discriminación contra esta familia no queda allí, porque a pesar de que los gobiernos –de los diferentes niveleshablan siempre de la entrega de despensas y apoyos diversos a quien así lo requiera, todo queda en palabras. En la práctica es distinto, Emiliano, Víctor y Jesús son la prueba de ello.

La pobreza es el pan de cada día, aunque Jesús trabaja en la siembra de maíz y frijol para comer, eso no es suficiente. Los niños no han tenido la oportunidad de ir a la escuela porque si no tienen alimento menos tendrán para comprar un celular o contar con internet.

“Queremos que Emiliano estudie y esté bien pero que la autoridad también voltee a ver a su hermanito, que vengan a conocer al abuelito y que vean las condiciones en las que vive. El niño más pequeño tiene dañado un brazo. Se cayó y se fracturó, lo llevaron al hospital a Guadalupe y Calvo pero aunque lo operaron no quedó bien y ahora no puede mover el brazo”, narra Denisse y agrega que fue Don Jesús quien le pidió ayuda para buscar la forma de que sus nietos tengan una vida mejor.

“Él quiere que sus nietos estudien y sufre mucho porque Víctor está discapacitado. El problema es que nadie los apoya, tampoco hay una despensa, no los han querido inscribir en Bienestar. Están solos, por eso me ofrecí a ayudarlo para encontrar a Emiliano cuando se fue. Yo no tenía contacto con ellos porque estudio en Sinaloa y fue hasta después que me enteré”.

Emiliano y Víctor son hijos de Alejandra Moreno e Isidro Navarrete Bejarano, quienes terminaron su relación y rehicieron sus vidas con nuevas parejas. Al separarse dejaron a sus hijos – Emiliano, entonces de 2 años y Víctor, de ocho meses de nacido– al cuidado de los abuelos paternos, que vivían ya en condiciones de pobreza extrema.

Don Jesús y su esposa hicieron un esfuerzo y lograron que los niños ingresaran al internado Indígena de Nuestra Señora de Guadalupe, pero la abuela falleció hace tres años y con ella se fue no sólo parte de la fuerza para seguir adelante, sino la posibilidad de los menores para continuar estudiando. En ese momento nació también en la mente de Emiliano la idea de localizar a su progenitora, quien a decir de sus conocidos ya tiene otra hija con su nueva pareja.

Con el bolsillo vacío de dinero pero lleno de ilusión, el pasado mes de abril el jovencito abandonó su pueblo para ir en busca de Alejandra. Caminó y consiguió aventones y sin tener claro del todo a dónde llegaría viajó a la capital y de allí a Aldama en dónde su madre supuestamente estaba. No fue así. Emiliano sufrió otro fuerte golpe en su corta vida.

Hace alrededor de tres semanas, vecinos de Aldama informaron al DIF de esa localidad que el adolescente estaba en condiciones de calle por lo que a su vez, dicha instancia dio vista al DIF estatal. Emiliano está ahora bajo resguardo del Estado pero Víctor y su abuelo Jesús siguen viviendo en condiciones adversas, en un pueblo alejado de los centros de poder donde se distribuye la riqueza. Sus nombres no aparecen en las listas de apoyos oficiales quizá porque no son votantes potenciales, solo son seres humanos enfrentándose al hambre cada mañana. La comida es solo una vez al día.

• No hubo vulneración de derechos por parte de su familia, Emiliano sólo quería hallar a su madre: Subprocuradora 

• Falta de recursos económicos no es elemento para pérdida de derechos: Becerra

Emiliano sólo viajó en busca de su madre y hasta donde se tiene conocimiento, no hubo vulneración de sus derechos por parte de su núcleo familiar por lo que, después de que se concluya la investigación, el jovencito podría regresar con su familia, señaló Nidia Becerra, Subprocuradora de Niñas, Niños y Adolescentes en Chihuahua.

Dijo que por el momento el menor se encuentra en buenas condiciones emocionales y de salud y estará bajo la tutela del Estado mientras se concluyan los procesos que por ley dicha instancia debe realizar.

“En cuestión de salud está íntegro, bien, emocionalmente tranquilo, bajo la tutela pública del Estado. Lo que sigue es dar inicio al procedimiento administrativo de protección que conlleva hacer la búsqueda de familiares y después las investigaciones correspondientes para determinar la situación jurídica del adolescente. Una evaluación psicológica, trabajo social y del entorno general con el fin de detectar si se encuentran derechos vulnerados o no y la búsqueda para restituirlos”, explicó.

Dijo también que la falta de recursos no es un elemento para proceder en la pérdida de derechos, por el contrario lo que se busca es fortalecer ese núcleo familiar incluso de manera asistencial.

“Se canaliza a los DIF municipales para que cubran toda la asistencia social. Si no tienen alimento, si no tienen recursos se incluyen en el padrón de alimentación para que de manera periódica estén recibiendo alimentos. Nosotros ordenamos a las instancias correspondientes la restitución de derechos. Si encontramos a la familia y no hay vulneración de derechos del niño se apoya para que se integre, por eso tenemos que investigar”, abundó la entrevistada.

Becerra dijo también que hasta el momento el único motivo que conocen por el que Emiliano abandonó su pueblo es la búsqueda de su madre, aunque no se tiene claro si es la causa principal.

“Sabemos que se vino de la sierra pero no sabemos si el motivo principal era ese o eran otros los motivos los que le estaban orillando a salir del núcleo donde creció. Tras la evaluación hasta ahora no se ha detectado vulneración por parte del núcleo con quien vive”, apuntó.

La funcionaria dijo que el adolescente tiene 3 semanas bajo la tutela del DIF y que ya se pidió la colaboración de a la subprocuraduría de Guachochi para que buscaran a los familiares en los municipios de la sierra.

“Ellos investigarán y nos mandarán los resultados de la investigación. Si todo es factible para que sea reunificado a su núcleo nosotros lo llevamos y se hace una constancia de integración con la familia”, aseveró.

Dijo que por ahora Emiliano, que fue encontrado en Aldama sin tener un sitio donde comer y dormir, se encuentra en un centro de asistencia social que se encarga de darle techo, comida y se busca priorizar su derecho a la educación.

“Quién sabe cuánto habrá pasado por ese camino para llegar hasta Aldama. No tenemos aún el conocimiento de fondo respecto a cómo pudo hacerlo. En ocasiones cuando se presentan este tipo de casos muchos se vienen de rait. El año pasado tuvimos varios adolescentes que hicieron lo mismo, se subían al tren y llegaban acá en busca de trabajo, en una especie de migración laboral, pero no es común que los menores busquen a sus padres”, concluyó.

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