Espectáculos

Un ‘beso’ a la nostalgia

Kiss se presenta hoy en El Paso con su última gira End of The Road Tour; la banda marcó una época y cambió la vida de muchas personas, así lo cuenta el poeta juarense Jorge López Landó

Jorge López Landó / El Diario

lunes, 09 marzo 2020 | 06:00

Internet

Pocas bandas de rock pueden presumir ser reconocidas en cualquier punto del planeta aún sin que sus discos hayan sido escuchados. KISS es quizá el grupo más destacado en este rubro. Monstruos, fuego, cohetes, sangre, luces, confeti y una lengua larga van de la mano con su música.

‘En el principio creó Dios los cielos y la tierra’, reza el versículo bíblico en el libro del Génesis. Después KISS retomó el tema al grabar la canción de la banda Argent ‘Dios te dio el Rock ‘N’ Roll II (God Gave Rock ‘n’ Roll to You II) en 1991, para hacer suyo el trono y dejar por siempre su nombre grabado en letras de oro en la historia.

‘Lo que no te mata, te hace más fuerte’. Esa frase bien puede equipararse a otra que reza ‘lo que no te perjudica, te beneficia’. Así inició mi idilio con KISS, la banda de rock estadounidense que visita El Paso hoy en una escala más de su gira ‘End of the Road’ (Final del camino), que promete, como lo hizo hace 20 años, ser su último legado antes de desparecer.

Historia

Corría el año de 1977 y se acercaba mi cuarto cumpleaños. Aún no salían al mercado los juguetes de Star Wars, que al igual que la banda neoyorquina, cambiarían mi vida, así que mi abuela materna se encontraba en un dilema por encontrar un regalo para su nieto. A un par de cuadras de mi casa, en la esquina de las avenidas 16 de Septiembre y Lerdo, en el Centro de Ciudad Juárez, había un local donde vendían discos y cintas ‘8-track’. Ella acudió y compró un acetato que creyó que me agradaría; tenía varios ‘payasos’ en la portada, hombres y mujeres. Era el disco ‘Love Gun’.

Mi padre puso el LP en la tornamesa y al colocar la aguja, lo primero que se escuchó fueron los acordes de ‘I Stole Your Love’. Pobre de mi familia, jamás volví a ser el mismo. Me olvidé de ‘Sesame Street’ (Plaza Sésamo) y cambié a Beto y Enrique por Gene Simmons, Paul Stanley, Ace Frehley y Peter Criss.

Mi madre se percató de que la música me agradó y así quedó el asunto. La abuela había salido bien librada al cumplir con el obsequio, pero el niño del cumpleaños ya era otro.

Pasaron los meses y en el fin de semana previo a Halloween de 1978, la cadena NBC transmitió la cinta ‘Kiss Meets the Phantom of the Park’, que catapultó a la banda a un nivel de estrellato no visto desde ‘A Hard Day’s Night’ con los Beatles. Y desde ese entonces KISS se volvió en una obsesión para el niño de 4 años que fui.

‘Mi primer concierto’

En marzo de 1983, mis padres, en un momento quizá de falta de lucidez, me dieron permiso para acudir junto con un vecino mayor y sus amigos a un concierto de la banda en el Coliseo de El Paso. La presentación era parte de la gira para promocionar el disco ‘Creatures of the night’, la última que hicieron con maquillaje antes de la reunión de los cuatro integrantes fundadores en 1996. Y aunque no venían Frehley ni Criss, guitarrista y baterista originales de la banda, estuvieron Eric Carr y Vinnie Vincent. Pero eso no fue lo que más llamó mi atención. Ver a Gene Simmons vomitar sangre y lanzar fuego no es un espectáculo que uno aprecie diariamente, menos cuando se tienen 9 años de edad. Si a esto le agregamos una batería en forma de tanque de guerra que al disparar hacía que el recinto se cimbrara, el estallido de cohetes y plataformas para elevar cada integrante del grupo, la experiencia era extrema.

¿Quieres lo mejor?, ¡tienes lo mejor!

La segunda vez que fui a un concierto de KISS fue en 1990, tenía yo 16 años y en la preparatoria era quizá el único fanático de la banda, ya que en esa época predominaban grupos como Guns N’ Roses o Depeche Mode.

De nuevo la cita fue en el Coliseo, ahora en promoción del disco ‘Hot in the Shade’, su obra con la mayor cantidad de temas, 15. Ésta fue la última ocasión que Eric Carr salió de gira antes de su muerte por cáncer en 1991.

Para promocionar este álbum, la banda hizo tres videos, y en el correspondiente al tema ‘Rise to It’, Stanley y Simmons aparecen maquillándose, recreando los momentos previos a una presentación durante los setentas. Eso encendió la flama de la nostalgia e hizo volar la imaginación de muchos seguidores, incluido yo.

La reunión soñada

En 1996 ocurrió lo que muchos soñamos durante 15 años. Tras la reunión de los cuatro integrantes fundadores de la banda junto a la alineación de ese momento, con Eric Singer en la batería y Bruce Kulick en la guitarra, para la grabación del disco ‘KISS Unplugged’ de MTV, finalmente había una posibilidad real de que se diera una gira que emulara lo ocurrido en los setentas y que no pasaba desde 1979: ‘Starchild, The Demon, Space Ace y The Catman’ juntos en un escenario, rockeando el planeta con cada uno de sus pasos en botas de 7 pulgadas de alto.

La gira ‘KISS Alive Worldwide’ no llegó a la frontera, pero sí logró mostrar de nuevo lo que algunos creían un mito.

Y así llegó el martes 14 de marzo del año 2000, cuando tres días después de iniciada la gira ‘Farewell Tour’, ya con el disco ‘Psycho Circus’ bajo el brazo y tras la que presuntamente se retirarían, KISS se presentó en el Panamerican Center de Las Cruces, Nuevo México.

A ese evento fui con un par de amigos. Teníamos boletos en buen lugar pero no enfrente. El trayecto hacia el lugar se me hizo más largo de lo normal. Había acudido ya a Las Cruces a otros eventos anteriormente, incluyendo a Paul McCartney en 1993, y ni ahí fue tan intensa la sensación previa al inicio del show.

The hottest band in the world… KISS!

Antes de ingresar al recinto, opté por abandonar a mis acompañantes en la fila y me formé para comprar un boleto lo más cercano al escenario que se pudiera, y del lado izquierdo, donde se coloca habitualmente Gene Simmons. No me iba a perder ese momento por nada.

La noche la inició Skid Row, quien ya sin su vocalista Sebastian Bach no era tan atrayente. Después salió Ted Nugent, quien provocó una rechifla al decir al micrófono que si alguien no hablaba inglés, se largara de Estados Unidos.

Esa fue tal vez de las primeras manifestaciones discriminatorias que le han generado aversión el guitarrista añejo.

Luego las luces se apagaron y se escuchó un zumbido en el sonido principal que anunciaba que la bestia había salido ya de su jaula y amenazaba con rugir en unos minutos.

El anunciador gritó el lema que por décadas ha acompañado al grupo y que todos los presentes repetimos: ¡Quieres lo mejor y tienes lo mejor. La banda más caliente del mundo… KISS! Los primeros acordes de ‘Detroit Rock City’ retumbaron mientras, sin perder la concentración ni la pose monstruosa, los cuatro miembros del grupo descendieron en una plataforma al tiempo de que cascadas de chispas y llamaradas de varios metros de altura los acompañaban.

KISS es una banda que uno ama u odia, pero no es indiferente. Podremos quizá diferir en gustos musicales y argumentar que sus temas son simples y que sus integrantes no son virtuosos, pero jamás podremos decir que no se arriesgaron y escribieron el libro en el cual otras agrupaciones como U2 han basado su espectáculo.

Lo admito, de no haber escuchado y visto a KISS de niño, no sería el Jorge que ahora soy.

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