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Espectáculos

¡Que Viva México!: Innecesariamente larga

El cineasta Luis Estrada vuelve a hacer una crítica al sistema político mexicano en esta nueva película; lee la opinión de Pepe Ruiloba

Pepe Ruiloba/Agencia Reforma

domingo, 26 marzo 2023 | 06:40

Agencia Reforma

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Ciudad de México.- Luis Estrada, director y guionista de varias películas que critican el sistema político mexicano, regresa a las andadas con ¡Que Viva México! 

En la publicidad de la cinta -que emula al juego de la lotería- incluso aparece como "El Vanidoso", haciéndonos el trabajo más fácil a quienes queremos encontrar la palabra que mejor describa a aquel que tuvo las agallas de hacer una comedia de poco más de tres horas. Estrada, sin embargo, no es quién para huirle a los excesos. 

 Pancho Reyes (Alfonso Herrera) es un empresario que visita su pueblo natal después de 20 años. Su abuelo acaba de morir, y necesita estar en la lectura del testamento. Nada, sin embargo, lo prepararía para el choque cultural. 

 Si bien se ha hecho mucho alarde sobre si la película es una crítica a la 4T, es conveniente ajustar las expectativas. Este cuento se acerca más a una burda sátira sobre la idiosincrasia mexicana, usando innumerables estereotipos para contar una historia sobre avaricia y clases sociales con el fondo, eso sí, de un gobierno nuevo que ha prometido mucho y cumplido poco. 

 Su primera hora -la más efectiva- recuerda a Nosotros los Nobles (2013) y esa confrontación entre los ricos (o "fifís") y los pobres ("el pueblo bueno"). Estrada, sin embargo, no tiene interés en santificar a nadie: aquí todos son lambiscones, flojos, corruptos o misóginos, poniendo en evidencia los peores instintos de una sociedad que está enferma desde la raíz. 

 Con un gran elenco encabezado por Damián Alcázar y Joaquín Cosío (haciendo tres y cuatro papeles, respectivamente), Estrada comprueba que sabe cómo montar un buen chiste. Y si bien sus personajes son intencionalmente unidimensionales, todos juegan un papel importante dentro de una maquinaria más compleja, desde la estupenda matriarca (Angelina Peláez) hasta su ambiciosa nieta política (Ana de la Reguera). 

 Si algo falta, es saber cuándo parar. Las mismas ocurrencias se repiten una y otra vez, y el tono por momentos se convierte en humor tan negro e inconsecuente que solo entorpece (mucho del personaje de Jacinta, por ejemplo). 

 Estrada tampoco logra llevar su relato a puerto firme, y le da un final que no hace ningún sentido. La sátira, al final de cuentas, está sembrada en la realidad. Y en sus mejores momentos, ¡Que Viva México! lo entiende. 

¡QUE VIVA MÉXICO!

 Dos estrellas y media

 Dirige: Luis Estrada.

 Actúan: Alfonso Herrera, Damián Alcázar y Joaquín Cosío.

 Duración: 191 min. 

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