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'Mi Amigo Robot', animación sin diálogos que va por Óscar

El director español Pablo Berger está convencido de que el uso de diálogos está sobrevalorado en el cine, así que predica con el ejemplo

Agencia Reforma

martes, 05 marzo 2024 | 06:57

Cortesía | El director español Pablo Berger está convencido de que el uso de diálogos está sobrevalorado en el cine, así que predica con el ejemplo. Cortesía | El director español Pablo Berger está convencido de que el uso de diálogos está sobrevalorado en el cine, así que predica con el ejemplo.

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Ciudad de México.- El director español Pablo Berger está convencido de que el uso de diálogos está sobrevalorado en el cine, así que predica con el ejemplo.

"Desgraciadamente para mí, muchas veces en el cine de animación están sobreactuados los personajes. Quería traer el mismo criterio que tengo yo con actores de imagen real y dirigir a los dibujos animados"

En 2012, maravilló con Blancanieves, adaptación silente y en blanco y negro del cuento de los Hermanos Grimm, protagonizada por el mexicano Daniel Giménez Cacho. Ahora está nominado al Óscar a Película Animada por un entrañable filme sin diálogos, Mi Amigo Robot (Robot Dreams).

"Sin duda, los diálogos están sobrevalorados. No hay más que analizar los más grandes momentos en la historia del cine: en su mayoría están escritos con imágenes, no son grandes parrafadas, son miradas, son momentos, son acciones", sostiene en entrevista.

"A mí me encantan las películas de Quentin Tarantino, de Woody Allen, de Mike Leigh, pero sí que es verdad que hay demasiado cine sobredialogado. No me importa ser un poco un terrorista cinematográfico ya, con mi segunda película que está hecha de principio a fin escribiendo con imágenes", agrega, contundente.

El filme, que estrenará en México este jueves, es una tragicomedia silenciosa sobre la inesperada amistad entre un perro solitario y un robot fiel, que se quiebra abruptamente. Debutó en el Festival de Cannes y acumula premios en Annecy, Sitges, los Goya, los European Film Awards...

Adaptación de la novela gráfica "Robot Dreams" de Sara Varon, es la primera aventura en animación de Berger. La experiencia le bastó para adherirse a la ya famosa frase del mexicano Guillermo del Toro: "La animación es cine, no es un género".

"Creo que el hecho de que hayamos conseguido la nominación al Óscar ha sido muchas veces por sus tuits (de Del Toro) y su defensa de Mi Amigo Robot.

"Él es nuestro líder, el que está rompiendo el techo de cristal respecto al cine de animación. Ese eslogan, ese canto de guerra, 'La animación no es un género', es fundamental que lo sigamos repitiendo hasta que se entere todo el mundo".

EMOCIONES COMPLEJAS

Animada en 2D, Mi Amigo Robot se ubica en los 80, en el East Village de Nueva York, donde Berger vivió una década. Es ésa una de las muchas adiciones del director a la trama del libro, que en realidad tomó como escaleta.

"Sara Varon me dijo: 'Tú haz la película. Me gusta Blancanieves, tienes libertad absoluta'. Nunca participó, no tuvo que aprobar el guion".

Otra incorporación es "September", canción de Earth Wind & Fire que se convierte en el leitmotiv de la relación de los protagonistas. La primera línea del tema ("Do You Remember?" / ¿Recuerdas?) detona tanto gozo como melancolía dentro de la narración.

En el filme se reflexiona en la amistad y en la fragilidad de las relaciones, en lo que aporta a ésta cada una de las partes y en el, al final, saber dejar ir y seguir adelante. Berger acepta lecturas distintas a la de la amistad a la historia, como la amorosa o la de los vínculos parternofiliales.

"Yo decidí hacer esta película cuando llegué al final de la novela gráfica. Estaba conmovido, porque yo había hecho sustituciones a mi terreno. Me acordé de personas muy queridas que ya no estaban conmigo o amigos que perdí.

"Me gusta la idea de que la película sea una montaña rusa emocional y que cada espectador se la lleve a su vida".

El tono de la película, señala Berger, se podría emparentar con el de aquel clásico de Charles Chaplin, Luces de la Ciudad, donde risa y llanto se entrelazan. En cuanto a la animación, lo inspiraron tanto el francés Sylvain Chomet (Las Trillizas de Belleville) como el Studio Ghibli.

A Berger le llena de ilusión compartir nominación al Óscar con el padre de la casa japonesa de animación, Hayao Miyazaki, quien compite por El Niño y la Garza. Su sombra, admite, siempre estuvo presente en su propia producción cada que había un bache.

"El cine de animación japonés siempre ha tratado temas más complejos, ha tratado de emociones, ha hecho historias dramáticas y nosotros, de alguna manera, nos queríamos alejar del cine de animación infantil y de acción. Queríamos hablar de emociones complejas. El cine japonés de animación ha demostrado que es posible".

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