En su renacimiento

El éxito de Miley Cyrus “Flowers” hizo cantar a voz en grito y con convicción incluso a quienes se encontraban en una relación estable. Ahora, su último álbum “Endless Summer Vacation” es mucho más que un himno a la ruptura: es un renacimiento.

Aunque la primavera parece todavía muy lejana, el nuevo álbum de Cyrus parece un caluroso día de verano.

Empezando por el éxito de ventas “Flowers”, se despide de un viejo amor y empieza con una confianza y una independencia contagiosas.

“Sí, puedo quererme mejor que tú”, canta.

A medida que el sol brilla más es hora de ponerse “Rose Colored Lenses”. La tercera pista es una canción optimista pero aún melosa, rebosante de letras sexys y cariñosas: “Podríamos quedarnos así para siempre, perdidos en el país de las maravillas/Con la cabeza en las nubes, cayendo estúpidamente como si fuéramos niños/Llevando lentes de color rosa”.

El álbum incluye dos temas en colaboración: En uno de ellos, “Thousand Miles”, la artista canta junto a la estrella de la música americana Brandi Carlile, mientras que en el segundo, “Muddy Feet”, colabora con la artista pop Sia.

“Thousand Miles” está impregnada del estilo folk de Carlile, un lugar familiar para Cyrus, cuyo legado incluye al padre de “Achy Breaky Heart”, Billy Ray Cyrus, y a su madrina y leyenda del country, Dolly Parton.

El día deja espacio a la noche, y el álbum se vuelve más rabioso y sucio, arrancando la velada con “River”.

“Te siento en todas partes. Tu cara está en mi pelo/Cubierta de tu sudor. Me excita que te importe, nena”, canta.

Al igual que la artista, los álbumes de Miley Cyrus no se pueden encasillar. De hecho, a la cantante le gusta experimentar con diferentes sonidos y géneros a lo largo de su más de media docena de discos.

“Violet Chemistry” es una canción pop con electrizantes notas dance, una banda sonora digna de una pista de baile de discoteca bajo luces de neón.

“Cuando el suelo está mojado Y las luces se encienden, pero no quieres irte”, canta en una celebración de una apasionada aventura veraniega que uno espera que nunca termine.

Mientras el cielo se empapa de un amanecer rubí, los zapatos de tacón se despreocupan para permitir un paseo más cómodo y descalzo hasta casa, en soledad.

“¿Estoy varada en una isla? ¿O he aterrizado en el paraíso?”, canta en “Island”, tema sobre su aislamiento como una bendición disfrazada.

El álbum termina donde empezó, con una melancólica versión demo desenchufada de “Flowers”.