Espectáculos

En el trono del éxito

Isaac Hempstead-Wright, el ganador de 'Game of Thrones', dice estar viviendo un momento de ensueño, pero con la mira puesta en lo que sigue

Reforma

martes, 21 mayo 2019 | 07:05

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Londres — De lisiado a rey de Westeros, y de niño sin ganas de actuar a superestrella mundial.

Isaac Hempstead-Wright, el sorpresivo ganador del del trono en el fenómeno televisivo 'Game of Thrones', admite estar en las nubes gracias a la producción de fantasía e intrigas palaciegas.

Sin embargo, el intérprete del tullido Bran Stark, admite no saber qué le depara a continuación.

"Es un periodo dulce de mi vida. Por supuesto que quiero seguir en la actuación. Acabo de terminar una gran parte de mi vida con la serie, así se siente, que estoy en tránsito.

Estoy como impaciente por saber qué hago a continuación. Y disfrutando esto. Es mi oportunidad de encontrar mi estilo", dice en un encuentro con medios el británico de 20 años en la promoción de la serie.

Algo que tiene por seguro es que en breve regresará a la Universidad de Birmingham a cursar estudios en Matemáticas y Música.

De momento, Isaac se da la oportunidad de hacer pequeñas apariciones en videos musicales, como en "Exits", del grupo británico Foals.

"Los chicos de la banda son mis amigos, son increíbles. Nos encontramos en un bar y platicamos. 'Oye, tú deberías estar en uno de nuestros clips', me dijeron. Y como amo la música, fue mi manera de involucrarme".

Hempstead Wright cuenta que de niño tomó clases de actuación, sólo para no tener que jugar futbol los sábados por la mañana en su colegio.

Tras múltiples audiciones, cuando tenía tan sólo 10 años, fue elegido por los productores David Benioff y Dan Weiss para interpretar a uno de los miembros de la Casa Stark.

"Estúpidamente hice un trato con mis padres en el que acordamos que yo me gastaría en lo que quisiera mi primer sueldo en la vida. Pero hice un comercial un mes antes que empezara 'Game of Thrones' y eso fue lo que me tocó. Lo otro, lo ahorré".

Su personaje vive un viaje singular: en el primer episodio lo tiran de una ventana y queda tullido, pero de ser un niño roto logra convertirse, aun atado a una silla, en el Cuervo de Tres Ojos, un misterioso ser que es la memoria de Westeros.

"No hay nada de mí en al Cuervo de Tres Ojos, pero hay mucho de mí en Bran Stark. Cuando fue el cambio, debía encontrar la voz de el Cuervo, ponerle misterio a intriga, porque era aburrido y monótono interpretar a alguien que lo sabe todo".

El actor admite no ser amante de la fantasía: no ha leído las novelas de George R.R. Martin en que se basa la serie, y ni siquiera ha visto las películas de El Señor de los Anillos.

Sin embargo, no cambiaría por nada del mundo el haber sido parte de Game of Thrones, que tendrá otra vida en unos meses con el lanzamiento de la colección en Blu-ray.

"Ese show fue mi infancia y adolescencia. Ha sido una experiencia alucinante. A los 10 años me dieron trabajo, fui tratado como un profesional, gané dinero. Eso no es normal. He viajado mucho, he conocido mucha gente. Ha sido un privilegio".

Revelan error plástico

Luego de que un vaso de café apareciera por error en una escena de la última temporada de la serie, en otra, del gran final, se coló una botella de agua, lo que desató los memes.

Apareció en los momentos finales, medio escondida, detrás de una pierna de John Bradley, el actor que interpreta a Samwell Tarly.

La secuencia es de suma importancia, pues en ella varios personajes discuten el futuro de Westeros.

"The Iron Throne", nombre del sexto y último capítulo de una ya de por sí polémica octava temporada, dividió al público y a la crítica.

En el sitio Rotten Tomatoes se le calificó únicamente con un 48 por ciento de aprobación.