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Espectáculos

El rey ha muerto

Maestro de la entrevista sin confrontación, conocido por su humor irreverente y sus coloridos tirantes, la institución de la radio y televisión Larry King muere por Covid-19 a los 87 años

The New York Times

domingo, 24 enero 2021 | 06:00

Tomada de internet

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Los Angeles- Larry King, quien durante medio siglo platicó en la radio y televisión con presidentes y psíquicos, estrellas de cine y malhechores, con cualquiera que tuviera un historia que contar, famoso globalmente, murió ayer en el Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles. Tenía 87 años.

Ora Media, que King co-fundó en el 2012, confirmó la muerte en un comunicado que publicó en la propia cuenta de Twitter de King 

King había sido atendido recientemente de Covid-19.  En el 2019, fue hospitalizado por dolores en el pecho y dijo que había sufrido una apoplejía.

Tejedor de historias

Hijo de inmigrantes europeos que creció en Brooklyn y que nunca asistió a la universidad, empezó como entrevistador local de radio y haciendo pronósticos deportivos en Florida. En los años 1950 a 1960, alcanzó la prominencia con un show de radio que se transmitía durante la noche de costa a costa en 1978, y de 1985 al 2010 fue el presentador del programa de CNN que fue el mejor calificado y el que tuvo más duración, llegando a millones de personas de todo Estados Unidos y el mundo.

Un invitado fascinante

El joven repartidor se convirtió en una de las personalidades más famosas de la televisión y el radio en Estados Unidos, fue columnista de periódicos, autor de numerosos libros y actor en docenas de películas y programas de televisión interpretándose a sí mismo.

Su vida personal fue el tema de los tabloides de supermercado, se casó ocho veces con siete mujeres, fue un apostador crónico que se declaró dos veces en bancarrota, fue arrestado por fraude y eso descarriló su carrera durante años, y tuvo una serie de contradicciones que nunca superaron su propio éxito.

Él no se consideraba un periodista, aunque en algunas ocasiones su programa  fue noticia, como cuando Ross Perot anunció su candidatura presidencial en 1992.  

Ni periodista, ni intelectual

Nunca fue agresivo, en raras ocasiones le hizo alguna pregunta difícil o técnica a nadie, dejó en paz a los políticos y legisladores, prefirió presionar amablemente a los invitados para que dijeran cosas interesantes acerca de sí mismos.

Se jactaba de que nunca se preparaba para una entrevista. Si su invitado era un escritor que estaba promocionando un libro, nunca lo leía y simplemente le preguntaba:  “¿De qué se trata?” o  “¿Por qué escribió esto?”.

Para un público escéptico acerca de los expertos, pareció ser un refrescante promedio:  sólo un hombre curioso que hacía preguntas impulsivamente.

Sin preguntas desafiantes

Políticos, inventores chiflados, teóricos de la conspiración y medios espirituales amaban su programa, ya que les permitía llegar a enormes audiencias sin enfrentar preguntas desafiantes.  King lo llamó el “informa-entretenimiento” y para millones de personas de todo Estados Unidos y de unos 130 países alrededor del mundo, fue una manera agradable, aunque algunas veces bizarra e híbrida de información y entretenimiento, que se transmitía en horario estelar durante una hora cada noche durante los días de la semana.

King vivió en Beverly Hills, y su programa se transmitía mayormente desde los estudios de CNN en Los Ángeles, aunque en algunas ocasiones desde Nueva York y Washington, en donde fue un entrevistador de radio para Mutual. 

Al igual que durante el tiempo que pasó en la radio, recibía preguntas y comentarios de la audiencia, que usualmente tenían que ser cortados por su verborrea o por usar palabras obscenas.

En sus características mangas de camisa y tirantes, se encorvaba en su silla y se apoyaba en los codos y miraba a sus invitados desde su escritorio. Su voz, que era áspera, estaba llena de irreverencia y humor, y sus preguntas eran usualmente breves y amigables.

Hablaba de cualquier tema

Política, crímenes, religión, deportes, negocios, sucesos noticioso como el largo juicio de OJ Simpson, con interminables personajes y analistas.

Después de décadas de éxito, el programa “Larry King Live” empezó a perder el rating, ya que muchos televidentes empezaron a preferir a la liberal Rachel Maddow de MSNBC y al conservador Sean Hannity de Fox.  Para el 2010, la audiencia de King era una pequeña parte de lo que había sido en sus mejores años.  Renunció en el mes de diciembre y CNN lo reemplazó con “Piers Morgan Tonight”.

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