Con todas las de la ley

Hasta hoy nadie le había hecho justicia al sotol. Fue el jurista y escritor Jorge Arturo Gutiérrez Ortiz quien tomó cartas en el asunto y tras cinco años de investigación publicó ‘La Guerra del Sotol’, resignificando la concepción que de esta bebida espirituosa, digna de reconocimiento internacional.

Integrante y fundador de la Sociedad de Escritores de Ciudad Juárez, a Gutiérrez Ortiz, juarense de 47 años, le surge la inquietud por escribir sobre el sotol a partir de la ley que regula su destilado y comercialización, ya que es Juez desde los 33 años.  

“Lo que más disfrutó escribir es en relación al Sistema Penal y temas de investigación histórica. Otro de mis libros es sobre el Tribunal para Menores, que tuvo una historia de más de 111 años”.

Documentarse para hilvanar esta historia no fue una tarea sencilla, hubo que hacer trabajo de campo y de curaduría literaria. 

“Nace de una ley que regula la actividad sotolera, propuesta de Maribel Hernández, se estaba proyectando y la creadora en una reunión entre escritores, nos comenta y le propusimos la idea de un libro que se publicara junto con la ley. Entonces un grupo de historiadores, artistas nos dimos al a tarea de reunir el material, rescatando la historia del mismo, desde el año de 1800”

El libro incluye en sus páginas temáticas como: Denominación de origen, historia regional, clasificación de bebidas destiladas, productores y comercializadores de 22 empresas vinateras, situación jurídica, mixología -hay un recetario- fotografías, acrósticos, cuentos, narrativa, corridos, poemas, pinturas.

En las páginas del documento participan 50 creadores de todo el estado y la investigación histórica es de Emilio Gutiérrez de Alba y de Jorge Gutiérrez Ortiz, quienes además se dieron a la tarea de editar y convocar a los participantes del libro.

Gutiérrez Ortiz, revela que fue tal la pasión que despertó en él el tema del sotol, que hasta decidió producir su propia marca con el nombre de ‘Su Señoría’, mismo que alude a su quehacer como letrado y es una alegoría a la bebida espirituosa tan desdeñada por la historia en décadas atrás.

“Hemos sido distinguidos como el mejor sotol de México, y somos chihuahuenses a todo orgullo, en un concurso internacional de bebidas en Bélgica, en la categoría de destilados, lo que significa que ‘Su Señoría’ es el mejor destilado del país, sobre sotoles, tequilas, mezcales y bacanoras”.

“En la época de la prohibición en Estados Unidos, en los años 20, sucedió en México con los destilados,  era prohibido y se entendía que era ilegal. En la postrevolución las sanciones eran persecutorias contra los sotoleros, había una lucha constante contra ellos. Por eso el sotol entre 1920 a 1985 estuvo en la clandestinidad, porque le estado no abría la producción y comercialización. Eso fue hasta 1998 cuando hay apertura”, menciona Gutiérrez Ortiz.

Proceso artesanal

Elaborado de forma artesanal en hornos subterráneos de piedra volcánica, los sabores del sotol –que es blanco- son derivados al destilado en alambiques de cobre y barro, lo que se traduce a un sabor muy a desierto. 

Su fabricación es en Aldama y Ciudad Juárez. A la región fueron los españoles quienes trajeron la técnica del destilado, el sotol se consume en la región desde la conquista. 

“Se bebé despacito, disfrutarlo, no pasarlo sin saber que es lo que estás tomando, degustarlo en el paladar, es toda una cultura que renace hace 26 años. Estuvo muy satanizado y hay que conocer qué es, su bagaje histórico y cultural. Las plantas son silvestres,  están entre Galeana y Cóyama; ahí va a encontrar plantas endémicas, que conocieron y almacenan tanta información, conocen todos los secretos del desierto de Chihuahua, entonces al destilarla es como extraer el alma de la planta, tomar el espíritu, la esencia, es la alquimia entre la materia a vapor y luego a liquido, por eso se llaman esprituosas”, comenta el autor. 

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22 de abril

Modalidad virtual y presencial

De 7 a 9 p.m.

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656 265-8387

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