Espectáculos

Con Roma, Netflix irrumpe en el escenario de los Óscares

Alfonso Cuarón da la oportunidad a la compañía de streaming por fin abrirse camino también en el mundo cinematográfico

The New York Times

martes, 22 enero 2019 | 06:00

Tomada de Internet | Escena de la película

Los Ángeles— Abran camino para Netflix en la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.

Después de varios años de hacer campaña de manera cada vez más fuerte, el servicio de emisión consiguió su primera nominación para mejor película: los integrantes de la academia que votan en los Oscar pusieron a Roma en la lista de las mejores películas de 2018. El filme en blanco y negro, y en español, sobre la vida en el México de los años setenta —que no tiene recaudación taquillera oficial porque Netflix no estrena películas de manera tradicional y por tanto no tiene que divulgar las cifras— recibió diez nominaciones en total. Entre ellas están tres para Alfonso Cuarón, por dirección, fotografía y guion original.

La mexicana Yalitza Aparicio, la protagonista de Roma, fue nominada como mejor actriz principal, lo que le da peso a la película entre la rama de actores de la academia, la más numerosa; eso es clave para cualquier filme que quiera ganar el Oscar a mejor película. Además, los votantes nominaron a Marina de Tavira como mejor actriz de reparto.

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La academia permite que en la categoría de mejor película haya entre cinco y diez nominados cada año, según cómo los 8200 integrantes de la organización enumeran a sus favoritas. Esta vez hubo ocho filmes nominados, uno menos que en 2018. Además de Roma, fueron nominadas películas taquilleras de grandes estudios (Nace una estrella, Black Panther y Bohemian Rhapsody), así como filmes de estudios especializados y con un toque idiosincrático (La favorita, El vicepresidente) y otros con diversos enfoques sobre el racismo en Estados Unidos (El infiltrado del KKKlan y Green Book: Una amistad sin fronteras).

Mucha diversidad entre los nominados

En comparación con otros años en los que los votantes de la academia fueron criticados con consignas como #OscarsSoWhite por solamente nominar a actores y actrices blancos o por no reconocer a películas enfocadas en personajes negros, las selecciones para 2019 fueron muy diversas. Además de Roma, fue reconocida Pantera negra, que celebra varios aspectos de la cultura africana y de la diáspora. Grupos que defienden los derechos LGBT han destacado a La favorita por tener al centro un triángulo amoroso entre tres mujeres. Nace una estrella se trata de cómo asciende una mujer a la fama.

Pero en las categorías de actuación solamente hubo dos personas negras —Mahershala Ali como actor de reparto y Regina King, también en reparto— fuera de veinte nominados. En las categorías de dirección y fotografía solamente fueron nominados hombres.

La favorita obtuvo la misma cantidad de nominaciones que Roma. La película con toques de humor negro sobre un periodo histórico incluye reconocimientos a Rachel Weisz y Emma Stone como actrices de reparto; Olivia Colman como actriz principal; Yorgos Lanthimos por dirección y edición, y a la multinominada Sandy Powell por mejor diseño de vestuario.

A diferencia del año pasado, cuando la cantidad de nominaciones dejó claro que La forma del agua era la favorita para ganar, como sucedió, en esta ocasión la contienda está reñida.

No se puede descartar a El infiltrado del KKKlan de Spike Lee, basada en la historia real de un policía negro que logró colarse a las filas del Ku Klux Klan para estudiar al grupo en los años setenta. Lee, por primera vez en cuarenta años de carrera, fue nominado a mejor director junto con Cuarón, Lanthimos, Adam McKay (El vicepresidente) y el polaco Pawel Pawlikowski (Cold War). En total, El infiltrado del KKKlanconsiguió seis nominaciones, incluida una para Adam Driver como actor de reparto y para la música de Terence Blanchard.

Nace una estrella sumó ocho nominaciones, menos de las esperadas porque Bradley Cooper no consiguió el reconocimiento entre los mejores directores, aunque sí por su actuación. Lady Gaga está entre las nominadas a mejor actriz principal y también a mejor canción como coautora de “Shallow”. Los votantes, además, reconocieron al filme en categorías como mejor actor de reparto (Sam Elliott) y mezcla de sonido.

El vicepresidente, una interpretación cómica del tiempo de Dick Cheney en el cargo con George W. Bush, también consiguió ocho nominaciones; Pantera negra obtuvo siete en total.

Fuerte competencia actoral

La categoría de mejor actriz principal es particularmente competitiva este año. Glenn Close fue nominada por séptima ocasión —nunca ha ganado— por el protagónico de La buena esposa, sobre una mujer que sacrifica sus ambiciones profesionales en pos de las de su marido. Close, quien ganó el Globo de Oro, competirá contra actrices nominadas por primera vez —Aparicio, Gaga y Colman— y contra Melissa McCarthy por ¿Podrás perdonarme?

Entre los actores, Cooper competirá con Christian Bale, quien sumó algunos kilos para interpretar a Cheney, y Rami Malek, quien hace de Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody. También fueron nominados Willem Dafoe (Van Gogh en la puerta de la eternidad) y Viggo Mortensen (Green Book).

Esta última película —que es querida para muchos que ven en el filme sobre una relación interracial razones para sentirse bien; pero es odiada por otros que consideran que cae en muchos clichés sobre temas raciales— obtuvo cinco nominaciones. Además de Ali y Mortensen, fue reconocida en las categorías de mejor edición y guion original. Los votantes de la academia no parecieron molestarse mucho por algunos escándalos que rodean a Green Book como tuits con críticas a musulmanes por parte de Nick Vallelonga, uno de los guionistas (quien se disculpó por sus comentarios). Green Book también acaba de ganar el premio a mejor película del Sindicato de Productores, que suele ser uno de los galardones que mejor predice al victorioso del Oscar.

Una ceremonia dudosa

Quizá tiene sentido que en un año con reconocimientos tan dispersos la ceremonia misma esté rodeada por misterios. No han nombrado a la persona que la conducirá; el actor y comediante Kevin Hart se retiró después de ser nombrado porque en un inicio se rehusó a disculparse por comentarios en contra de las personas gays en Twitter. Tampoco queda claro de qué manera la premiación, programada para el 24 de febrero, realizará un cambio de formato: en un intento de que no dure más de tres horas, los premios en hasta ocho de las categorías serán dados durante los anuncios y los discursos de los ganadores serán editados y transmitidos en otro momento de la noche. La academia no ha dicho cuáles de las veinticuatro categorías serán retiradas del programa en vivo.

Quienes dirigen la academia decidieron tomar esta acción porque la cantidad de televidentes ha ido cayendo en picada; en Estados Unidos, 26,5 millones de personas vieron la transmisión de 2018; fue una caída de 20 por ciento en comparación al año anterior y la cifra más baja a la fecha. Hace apenas cuatro años la ceremonia era vista por casi 44 millones de personas en Estados Unidos.

Otro esfuerzo para atraer a más espectadores fue la creación de un Oscar a “logros destacados de una película popular”, pero esa idea fue abandonada poco tiempo después de ser anunciada. La academia parecía querer abrir espacios para filmes muy taquilleros, que los votantes suelen ignorar en favor de pelíclas de salas de arte. Pero este año fue una excepción en ese aspecto: Pantera negra fue la película más taquillera del mundo, con 1.350 millones de dólares recaudados. En esta ocasión se convierte también en el primer filme de superhéroes en conseguir la nominación a mejor película. Nace una estrella también fue muy taquillera; 406 millones de dólares, una cifra inusual para filmes dramáticos.

¿El futuro de Hollywood?

De ciertas maneras, los votantes de la academia parecen estar sugiriendo que en Hollywood hay espacio tanto para el futuro revolucionario (con Netflix) como para el pasado (con historias clásicas como la de Nace una estrella).

La vieja guardia de la academia se ha resistido a los impulsos de Netflix para competir en la categoría de mejor película con el argumento de que el servicio debe contender en premiaciones para televisión, como los Emmy, porque no estrena sus filmes de manera tradicional en salas de cine. Roma sí fue estrenada en algunos cines, pero muchas grandes cadenas de salas se rehusaron a tenerla porque Netflix la iba a poner en su plataforma muy poco tiempo después (usualmente hay ventanas más amplias de tiempo entre que se transmite en cines a que se pueda rentar o ver en casa).

Aunque Netflix ha lanzado campañas incansables para los Oscar. Empezó con algunos documentales y el año pasado impulsó Mudbound: El color de la guerra, que no obtuvo la nominación a mejor película pero sí triunfó en otras categorías destacadas como fotografía.

La acogida entre la academia a Roma, que técnicamente es una película extranjera en el criterio hollywoodense, posiblemente sea un reflejo de que la organización quiere internacionalizarse y hacerse más diversa. Después de las críticas por #OscarsSoWhite en 2015 y 2016, la academia lanzó un esfuerzo para duplicar la cantidad de mujeres y personas de grupos minoritarios en su membresía, en buena parte al invitar a más cineastas no estadounidenses. Pero a tres años de la iniciativa, la composición del grupo sigue siendo 69 por ciento masculina y 84 por ciento blanca.

Roma, en español y en mixteco, es la primera película en un idioma distinto al inglés en ser nominada a mejor película desde Amour, en 2013. Nunca ha ganado un filme extranjero; El artista, que se llevó el galardón en 2012, fue hecha en Francia, pero era una película muda y la academia no la consideró extranjera.

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