Metas de carrera para el año nuevo

Con el inicio de un nuevo año es común que sintamos las energías también renovadas, que comencemos a proyectar el ciclo que comienza, que reconozcamos cierta valentía para animarnos a ir tras sueños que permanecían adormecidos y hasta se despierta la chispa de pegar un saldo: desde mudarse, hasta un cambio de look, pasando por emigrar hasta, por qué no, incursionar en nuevos horizontes laborales.

Pero todo se diluye ante la incertidumbre, las dudas y los miedos. Si vamos a viajar, armamos una valija, si pensamos en otro peinado, nos acercamos a estilistas o a una peluquería. Sin embargo, a la hora de buscar un desafío profesional, estamos en ascuas. Y surge lo que los escritores denominan la fobia a la página en blanco, sólo que, en este caso, es el síndrome del Currículum Vitae en blanco o, al menos, deslucido. 

Primeros pasos para hacer brillar tu CV

Con el paso del tiempo, las denominadas hojas de vida fueron desprendiéndose de ciertas formalidades, aunque eso no las exime de contar con información clave de tu carrera y habilidades que te conviertan en el candidato ideal para ese puesto que querés alcanzar. Puedes usar un ejemplo curriculum vitae básico como guía. El diseño estructurado se flexibiliza para dar paso a estructuras más “limpias” y originales, pensadas inclusive como si fueran aplicaciones o sitios, con miradas desde el prisma de la UX (experiencia de usuario).  

Entonces, para no contradecir sus reglas fundamentales, el primer paso es mantener el tu CV breve, pero conciso, destacando datos clave y desprendiéndote de aquellos accesorios. La idea no es rellenar con contenido obvio, sino poner énfasis sobre la trayectoria y logros que te diferencien de otros perfiles. Podés recurrir a ítems, buen interlineado y tipografías de fácil legibilidad. 

Mini biografía y lado B

Crece la tendencia a incorporar una breve biografía, en la que se explique quiénes somos como postulantes y tratar de sumar algún argumento que refleje compatibilidad con la empresa en cuestión. Por otro lado, también algunas personas se animan a sumar un “lado B”, es decir, incorporar alguna característica, hobby, gusto, que es particular y que pudiera aportar riqueza al perfil.

Expertos de la red social profesional, LinkedIn, destacan la importancia de destacar profesión, ocupación, título en la parte destacada del perfil y, luego, en el apartado que habilita más caracteres, liberar una parte más blanda de uno mismo. Cabe recordar que las soft skills son cada vez más valoradas y tenidas en cuentas por las compañías, que tienen una mirada más holística de sus futuros empleados. 

Diseño atractivo

Las hojas de vida ya no son archivos lúgubres y apagados de Word, sino que se asemejan al menú de un restaurante, como diseños atractivos y tentadores. Títulos resaltados, logos de los software en los que estamos certificados, paletas de colores atractivas, barras que se completan con el grado de expertise alcanzado, entre más recursos de diseño. 

Lo interesante es que los aspirantes no están solos en su afán por lograr una comunicación y diseños asertivos: existen muchas plataformas que, a sólo un click, ponen a su disposición un sinfín de herramientas para sacarle brillo a su “carta de presentación”. Tal es el caso de CV Maker, aplicación para crear, de forma práctica y sencilla, un CV de lujo que conquiste a los expertos del área de Recursos Humanos. 

Números, datos e información objetiva

No es novedad que los números pueden hablar muy bien del candidato. Y lo que se debe lograr es, de un vistazo, captar la atención de los reclutadores. Para ello, una forma efectiva de lograrlo, es recurrir a los números: años de experiencia, premios o menciones obtenidas, nivel de idiomas alcanzado, objetivos cumplidos, o cualquier cifra significativa para el puesto al que aspiras: ventas cerradas, clientes obtenidos, investigaciones académicas publicadas, entre otros. 

Los especialistas recomiendan además evitar información que pueda ser irrelevante para el cargo o que pueda interpretarse de manera subjetiva (estado civil, hijos, y, en el último tiempo, hasta comenzó a omitirse el género y hasta la foto). Ante esto, un tip básico apunta a ordenar la experiencia laboral de forma cronológica, decidiendo inclusive, descartar aquella que quede muy lejana en el tiempo o de cargos junior. 

También es factible que la empresa pida que completes campos como las expectativas salariales y tu opinión sobre la posibilidad de trabajar remoto, si es que la empresa cuenta con ese esquema laboral.

¿SEO en el CV?

Es sabido que los buscadores, como Google, detectan palabras clave, las famosas keywords, en los textos que “leen” para indexarlos, categorizarlos y ofrecerlos como la mejor respuesta a lo que está necesitando el mercado laboral. Similar es lo que ocurre cuando, los recruiters, escrutan el currículum con sus ojos entrenados. 

Son muchas las empresas que utilizan sistemas para filtrar automáticamente los cientos de documentos que reciben para ver, sin la necesidad de seres humanos, si el postulante podría ser idóneo para el puesto. Hay que ser ingenioso y creativo para pasar el filtro de la inteligencia artificial y hacerse acreedor de esa ansiada silla. 

Omnicanalidad para la marca personal

Las compañías utilizan múltiples canales para llegar a sus clientes. En esta oportunidad, para potenciar tu marca personal, podría ser útil seguir sus pasos y recurrir a otras opciones de contacto o de mostrarte, siempre y cuando esos espacios estén abordados desde una mirada profesional y de negocios. 

Es decir, podrías incorporar a tu Currículum tu perfil de LinkedIn, un portfolio con creaciones y hasta links con material adjunto o complementario. Recuerda que si guardas tu archivo en formato PDF, los enlaces que incorpores (considerando que la organización lo reciba en soporte digital) podrán ser clickeables, llevando al reclutador a un abanico de recursos que te hagan destacar. Tené esos documentos o carpetas ordenadas y bien nomencladas. 

Adiós al síndrome del Currículum en blanco

Todos en algún momento han tenido un CV en blanco. Y, si tu caso es el de alguien inexperto, no sólo los antecedentes laborales suman: podés incorporar becas obtenidas en el colegio, competencias de las que hayas participado, como el caso de las de matemática, lengua o deportivas; y también cursos que hayas realizado: de marketing digital, programación y todo aquello que refleje que eres una persona curiosa y proactiva. 

Lo importante siempre es dar el primer paso. Con el tiempo, la hoja en blanco se irá completando y, con ello, tu experiencia, no sólo laboral, sino para lograr un CV que te catapulte a ese trabajo soñado, donde puedas desarrollar todo tu potencial.