Escaparate

Ligan mala dieta con el párkinson

Malos hábitos alimenticios pueden generar fallas en el procesamiento de las proteínas necesarias para que las neuronas trabajen correctamente

Reforma

domingo, 08 diciembre 2019 | 10:22

Reforma

Ciudad de México.- Una mala dieta puede predisponer, además de al sobrepeso, a desarrollar enfermedad de párkinson.

Claro que debe existir una predisposición genética y se debe considerar además que en 80 por ciento de los casos no se sabe la causa de esta enfermedad, explica Carlos Cuevas García, director general de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS.

Sin embargo, añade, entre el cerebro y el intestino existe una relación, por lo que los malos hábitos alimenticios pueden causar alteraciones en la microbiota, antes llamada flora intestinal, y generar fallas en el procesamiento de las proteínas necesarias para que las neuronas trabajen correctamente.

El especialista detalla que las fallas llegan al sistema cerebral llamado nigroestriado, donde las neuronas producen dopamina, sustancia que al disminuir causa párkinson.

"En enfermedades degenerativas, como párkinson, esclerosis múltiple, demencia, alzhéimer, se han encontrado algunas alteraciones en las proteínas. Entonces, sí hay una relación intestinal y parkinsónica", asegura en entrevista.

"Las neuronas tienen una arquitectura que se preserva por las proteínas. Cuando la alteración intestinal daña esas neuronas se producen los síntomas", agrega.

De cada 10 pacientes con este padecimiento, en ocho no se conocen las causas, es decir, desarrollan enfermedad de párkinson idiopática.

Mientras que en los dos restantes puede deberse a una causa secundaria, como alteraciones en la microbiota, enfermedades infecciosas e infecciones por hongos o bacterias ubicadas en zonas del cerebro donde se produce el párkinson.

Detalla que, incluso, han detectado en la mayoría de pacientes con este padecimiento problemas frecuentes de estreñimiento, a tal punto que los consideran señales predictivas, es decir, que se presentan mucho antes de que aparezcan los síntomas del párkinson.

Otro signo de este tipo es la pérdida de olfato.

El neurólogo indica que cuando una persona presenta el primer síntoma de esta enfermedad, como temblor o rigidez, ha perdido ya el 80 por ciento de las neuronas productoras de dopamina, pero este proceso inicia desde 10 o 20 años antes.

Manuel Hernández Salazar, neurocirujano del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE, explica que el párkinson afecta a 50 de cada 100 mil habitantes en México y es una enfermedad degenerativa, crónica y progresiva.

Este mal es causado por la muerte consecutiva de neuronas que producen dopamina.

Aunque el cerebro sí produce nuevas neuronas, detalla, éstas surgen únicamente en tres zonas del cerebro y no pueden viajar a las partes cerebrales donde murieron estas celulas.

"Cuando una neurona muere, el cerebro emite una señal de alerta y se producen neuronas en esos lugares, en esos tres sectores específicos. Es como una central de camiones, salen sólo de esas terminales, pero no pueden pasar porque la ciudad está llena", ilustra.

En el caso de la asociación entre el párkinson y la microbiota, indica que diversos estudios establecen que alimentos ricos en antioxidantes podrían aportar beneficios protectores.

"Ingerir alimentos sanos genera una mejor estabilidad intestinal. Específicamente flavonoides, terpenos, sustancias que vienen con el vino tinto, algunos antioxidantes como vitamina E y vitamina D se han propuesto como protectores importantes", indica el especialista.

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