Escaparate

La interesante historia del bingo que deberías saber

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El diario

miércoles, 26 enero 2022 | 09:45

El bingo en línea gratis es uno de los juegos a los que casi todo el mundo ha jugado alguna vez en su vida. El juego es bastante sencillo de aprender. Tiene un tambor con un cierto número de bolas, cada una numerada, y tarjetas con varios números impresos. Una persona saca las bolas, diciendo los números y los jugadores que lo tienen en sus cartones los tachan, hasta que un jugador completa todos los números en su cartón. Las instrucciones son bastantes sencillas, pero ¿cuál es la historia detrás del bingo? ¿Qué lo inició todo? Intentemos averiguarlo.

Antepasados del bingo

Los orígenes del bingo siguen siendo un misterio, pero vamos a repasar los hechos históricos para ver si ofrecen información sobre su misterioso origen. Algunas versiones dicen que la historia del bingo se remonta a la época romana. Se jugaba a un juego en el que se sorteaban diferentes símbolos y figuras, que había que completar una tabla de madera.

Otra versión afirma que el bingo, tal y como lo conocemos hoy, se jugó por primera vez en Italia en el siglo XVI, y se conocía como "Lo Giocco del Lotto d'Italia", una forma de lotería. El juego se trasladó de Italia a Francia en 1770, donde se conoció como "Le Lotto". En Francia, era sólo un juego para los nobles. El bingo tuvo un importante desarrollo en Europa a lo largo del siglo XVIII. 

Los alemanes también practicaban una variante del juego en el siglo XIX, pero se utilizaba como herramienta didáctica para enseñar aritmética, ortografía e historia a los niños. En Estados Unidos, el bingo se conocía antiguamente como "beano". Se jugaba en carnavales y ferias, y tenía un croupier que sacaba discos numerados de una caja y los jugadores marcaban sus cartones con judías. Si ganaban, gritaban "¡beano!".

Edwin S. Lowe y la tarjeta de bingo

En 1929, un vendedor de juguetes llamado Edwin Lowe, observó el juego en una feria de Atlanta, donde notó la gran expectación que generaba entre las personas que no querían que el local donde se jugaba cerrara.

Volvió a Nueva York, compró todo el material necesario para poder jugar en casa y realizó una prueba con sus amigos. A medida que el juego avanzaba, se dio cuenta de que sus amigos estaban tan interesados en él como las personas de la feria, y que de hecho uno de ellos se había puesto cada vez más nervioso a medida que nombraban los números. Cuando obtuvo el último número que buscaba, se puso en pie de un salto y gritó "bingo" (en vez de "beano"), dando al juego su nombre definitivo.

Para aumentar la cantidad de combinaciones en los cartones de bingo, Lowe contrató a un profesor de matemáticas de la Universidad de Columbia, Carl Leffler. En 1930, Leffler había creado 6.000 cartones de bingo distintos. Fueron diseñados para minimizar la cantidad de grupos de números distintos y los conflictos cuando varias personas consiguen el Bingo al mismo tiempo.

Lowe era un polaco judío que emigró a Estados Unidos. Su empresa no sólo fabrica cartones de bingo, sino que también desarrolló y vendió el juego Yahtzee, comprando los derechos a una pareja que lo jugaba en su yate. Milton Bradley compró su empresa en 1973 por $26 millones. Lowe falleció en 1986.

Bingo de la iglesia

Un sacerdote católico de Pensilvania le preguntó a Lowe si el bingo podía utilizarse para generar dinero para la iglesia. La popularidad del bingo no tardó en crecer al introducirse en las iglesias. En 1934, se celebraban unas 10.000 partidas de bingo a la semana. Aunque el juego de azar está prohibido en varias jurisdicciones, las iglesias y las organizaciones de recaudación de fondos sin ánimo de lucro pueden organizar partidas de bingo siempre que tengan fines benéficos.

Casino Bingo

El bingo ha sido un juego muy popular en muchos casinos de Nevada y en los gestionados por las tribus de nativos americanos. El Tallyho Inn, un hotel casino en el Strip de Las Vegas construido por E.S. Lowe, es uno de los ejemplos más famosos. Cada semana se gastan más de 90 millones de dólares en bingo sólo en Norteamérica. 

Bingo en hogares de ancianos 

El bingo es un juego divertido, al que los habitantes de las residencias de ancianos y sus visitantes disfrutan jugando. Es fácil de organizar, ya que sólo se necesitan unas pocas personas o voluntarios. Los residentes pueden jugar con sus visitantes cuando llega la hora del bingo. La posibilidad de ganar un modesto premio es emocionante. 

Sin embargo, una vez que la generación mayor, que creció jugando al bingo en la iglesia, pase, su atractivo puede desvanecerse con las generaciones más jóvenes criadas en los videojuegos, por lo que es importante no dejar morir este maravilloso juego.

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