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Inteligencia emocional y éxito financiero: ¿cómo impactan las emociones en el uso del dinero?

Todo el mundo puede gastar su dinero como y cuando considere oportuno. Sin embargo, no siempre es adecuado el uso que se le da. Con frecuencia esto desemboca en circunstancias nefastas que van desde el endeudamiento hasta la quiebra. Esto es independientemente del nivel de ingresos personales o de éxito económico de cada quien.

El Diario de Juárez

lunes, 22 abril 2024 | 15:26

La seguridad y estabilidad financiera de una persona y el grupo familiar que dependa de esta tiene que ver en gran medida con cómo gestione las emociones a la hora de gastar. Utilizar los recursos económicos con prudencia y ponderando la importancia de cada gasto puede mejorar la calidad de vida o dejar a la gente sin una base para gastos imprevistos.

Ahora bien, no se trata de vivir sin darse un gusto o un capricho o de disfrutar o comprar cualquier cosa. Sin embargo, a la hora de tomar decisiones financieras, es necesaria una evaluación prudente y deliberada de los factores involucrados y la pertinencia. Esto no implica, sin embargo, que las emociones, los sentimientos, la percepción o la intuición nunca desempeñen un papel a la hora de tomar decisiones para hacer un gasto o una inversión. Se trata de equilibrio.

¿Qué es la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional es la capacidad que tienen las personas para sentir y, al mismo tiempo, comprender lo que sienten. De la misma forma, permite controlar lo que experimentan y modificar las propias emociones y/o sentimientos en determinadas circunstancias y siempre para el bienestar propio. Se trata, además, de inferir o ser conscientes de lo que están viviendo los demás y tener empatía con ellos y su situación.

Un individuo que posee inteligencia emocional puede regular eficazmente sus emociones para garantizar interacciones positivas con los demás. Asimismo, promueve una relación sana consigo mismo.

Esta idea cobró fuerza en 1983, cuando el psicólogo Howard Gardner propuso que los tests de coeficiente intelectual eran inadecuados o insuficientes para medir la inteligencia de las personas. El galeno consideró que no podía compararse a un solo individuo con respecto a la sociedad o con un contexto determinado en una tabla rasa que igualara a todos.

Muchos psicólogos ya habían señalado décadas antes que las capacidades cognitivas y de razonamiento, por sí solas, son insuficientes como únicas medidas de la inteligencia de las personas.

Para ejemplificar lo afirmado se puede decir que una persona que trabaja con finanzas, índices bursátiles, hace trading, comercializa criptomonedas o está al frente de un consorcio empresarial requiere no solo educación en economía. Si bien puede tener un doctorado en Harvard, de nada le sirve si pierde los estribos o toma decisiones impulsivas con el dinero.

La capacidad de equilibrar los conocimientos y la experiencia en negocios, debe ponderarla con el saber, manejar el estrés, las emociones y no dejarse llevar por posibles fluctuaciones en un mercado sin ver esto en un contexto más amplio.

Emociones y finanzas: cuál es el impacto real

Está muy extendida la idea errónea de que la razón y la lógica son los únicos factores que influyen en unas finanzas exitosas. Por el contrario, los sentimientos y las emociones en un momento determinado o a lo largo de la vida tienen un impacto mucho mayor y más significativo en cómo se maneja la economía personal.

A la hora de tomar decisiones en cuanto al dinero, las emociones pueden ser el mejor aliado o el peor enemigo. Es fundamental, por lo tanto, desarrollar autocontrol para poder utilizarlo en la toma de decisiones en este sentido.

Los siguientes sentimientos y emociones tienen el poder de determinar si una persona tiene éxito o fracasa financieramente:

La alegría

La satisfacción al obtener ingresos por un trabajo o inversión realizada es perfectamente aceptable. Esto permite cubrir las necesidades y darse ciertos placeres.

No obstante, cuando el dinero o capital sobrepasa las necesidades con creces, existe cierto peligro. Si no se dispone de las finanzas correctamente y se estratifica ese excedente para ahorros e inversiones, puede dilapidarse el capital sin pensar en el futuro.

En el caso de quienes comercializan o hacen inversiones de bienes como materias primas, contratos a futuros o criptomonedas, se debe pensar en el trading seguro analizando cada mercado y su comportamiento y no poniendo en riesgo un dinero si tener cuidado, simplemente porque “se tiene”.

Es la inteligencia emocional la que promueve la autorrealización o la autosatisfacción. Al mismo tiempo, permite el ahorro financiero y las inversiones en fondos de emergencia para una variedad de escenarios.  De esta manera, se puede estar preparado para otros momentos menos predecibles o emergencias en la que haga falta ese dinero que “sobra”.

Tristeza, ansiedad o rabia

Cuando una persona se siente mal, nerviosa o deprimida, no es de extrañar que gastar dinero en comprar cosas sirva para alejar las pesadumbres. No obstante, estos gastos podrían verse como innecesarios una vez se haya superado la difícil circunstancia, sobre todo si tiene que ver con endeudamiento.

La psicología califica de sublimación al comportamiento de utilizar cualquier cosa para filtrar emociones negativas como la rabia, la pena o la angustia. Es fundamental recordar en determinadas circunstancias que la felicidad es una decisión que tomas en la vida y no algo que puedas adquirir de los objetos.

¿Cómo usar la inteligencia emocional en las finanzas?

Como las personas somos seres emocionales, los sentimientos siempre existirán y repercutirán en todos los aspectos de la vida. Cuando se trata de gestionar el dinero, vendría bien un poco más de sentido común y utilizar estos consejos profesionales:

  • Elaborar un presupuesto: con los ingresos y gastos para saber el dinero disponible cada mes.
  • Tratar de gastar menos de lo que se gana.
  • Pagar puntualmente las deudas.
  • Invertir y ahorrar el excedente que se tenga en cada período o mes.
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