Ellas

Una vida sin limitaciones

Con disciplina, constancia y pasión consolidó el proyecto Lourdes Domínguez del centro de convenciones y eventos sociales más famoso de la ciudad en 1991: Cibeles

Cynthia Camacho / El Diario

sábado, 07 marzo 2020 | 11:36

“Una mujer tiene qué ser empoderada desde el día que nace para que sepa que es valiosa y que puede hacer todo lo que se proponga”.

Con esas palabras, Lourdes Domínguez, directora general del Centro de Convenciones Cibeles refrenda su propia experiencia personal, empresarial y como madre de familia.

Para la juarense, una mujer no tiene ningún tipo de limitación para lograr sus metas profesionales o personales.

“Yo nunca he sentido una limitación en algo, digo, solamente la fuerza física, pero no siento que por ser mujer uno tiene qué pensar en que tiene limitaciones, no las tenemos”. 

“Las limitaciones están aquí (señala su cabeza) pero si vives una situación de desigualdad, de pobreza, de vulnerabilidad, entonces tienes muchísimas limitaciones que es donde debe estar la solución. Hay qué educar a la mujer en todos los estratos de la sociedad, hay qué empoderarla”.

Quien dice esto, edificó a partir de una idea el centro de convenciones y eventos sociales más famoso de la ciudad en 1991. 

En este lugar se han efectuado eventos sociales, culturales, artísticos y de tipo empresarial con la presencia de expresidentes de México, personajes de la política nacional, regional, local, empresarios y artistas. 

La empresa que dirige Domínguez ha crecido y evolucionado adaptándose a los tiempos desde su apertura en 1991, cuando era un salón con capacidad para mil personas. 

Duplicó su capacidad instalada en 2001; siguió creciendo en infraestructura en 2005 con un estacionamiento de tres pisos; una terraza jardín en 2006; un restaurante en 2010, y sigue en evolución constante para cubrir las necesidades del mercado al que dirige sus servicios.

En medio de una remodelación que supervisa de manera presencial, la directora de Cibeles admite que le gusta crear, planear y ver crecer los diferentes proyectos que ha emprendido.

Si hay algo que le aburre es la rutina, le encanta realizar proyectos, darles forma y cristalizarlos. 

“Creo que si amas lo que haces le vas a meter esa pasión que se necesita para lograrlo y creo que si tienes siempre presente que el cliente es tu objetivo y cómo satisfacer sus necesidades, es cuando empiezas a desarrollar y si eso te encanta, te diviertes mucho”.

“Es difícil, requiere mucha disciplina, mucha constancia, pero a mí me mueven mis hijos, mi familia, yo misma, las ganas de crecer, de hacer algo que sea apreciado por la comunidad y por el mercado. Las empresas son para crecerlas”, afirma convencida.

La familia, lo más importante

Originaria de la ciudad de Chihuahua, pero juarense por convicción, Lourdes Domínguez es madre de tres hijos de 35, 42 y 46 años, y abuela de siete nietos a quienes considera lo más importante en su vida.

“Mis hijos han vivido mi vida conmigo en todos los aspectos, en todos sentidos. Tenía seis años el mas pequeño cuando todo esto comenzó”.

“Todo es cuestión de organizarte, de darte el tiempo cuando se duermen, le sigues con tu trabajo y así le hice. Me organizaba y el tiempo que era de mis hijos, era de ellos, hay qué compaginar porque igual los hombres trabajan y disfrutan a sus hijos y los forman y tienen una familia”.

Domínguez afirma que la organización adecuada del tiempo fue la clave para gozar su maternidad y ejercer su faceta empresarial, sin dejar a un lado la formación en valores de sus hijos.    

“Uno como madre tiene la enorme responsabilidad de enseñarles a sus hijos el respeto y a sus hijas también. A los niños les tienes qué decir: ‘respete a su hermana y me respeta a mí que soy su madre y a los mayores’, tienes qué enseñarlos”.

“A las niñas tienes qué enseñarles también a respetar y tienes qué empoderarlas desde el día en que nacen”.

Lourdes dice esto a propósito de la situación que enfrenta el género femenino en el país, y señala que las mujeres son diferentes a los hombres, pero igualmente capaces en cualquier profesión.

“Puedes ser excelente, pero luego tristemente vemos segmentos donde la mujer es muy poco valorada, y ahí es donde hay qué hacer mucho trabajo”.

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