Sorprende militar a sus hijos tras nueve meses de ausencia

Los corazones de los hermanos Tinley, Bentley y Peyton, alumnos de la Escuela Primaria Sargento José F. Carrasco, latieron a toda prisa al tiempo que sus rostros reflejaron la alegría al ver a su padre Cody, quien sorpresivamente arribó al plantel después de casi nueve meses de ausencia.

Y es que el sargento Cody Benson Chenault de primera clase E-7 que sirve a las fuerzas armadas de los Estados Unidos, regresó a casa después de permanecer más de 250 días en el campo militar Camp Casey, situado en Corea. 

“No tengo palabras para describir este momento pero lo que si sé es que es perfecto. Estoy muy nervioso y emocionado”, dijo el militar para luego darle un beso a su pequeña Tinley, a quien cargó en brazos durante la entrevista.

El emotivo encuentro, en el que las lágrimas fueron derramadas entre los presentes, fue preparado por los directivos de la escuela, ubicada en el extremo este de la ciudad, luego de recibir la noticia de la llegada del mando militar a casa.

Ataviado con su informe militar y al lado de su esposa, Chenault llegó minutos antes de la cita al salón de clases de la menor de su hija. Ahí aguardaban también sus otros hermanos del segundo y cuarto grado, que no imaginaban la grata sorpresa.

“Los mantuvimos en el aula de Pre-K para que trabajaran en un proyecto y cuando ya estaba su padre afuera les dijimos que salieran al pasillo con los ojos cerrados. Ahí se desarrolló el encuentro especial”, dijo Jessy Sepulveda, director de la escuela Sargento José F. Carrasco.

“Al igual que yo estaban muy emocionados y cuando me vieron no podían creerlo hasta que reaccionaron y corrieron hacia mí” dijo al borde de las lágrimas el sargento, destacamento en Fort Bliss. 

Su hija Peyton, quien cursa el cuarto grado, fue la primera en avanzarse sobre él para darle un fuerte abrazo, luego siguieron sus otros dos hijos: Tinley y Bentley, ante la mirada conmovedora de sus maestras. 

“Por fin mi papá esta en casa y estoy muy sorprendida. No imaginaba que se diera este momento de esta forma” dijo la pequeña quien al igual que su hermano Bentley esta ansiosa por mostrarle los regalos navideños a su padre de manera personal y sobre todo jugar con él.

Aunque el sargento Chenault cuenta con alrededor de 15 años en las filas del Ejército, esta es la primera vez que sorprende a sus hijos en el salón de clases. “Me he ido muchas veces pero siempre me esperan en casa ahora fue muy diferente y muy especial”, expresó.

Manifestó que su vuelo llegó a las 11 de la noche del lunes y cuando arribó a casa ya estaban dormidos por lo que se fue a dormir a otra de las recamaras para esconderse y que no lo vieran al despertarse.

“Muy temprano los escuché cuando su madre los preparaba para llevarlos a la escuela y me sentí más nervioso que nunca. No pensé que fuera tan emocionante darles esa sorpresa”.

Señaló que fue muy difícil no decirles que ya se encontraba en casa, dijo al recordar que durante estos últimos meses hablaba con ellos a través de la computadora. en Navidad y Año Nuevo fue lo mismo.

Sepúlveda dijo que en el plantel existen muchas familias en las que los padres son militares por lo que es común que los padres se ausenten de sus hogares para cumplir con su misión nacional. ‘Este tipo de eventos son especiales y muy emotivos que nos hacen llorar a todos”, dijo, visiblemente emocionado.

“Somos una comunidad dentro de la categoría ‘Purple Heart’, por lo que estamos conscientes de esta realidad y apoyamos con todo gusto en todo lo que podamos:, dijo el directivo que lidera una comunidad de 970 alumnos y 50 maestros además del personal operativo, administrativo y mantenimiento.

La Escuela Primaria Sargento José F. Carrasco, inaugurada hace tres años y medio comenzó con alrededor de 600 alumnos y en este lapso se ha duplicado por el rápido crecimiento del sector, mencionó Sepulveda tras resaltar y reconocer el heroísmo y sacrificio que ofrecen a favor de la comunidad.