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El Paso
viernes, 07 enero 2022 | 09:56
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Kansas City, Missouri— Un ciudadano mexicano fue sentenciado ayer en un tribunal federal por su participación en una conspiración que distribuyó más de 2 mil 600 kilogramos de cocaína en el área metropolitana de Kansas City.
Con este fallo judicial se cierran las condenas en contra de una red de narcotraficantes que operaban desde El Paso, Texas, hasta el estado de Missouri con ganancias millonarias durante varios años.
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Jesús Salvador Campoy-Estrada, también conocido como “Chava” y “Chavita”, de 27 años, de Kansas City, Kansas, fue sentenciado por la juez federal de distrito, Beth Phillips, a 12 años en una prisión federal sin libertad condicional. El tribunal también ordenó a Campoy-Estrada que entregue al Gobierno 12 millones 150 mil dólares, que representan las ganancias del tráfico ilegal de drogas.
El 19 de diciembre de 2019 Campoy-Estrada se declaró culpable de un cargo de conspiración para distribuir cocaína y un cargo de lavado de dinero. Es el último acusado entre los 13 imputados que serán sentenciados en este caso.
Cuando Campoy-Estrada fue arrestado, la policía registró su residencia y encontró 111 mil 995 dólares –que admitió que eran ganancias de drogas ilícitas–, mariguana, un libro de contabilidad de drogas y una pistola semiautomática XD de 9 mm cargada.
Campoy-Estrada fue uno de los organizadores principales de una organización de tráfico de drogas que distribuyó cantidades sustanciales de cocaína desde México –a través de Juárez y El Paso– hasta el área metropolitana de Kansas City desde octubre de 2013 hasta el 15 de noviembre de 2018. Campoy-Estrada admitió que él era personalmente responsable de la distribución de muy por encima de los 450 kilogramos de cocaína durante su participación en la conspiración más grande. En un momento, distribuyó aproximadamente de 10 a 20 kilogramos de cocaína por semana.
Campoy-Estrada obtuvo importantes sumas de dinero de su participación en la conspiración del narcotráfico, que convirtió en otras formas de propiedad, como bienes raíces, en un esfuerzo por ocultar la naturaleza ilícita de las ganancias de la droga.
Campoy-Estrada recibió cocaína del líder de la conspiración, el coacusado José Luis Armendáriz-Rascón, también conocido como “Tío” o “Rambo”, de 41 años, de Kansas City, Kansas.
Luego, Campoy-Estrada vendió cocaína a otros traficantes de cocaína, incluido el coacusado Howard Christopher Walters, también conocido como “Chris”, de 44 años, de Lee’s Summit, Missouri. Los investigadores interceptaron varias llamadas telefónicas en las que Campoy-Estrada y Walters discutieron la venta de varios kilogramos de cocaína a este último. La Policía también interceptó muchas otras comunicaciones electrónicas y por cable entre Campoy-Estrada y las personas a las que vendió cocaína durante el curso de la conspiración.
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