Se unen para comprar 22 naves y un terreno para fines industriales

El Paso— El mercado de naves industriales en El Paso presenta un nuevo repunte ante la creciente demanda.

Dos empresas de la Costa Este adquirieron 22 naves industriales –con dos millones de pies cuadrados para almacenes, maquilado y oficinas– y 35 acres de terreno en parques industriales del Valle Bajo y de Santa Teresa, Nuevo México.

Para realizar la compra se asociaron la compañía desarrolladora de bienes raíces industriales Equity Industrial Partners del área de Boston (EIP) y Raith Capital Partners, una firma de inversión inmobiliaria comercial de Nueva York.

Para realizar la transacción, participaron como representantes de los compradores funcionarios de CBRE Group, una empresa con sede en Los Ángeles, con fuerte presencia en El Paso. CBRE será también la compañía encargada de administrar el arrendamiento de las naves que adquirió la nueva sociedad.

Aunque no se especificó el costo de la transacción inmobiliarias, de acuerdo con registros públicos de los 22 inmuebles y el terreno, se calcula que ronda en más de 66 millones de dólares.

Diecisiete de los edificios se encuentran en el área del parque industrial Panamericano cerca del puente internacional Ysleta-Zaragoza en el Valle Inferior; dos están en el área industrial Vista del Sol del East Side; y tres están en Santa Teresa.

La mayoría de los edificios se están utilizando para operaciones de almacén y distribución vinculadas a plantas de fabricación en México, lo cual reafirma el papel de El Paso en las cadenas de manufactura binacional.

Los vendedores fueron IDI Logistics, empresa de bienes raíces industriales con sede en Atlanta, así como el desarrollador inmobiliario de El Paso, Russell Hanson, quien opera Hanson Asset Management.

Hanson era dueño de dos de los edificios industriales en El Paso y 35 acres de tierra vacante atados a uno de los edificios ubicados en el 9581 Joe Rodriguez Drive.

IDI poseía 17 de las propiedades de El Paso y las tres propiedades de Santa Teresa, la mayoría de las cuales habían sido propiedad de Verde Realty, un fideicomiso de inversiones inmobiliarias iniciado hace años por Bill Sanders, magnate inmobiliario y suegro del político Beto O’Rourke.