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El Paso

Se les cumple el milagro, familia separada por Trump se reúne en EU casi 4 años después

Keldy Mabel permaneció en Juárez mientras sus hijos ya estaban en Estados Unidos

Ivanna Leos
El Diario de El Paso

viernes, 07 mayo 2021 | 08:51

The New Yorker

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Un milagro ocurrió en la vida de una madre hondureña que, con paciencia, planificó el reencuentro y no perdió la fe. 

Luego de pasar casi cuatro años separada de sus hijos debido a la política de “tolerancia cero” de la administración Trump, Keldy Mabel Gonzáles Brebe de Zúñiga pudo reunirse finalmente con su familia en Filadelfia, después de permanecer dos años en Ciudad Juárez en espera del tan anhelado reencuentro.

Mabel pasó dos años detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en El Paso (ICE) antes de ser deportada a Honduras, país del que huyó en el otoño de 2017 debido a la violencia. Posteriormente regresó a Ciudad Juárez, donde se estableció.

Todos los días Mabel –a quien le llaman “la pastora” por su fervor religioso– caminaba al amanecer a uno de los puentes internacionales que conducen a El Paso y se imaginaba del otro lado.

Gracias a la ayuda de la organización de apoyo migratorio Las Américas, con sede en El Paso, Mabel se reunió con sus hijos, Mino y Erick, quienes habían estado viviendo con su abuela en Filadelfia. 

“Gracias al trabajo de nuestra abogada Linda Corchado, una madre se reunió con sus hijos después de ser separada por el programa piloto de separación familiar de la administración Trump. Después de 4 largos años de estar separados, este es el momento en que se reunieron”, declaró el Centro Las Américas. 

Mabel cruzó de Juárez a El Paso el pasado martes 4 de mayo a las ocho de la mañana, con el objetivo de tomar pronto un avión a Dallas, y un vuelo de conexión a Filadelfia para finalmente reencontrarse con sus familiares.

 “Mi familia se llevó una gran sorpresa porque no me esperaban y estaban con sus carpetas para pedir al Gobierno que me dieran oportunidad de pasar a los Estados Unidos sin saber que Dios y mi Juez por excelencia ya me había entregado la victoria de entrar legalmente a los Estados Unidos”, dijo Mabel.

“Dios me puso una guerrera defensora aquí en la tierra porque en mi caso fue una lucha fuerte hasta lograrlo. Dios lo hizo todo por medio de las abogadas Linda Corchado y Linda Rivas que han sido de mucha bendición en mi vida por medio de la Organización Las Américas”, añadió.

 La organización Las Américas dijo que pasaron exactamente 3 años, 7 meses y 13 días para que Mabel pudiera volver a tener a sus hijos en brazos después de años de “una angustiosa separación”. 

La última vez que Mabel estuvo con sus hijos fue en el otoño de 2017. 

Su familia, que huía de Honduras, se había dispersado por todo el continente. El esposo y el hijo mayor de Gonzáles Brebe, que tenía dieciocho años, ya habían cruzado a los Estados Unidos. Su madre y su sobrina estaban en Tapachula, México, cerca de la frontera con Guatemala. Gonzáles Brebe y sus dos hijos de en medio, que tenían trece y quince años, intentaron juntos el último tramo del viaje.

Fue alrededor del mediodía, en un día caluroso de septiembre, cuando se detuvieron en un crucero de la Patrulla Fronteriza en el desierto de Nuevo México. Planearon entregarse y solicitar asilo. Un día y medio después, en una celda de detención en Deming, treinta y cinco millas al Norte de la frontera, los agentes se la llevaron esposada, para procesarla por el delito menor de entrada ilegal. Sus muchachos gritaban y lloraban; todavía recuerda la sensación de sus manos agarrando su ropa. 

El Gobierno asumió la custodia de sus hijos y los trasladó a un refugio para menores que habían venido a Estados Unidos solos. Finalmente ellos fueron reunificados con su abuela en Pennsylvania.

Ahí comenzó la odisea que llevó a Mabel a El Paso, de vuelta a Honduras, de regreso a Ciudad Juárez para ahora reencontrarse con su familia en Filadelfia.

“Los estadounidenses deben ponerse de pie, rechazar la separación familiar y apoyar el asilo. Este momento de alegría no puede, ni debe, ser una ocasión especial, sino el estándar de cómo nos acercamos a los migrantes y a los demás”, dijo la abogada Corchado.

“Estamos encantados, pero también con los ojos claros sobre el trabajo que tenemos por delante. Cientos de niños permanecen separados de sus padres y seguiremos luchando hasta que todos se reúnan”, finalizó.

La familia se encuentra entre las primeras cuatro en ser reunidas por organizaciones que laboran con el Grupo de Trabajo de Reunificación Familiar de la administración de Joe Biden.

Hace tres semanas, Gonzáles Brebe recibió un mensaje de texto de la abogada Corchado, quien le habló de la posibilidad de cruzar la frontera para reunirse con sus seres queridos. Ahora Mabel se encuentra de nuevo con sus dos hijos y su madre; tiene un permiso de trabajo por tres años en Estados Unidos y parece haber librado el limbo migratorio.

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