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El Paso

Se apresuran a recibir ola de inmigrantes

Enviarán a familias a hoteles en Texas y Arizona; se estiman 4 mil arrestos por semana

The Washington Post

lunes, 08 marzo 2021 | 06:00

The Washington Post | Un pizarrón muestra un mensaje de bienvenida en un salón de clases

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Washington— Mientras la administración Biden se apresura a albergar a una oleada de migrantes que está aumentando rápidamente a lo largo de la frontera con México, está manejando el influjo primordialmente como un desafío a su capacidad de alojamiento. Las medidas que ha tomado están destinadas para recibir ese incremento, no para contenerlo ni cambiar esa tendencia que está aumentando.

La administración ha utilizado los centros de detención como centros de procesamiento rápido para las familias de niños pequeños, está relajando las reglas de capacidad de los albergues para disminuir la propagación del coronavirus, ha desplegado cientos de relevos para los agentes fronterizos en los cruces más concurridos y ha tratado de movilizar a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias para ayudar con las pruebas para detectar el coronavirus y poner en cuarentena a los que den positivo. 

Debido a que las camas se están llenando rápidamente, los oficiales han diseñado planes para enviar a las familias a hoteles de Texas y Arizona.

Durante varios días a la semana, los agentes estadounidenses han tomado bajo su custodia a más de 4 mil migrantes, que es casi el doble del número de enero. 

Unos 350 adolescentes y niños han cruzado diariamente la frontera de Estados Unidos sin sus padres en las últimas semanas, cuatro veces más que el pasado otoño, y muchos se quedan durante días en las celdas de los centros de detención esperando que abran los albergues. 

Aunque la mayoría de los migrantes adultos son rechazados, a los menores no acompañados se les permite quedarse, al igual que algunas familias con niños pequeños.

El presidente Biden pronto enviará asesores de alto rango a la frontera para evaluar el influjo y reportar sus hallazgos, según dio a conocer este viernes la Casa Blanca.  

Aunque funcionarios del Departamento de Seguridad Interna han advertido internamente que la oleada de migración más grande en más de dos décadas podría arribar en los próximos meses, los funcionarios de Biden no han dicho públicamente qué nuevas tácticas legales o de aplicación de la ley van a considerar, si es que utilizan alguna, para frenar eso.

Theresa Cardinal Brown, analista de inmigración del Centro de Políticas Bipartidistas de Washington, dijo que la administración está intentando de llevar este asunto como un problema de logística y operativo, “pero si lo ven como un problema político será una cuestión diferente”.

“Biden está tratando de ser diferente a Trump”, dijo. “Él dejó en claro que poner énfasis en la disuasión no era lo que iba a hacer, y fue electo. Así que, creo que usar la fuerza como un medio primario de manejar lo que está sucediendo en la frontera no es lo que desea hacer”.

Biden se postuló para presidente bajo la promesa de repudiar las políticas de su predecesor y hacer que Estados Unidos recibiera nuevamente a los inmigrantes. 

Seis semanas después de haber asumido el poder, pareció estar en camino hacia una crisis, a pesar de meses de advertencias de funcionarios veteranos de Seguridad Interna acerca de los riesgos de una política abrupta durante una pandemia y cuando millones de mexicanos, centroamericanos y otros más están enfrentando condiciones deterioradas y desesperadas en sus países de origen.

Los arrestos en la frontera ya estaban en sus niveles más altos en años cuando Biden asumió la Presidencia, y la pandemia ha reducido severamente la capacidad de detención y albergues del Gobierno. 

Biden ordenó rápidamente que se detuviera la construcción del muro fronterizo, frenó las deportaciones y dio por terminadas las medidas disuasorias tales como la política de “Permanecer en México” del presidente Donald Trump, que dejó a miles de personas que buscan asilo varadas en peligrosas ciudades fronterizas.

Líderes republicanos han acusado a Biden de provocar una crisis en la frontera, y usualmente han destacado la manera en que el tono y las tácticas del nuevo presidente son menos severas que las de la administración Obama. También han tomado la oleada en la frontera como una plataforma para las elecciones de medio término del 2022.

Biden y sus funcionarios de alto rango han urgido públicamente a los migrantes a no hacer esa travesía hacia el Norte, aunque parece que el mensaje está teniendo poco impacto. 

Las cifras de aprehensiones en la frontera están llegando a niveles que están abrumando a los agentes de la Patrulla Fronteriza y las instalaciones con un influjo récord de familias y niños durante el año fiscal del 2019, cuando las autoridades tomaron casi un millón de personas bajo custodia.

La diferencia entre esa crisis y el influjo actual es que la administración Trump tenía equipos de abogados, oficiales fronterizos y asesores de alta jerarquía en la Casa Blanca, incluyendo a Stephen Miller, para planear estrategias para aplicar la ley, para cerrar la frontera a los que buscan asilo y en algunos casos, escalar el sufrimiento de los migrantes con medidas estrictas.

Funcionarios de Biden han enfatizado que están tomando un enfoque diferente, en ocasiones han desviado preguntas escépticas acerca de su manejo de la estrategia fronteriza mencionando la ampliamente denunciada política de Trump de separar a las familias migrantes en el 2018 y el “Permanecer en México” que dejó a cientos de personas varadas en escuálidas tiendas de campaña mientras esperaban sus audiencias en la Corte de Estados Unidos… que nunca llegaron.

En marzo del 2020, la administración Trump usó una orden de salud pública conocida como Título 42 para implementar medidas de emergencia para controlar la frontera, permitiendo que los agentes “expulsaran” rápidamente a la mayoría de los migrantes a México. Después que Biden asumió el poder, ordenó detener esa práctica para los menores no acompañados, y sus cifras se dispararon desde entonces.

“Obviamente, vamos a tener más niños cruzando hacia el país debido a que estamos permitiendo que más niños se queden desde que la pasada administración inhumanamente los expulsó”, les comentó Jen Psaki, secretaria de Prensa de la Casa Blanca a los reporteros este viernes, cuando le preguntaron si Biden había aceptado la responsabilidad de esa creciente oleada.

“Vamos a seguir nuestro propio camino hacia adelante y eso incluye tratar a los menores con humanidad y respeto”, aseguró Psaki.

Lo que está menos claro es lo que la administración va a hacer si continúan los cruces no autorizados a un ritmo que está rompiendo récords. 

(Nick Miroff / The Washington Post)

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