Diario
El Paso
domingo, 21 abril 2019 | 06:00
Las Cruces, NM— Un hombre de Nuevo México, quien es miembro de un grupo civil armado que se dedica a detener migrantes cerca de la frontera entre Estados Unidos y México, y que fue arrestado bajo sospecha de ser un delincuente en posesión de armas de fuego, enfrentó cargos similares hace 13 años en Oregon.
Larry Mitchell Hopkins, de 69 años, también fue acusado de hacerse pasar por un oficial de la Policía en el Condado de Klamath, Oregon, en el 2006 y aseveró ser un cazarrecompensas prófugo de la ley, según reportó el domingo el Santa Fe New Mexican.
El FBI y la Policía de Sunland Park arrestaron a Hopkins el sábado debido a una denuncia federal.
Hopkins fue ingresado al Centro de Detención del Condado de Doña Ana en Las Cruces y no se sabe si cuenta con un abogado que pudiera dar algún comentario en torno a las acusaciones.
El FBI informó que Hopkins es originario de Flora Vista, una comunidad rural de Nuevo México, aproximadamente unas 353 millas (572 kilómetros) al Norte de Sunland Park, un suburbio en El Paso, Texas.
Frank Fisher, vocero del FBI, dijo que no se dará a conocer mayor información sobre Hopkins hasta que comparezca ante una Corte federal hoy lunes en Las Cruces.
En el 2006, un reporte de la Oficina del Sheriff del Condado de Klamath, decía que Hopkins fue encontrado en una gasolinera en Keno, Oregon, mostrándoles algunas armas de fuego a unos jóvenes y diciéndoles que él era un oficial de la Policía.
Hopkins portaba una insignia que decía “agente especial” y numerosas medallas prendidas a su camisa, de acuerdo con el reporte obtenido por el Santa Fe New Mexican.
El periódico dijo que los documentos de la Corte fueron descubiertos por el Centro para la Ley de la Pobreza del Sur, organización que monitorea a los grupos de odio y grupos extremistas en Estados Unidos.
En su declaración de culpabilidad en el caso, los archivos muestran que Hopkins admitió haberles dado la impresión a otras personas “de que yo era un oficial de paz”, al mismo tiempo que portaba un arma de manera ilegal, ya que era un delincuente condenado.
Las autoridades federales advirtieron el viernes a los grupos privados que no vigilaran la frontera, después de que una serie de videos en las redes sociales mostraran a civiles armados deteniendo a grupos de familias centroamericanas en Nuevo México.
Los grupos civiles armados han estado activos en la frontera por años, especialmente cuando grupos numerosos de migrantes se hacen presentes. Pero, a diferencia de lo que se veía antes, muchos de los migrantes que ahora cruzan la frontera son menores.
El Departamento de Relaciones Exteriores de México, en un comunicado emitido el sábado, expresó una “profunda preocupación ante las actividades de intimidación y extorsión hacia los migrantes por parte de grupos de la milicia en la frontera de Nuevo México… este tipo de prácticas puede conllevar al atropello de los derechos humanos de las personas que migran o que solicitan asilo político o refugio en Estados Unidos”.