El Paso

Nike invita a soñar a sus atletas… hasta que se embarazan

Para mujeres que viven del atletismo, tener un hijo puede conllevar incertidumbre y angustia

The New York Times

domingo, 26 mayo 2019 | 06:00

The New York Times | Alysia Montaño, embarazada, en una carrera de 800 metros en junio de 2014 The New York Times | Kara Goucher y su esposo, Adam, en el campus de Nike en Oregon, poco después de que reveló su embarazo en 2010

Nueva York— Muchas empresas de ropa deportiva, entre ellas Nike, dicen apoyar a las atletas. Un comercial lanzado en febrero recibió un reconocimiento generalizado por presentar a mujeres atletas en todas las etapas de su carrera, desde la infancia hasta la edad adulta y también durante la maternidad. Luego, en el Día de las Madres de este año, Nike lanzó otro anuncio que promueve la equidad en el deporte.

Pero eso solo es publicidad.

La realidad económica en deportes como el atletismo es distinta que la de otros como el baloncesto o el fútbol. En las carreras, los atletas no reciben un sueldo de una liga. En cambio, sus ingresos provienen casi exclusivamente de acuerdos de patrocinio firmados con empresas de ropa y artículos deportivos como Nike y Asics.

Los mejores atletas entre los mejores pueden complementar esos ingresos con el dinero de los premios que obtienen al ganar competencias. Aunque la mayoría de esas atletas –que a menudo son el sostén de su familia– firman acuerdos exclusivos por cantidades de cinco o seis cifras que las mantienen comprometidas con una sola empresa.

Para muchas de estas atletas, practicar su deporte es una forma de ganarse la vida de una manera decente, haciendo lo que aman y en lo que destacan. No se vuelven millonarias.

Sin tiempo para la maternidad

Los deportes cobran factura con el cuerpo; los patrocinadores usualmente se adaptan a los tiempos de descanso de sus atletas cuando se recuperan de lesiones. Sin embargo, rara vez ofrecen un tiempo suficiente para tener un hijo.

“La industria de los deportes permite a los hombres tener una carrera plena. Pero si una mujer atleta decide tener un bebé, esa industria la margina incluso cuando está en su mejor etapa”, afirma Alysia Montaño, atleta olímpica, campeona estadounidense y madre, en un video. 

“Empresas como Nike nos dicen: ‘Atrévete a soñar con locura’, pero yo digo: ‘¿Qué tal si dejan de tratar nuestros embarazos como si fueran lesiones?'”. Montaño agrega que, como madres: “Nosotras somos las que debemos dejarles claro a nuestras hijas cuál es la diferencia entre un sueño y la publicidad”.

Los cuatro ejecutivos de Nike que negocian los contratos para quienes practican atletismo profesionalmente son hombres.

“Embarazarse es el beso de la muerte para una atleta”, dijo Phoebe Wright, corredora patrocinada por Nike de 2010 a 2016. “De ninguna manera le diría a Nike si estuviera embarazada”.

Más de una decena de practicantes de atletismo, agentes y otras personas que saben del negocio describen una industria multimillonaria que, en público, elogia a las mujeres por tener hijos, pero no les garantiza un salario durante el embarazo ni en la primera etapa de la maternidad.

Correr o amamantar

Para la competidora olímpica de carreras de larga distancia Kara Goucher, la parte más difícil de la maternidad no fue cuando retomó su entrenamiento tan solo una semana después del parto en 2010. Ni siquiera fue cuando su médico le dijo que debía elegir: o corría los 190 kilómetros cada semana o amamantaba a su hijo; su cuerpo no podía hacer ambas.

El momento más difícil fue cuando Goucher se enteró de que Nike dejaría de pagarle hasta que comenzara a competir de nuevo. Ya estaba embarazada. Entonces programó correr un medio maratón tres meses después de que tuvo a Colt. Pero su hijo se enfermó de gravedad. Goucher debía elegir de nuevo: estar con su hijo o prepararse para la carrera que esperaba que le devolviera su sueldo.

Siguió entrenando. “Sentí que debía dejarlo en el hospital para salir a correr, en vez de estar con él como lo haría una madre normal”, dijo Goucher, quien lloró al recordar ese momento. “Jamás me perdonaré por eso”.

¿Cambio de enfoque?

Nike reconoció mediante un comunicado que algunas de sus atletas han visto reducidos sus pagos de patrocinio debido a los embarazos. No obstante, la empresa dice que cambió su enfoque en 2018 para que las atletas ya no fueran penalizadas. Nike no especificó si esos cambios están estipulados en los contratos de aquí en adelante.

De acuerdo con un contrato de Nike para patrocinio de atletismo de 2019 al que tuvo acceso The New York Times, la empresa deportiva aún puede reducir el pago de un atleta “por cualquier motivo” si la persona patrocinada no cumple un umbral de desempeño específico. Por ejemplo, si queda fuera de los primeros cinco lugares en una clasificación mundial. No hay excepciones para el parto, el embarazo ni la maternidad.

La mayoría de la gente que habló con el Times solicitó conservar su anonimato, pues temía represalias o había firmado acuerdos de confidencialidad, lo cual quizá ayude a explicar por qué esos arreglos han persistido.

Muchas leyes estadounidenses protegen los derechos de las empleadas embarazadas; por ejemplo, no se les puede despedir. Sin embargo, puesto que los atletas profesionales son más como contratistas independientes, esas protecciones no aplican.

Una forma de ganarse la vida

Cuando Alysia Montaño corrió en el Campeonato de Estados Unidos de 2014 en su octavo mes de embarazo, la elogiaron por ser “la corredora embarazada”. En privado, tuvo que luchar con su patrocinador para que siguieran pagándole.

Los patrocinadores a veces sí les pagan a las nuevas madres. Serena Williams es un célebre ejemplo de esa situación. Pero muchas veces hasta las que sí reciben un pago a menudo deben rogar para que les den el dinero.

Goucher llevó a cabo más de una decena de presentaciones no pagadas en nombre de Nike durante su embarazo de alto riesgo. Tuvo que esperar más de cuatro meses para revelar que estaba embarazada, con el fin de que Nike pudiera anunciarlo en el Día de las Madres (lo hizo con un artículo en The New York Times).

Este tipo de presiones pueden llevar a complicaciones de salud. Goucher sufre lesiones crónicas en la cadera desde que compitió en el Maratón de Boston siete meses después del parto.

“A mí y a mi hijo nos afectó muchísimo mental y físicamente”, dijo Goucher. “Regresar a las competencias tan pronto fue una mala decisión. Además, me resulta desgarrador observar la situación en retrospectiva y saber que no fui el tipo de madre que quería ser”.

Las nuevas madres no solo batallan con sus patrocinadores. Los atletas de élite estadounidenses reciben un seguro médico del Comité Olímpico de Estados Unidos y de USA Track & Field. Pero ese seguro puede desaparecer si las mujeres no califican en los niveles más altos de las carreras más competitivas del país. Goucher y Montaño perdieron su seguro médico porque no pudieron competir en ese nivel mientras tenían a sus hijos.

“Algunas personas creen que las mujeres corren embarazadas por interés propio”, dijo Wright. “A veces es así, pero también lo hacen porque hay un bebé que alimentar”.

FRASE

“Embarazarse es el beso de la 

muerte para una atleta”

Phoebe Wright,

corredora patrocinada por Nike de 2010 a 2016

Decisiones 

difíciles

La suspensión del pago por patrocinio durante su embarazo y hasta que volviera a competir, llevó a Kara Goucher, competidora olímpica de carreras de larga distancia, a retomar su entrenamiento tan solo una semana después del parto, dejar de amamantar y salir a entrenar aun cuando su hijo de 3 meses estaba grave en el hospital.

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