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El Paso
viernes, 17 marzo 2023 | 06:00
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Peñitas, Texas— La hija de una de las dos hermanas de Texas que desaparecieron en México junto con su amiga hace tres semanas mientras viajaban a un mercado de pulgas dice que no ha perdido la esperanza de que las encuentren.
“Estamos esperando que regresen a casa”, dijo María Guadalupe Ramírez, de 27 años, a KRGV-TV en Weslaco.
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El FBI dijo en un comunicado ayer jueves que no podía comentar sobre la investigación, pero señaló que la agencia “busca sin descanso todas las opciones cuando se trata de proteger al pueblo estadounidense, y esto no cambia cuando están en peligro al otro lado de la frontera”.
Las tres mujeres: la madre de Ramírez, Marina Pérez Ríos, de 48 años; la tía de Ramírez, Maritza Trinidad Pérez Ríos, de 47 años; y su amiga, Dora Alicia Cervantes Sáenz, de 53 años, se dirigían a un mercado de pulgas para vender ropa en la ciudad mexicana de Montemorelos, en el estado de Nuevo León. La oficina del fiscal estatal en Nuevo León ha dicho que está investigando la desaparición.
Las hermanas viven en Peñitas, una pequeña ciudad fronteriza de Texas cerca de McAllen, y son residentes legales de EU, mientras que su amiga, Sáenz, vive en México, informó KRGV.
Ramírez, quien habló con la televisora el martes, dijo que ha estado en contacto con las autoridades mexicanas. Ella le dijo a la estación de televisión que su madre y su tía, que crecieron en Nuevo León, han hecho el viaje varias veces al mercado.
“Se divirtieron saliendo, conociendo gente nueva”, dijo Ramírez a KRGV.
Ramírez le comentó a The Monitor en McAllen que la última vez que habló con su madre fue el 25 de febrero, un día después de que su mamá y su tía cruzaran la frontera con México.
Otro caso de estadounidenses que desaparecieron en el vecino país recibió una avalancha de atención a principios de este mes cuando su secuestro el 3 de marzo fue captado en video después de un tiroteo de un cartel de la droga en Matamoros. Ese caso se resolvió en cuestión de días cuando los cuatro fueron encontrados en una choza de madera. Dos estaban vivos y dos estaban muertos.
La búsqueda masiva de los cuatro estadounidenses secuestrados involucró escuadrones de soldados mexicanos y tropas de la Guardia Nacional. Pero para la mayoría de los 112 mil mexicanos desaparecidos en todo el país, los únicos que los buscan son sus familiares desesperados.
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