El Paso

La increíble búsqueda de una fronteriza de una casa en Italia por un euro

Ante la falta de población, regiones de ensueño ofrecen viviendas por menos de lo que cuesta un café

Martha Patricia Giovine
Especial para El Diario

domingo, 08 diciembre 2019 | 06:00

Patricia Giovine/Especial | Viviendas por un euro en Lecce Nei Marsi, Abruzzo Patricia Giovine/Especial | Viviendas por un euro en Lecce Nei Marsi, Abruzzo Patricia Giovine/Especial | Viviendas por un euro en Lecce Nei Marsi, Abruzzo Patricia Giovine/Especial | Sambuca de Sicilia ofrece casas por un euro Patricia Giovine/Especial | Sambuca de Sicilia ofrece casas por un euro Patricia Giovine/Especial | Sambuca de Sicilia ofrece casas por un euro Patricia Giovine/Especial | El vice sindaco de Sambuca Patricia Giovine/Especial | El alcalde de Sambuca Douglas Mossier/Especial | Margharete Licata y Emmanuele Fiorica, agentes inmobiliarios

Roma, Italia— A las comunidades de “Casa por un Euro” no se llega de una sola tirada; son remotas, pequeñas, pero están en Italia y sí, sus casas se venden en un euro, poco más de un dólar americano.

La iniciativa que ofrece viviendas por tan solo un euro (1.11 dólares al tipo de cambio actual) ha atraído a Italia a cientos de miles de personas que tienen la esperanza de hacerse de un pedacito de tierra en regiones como Sicilia, la Toscana, Abruzzo o al norte, en el Piamonte, que hace frontera con Suiza. 

El programa es el remedio que las autoridades de municipios pequeños han echado a andar para evitar convertirse en pueblos fantasmas, ya que por estar en regiones poco accesibles se han ido despoblando. 

Los jóvenes parten a las universidades en las grandes ciudades, o en busca de oportunidades de trabajo y la tasa de mortalidad es mayor a la de natalidad.

No obstante su localización remota y que son comunidades pequeñas, las casas en un euro han despertado el interés internacional. Y es que hacerse de una propiedad en Italia, en especial en las ciudades grandes no es tan accesible. Al menos no para una persona de clase media trabajadora como yo y tampoco para muchos más. 

En Palermo, por ejemplo, un departamento de dos recámaras va de los 250 mil (276 mil 470 dólares) a los 600 mil euros (663 mil 500 dólares); en Nápoles uno similar tiene un costo de aproximadamente 300 mil a 700 mil euros y en Roma no se consigue uno de una recámara en menos de 500 mil. Ya no se diga en Florencia, la ciudad más cara de Italia (antes hubiera sido Venecia, pero se está inundando tan frecuentemente que la gente ya tiene miedo de invertir en una propiedad ahí).

Es por ello que cuando comenzó a darse a conocer que algunos poblados de Italia ofrecen casas por un euro, italianos, pero sobre todo extranjeros (de los más diversos países) se volcaron a estos pueblos, bloqueando los teléfonos con decenas de miles de llamadas, miles de correos electrónicos a las alcaldías y, en muchos casos, visitas para conocer las propiedades.

“Hemos iniciado una revolución pacífica”, dice el alcalde de Sambuca de Sicilia, Leonardo Ciaccio que nos comenta que fue tanta gente la que llegó, que organizaron dos recorridos al día para ver las viviendas, y en cada recorrido había entre 30 a 50 personas.

Actualmente son 19 los municipios en Italia que ofertan casas por menos de lo que cuesta un cappuccino en regiones como Piamonte, la Toscana, Campaña, Abruzzo, Puglia y Sicilia.

Esta misma semana, dado el éxito que ha tenido la iniciativa en otras entidades, se ha unido un poblado más: Bivona, en Sicilia, que además ofrece incentivos en impuestos a quienes compren una propiedad y la rehabiliten.

Las casas que se venden como parte de este programa, son aquellas que han sido cedidas por propietarios que no tienen el dinero o interés en rehabilitarlas, y que no quieren seguir pagando los impuestos que se imponen a los propietarios de una segunda casa. Por lo general era la casa de los abuelos o de los padres y están abandonadas en condiciones de deterioro en diversos grados.

Condiciones de las viviendas

Debo decir, después de visitar tres de estas comunidades y ponerme en contacto con los municipios de otras, que no todo es tan sencillo cuando se trata de esta iniciativa. Y es que las casas que se ofrecen como parte de este programa, están en su mayoría derruidas; en algunos casos hay que levantarlas desde sus cimientos, necesitan plomería, instalación eléctrica, muros, techos… pero bueno, esto es de esperarse si se compra una vivienda por un euro.

Sorprendentemente esto no desalentó a decenas de compradores que ya se han hecho de una, o a quienes están en busca, ya que estiman que si compran en un euro, pueden rehabilitar una de buen tamaño con menos de 50 mil euros (55 mil 300 dólares).

El elemento económico no lo es todo. Las personas que viajan muy entusiasmadas a Italia decididas a comprar su casa en un euro se encuentran con que la mayoría de estas propiedades no están directamente conectadas con las grandes ciudades en donde se encuentran los hospitales, los centros comerciales, la vibrante vida nocturna. Porque si eso es lo que uno busca, entonces las casas por un euro no son una opción. 

En cambio, lo son para quienes buscan un sentido de comunidad, en donde la mayoría de los habitantes son italianos, y no turistas, con sus fiestas y costumbres, en donde se produce aceite de olivo y vinos locales, y los alimentos son frescos. En donde las montañas o el lago sean la vista de todos los días y la gente se salude y se recorra el pueblo caminando, entonces estos pueblitos son ideales.

Regulaciones

Otro aspecto a tomar en cuenta son las condiciones que los municipios imponen para adquirir una de estas propiedades y que hacen que muchos den un paso atrás.

Para empezar, el comprador se compromete a reconstruir la casa en un periodo no mayor a 3 años y debe dejar 5 mil euros de garantía al momento de firmar el contrato. De no rehabilitar la casa de acuerdo a las regulaciones de la ciudad en esos tres años, la persona pierde los 5 mil euros y la propiedad.

Otra regulación que excluye a potenciales compradores es que algunos municipios –no todos–, piden que la persona establezca residencia en esa ciudad.

Para establecer residencia hay que ser residente legal de Italia a través de un “Permesso di soggiorno” o permiso de permanecer en el país por más de tres meses (que son los que permite la visa de turista), o bien contar con la ciudadanía Italiana.

Y bueno, hay que tener de entrada 10 mil euros para pagar tanto la garantía que pide el municipio, como los gastos de cierre.

En el caso de Bovina, el municipio únicamente pide 2 mil 500 en garantía.

Pasos a seguir

Una vez que uno toma en serio la idea de ser candidato a una de estas casas se establece la comunicación con el municipio o bien con una de las personas llamadas “Scout de propiedades” que ofrecen información a los interesados, especialmente a aquellos que viven fuera de Italia para determinar cuál es el mejor lugar para ellos de acuerdo a sus circunstancias o predilecciones, brindan dar datos sobre los poblados y sirven como enlace con las autoridades que en la mayoría de los casos hablan únicamente italiano. Otra opción es ponerse directamente en contacto con la persona encargada del programa en cada municipio.

Cada uno de los poblados ofrece una lista de propiedades y la persona elige y hace cita para viajar a Italia a conocerlas (los intermediarios o scouts puede ayudar a hacer la cita). Algunas entidades ofrecen tours para recorrer las propiedades.

Una vez que se elige una, se presenta una oferta y de ser aceptada el comprador debe cerrar el contrato y, pagar por el cambio de propietario ante el notario, los gastos de traductor en caso de ser necesario, y el monto de la garantía. Y, por su puesto, iniciar lo más pronto posible con las renovaciones.

En busca de mi casa por un euro 

Con toda esta información elegí visitar tres poblados que ofrecen “Casas por un Euro”.

Mis consideraciones para elegirlos fueron que no estuvieran demasiado remotas y que existiera trasporte público que las conectara a ciudades importantes en donde hubiera hospitales, aeropuertos, tiendas.

El primero de ellos fue Lecce di Marsi, y la razón es que el mapa me mostraba que está a poca distancia de Roma, que por ser la capital de Italia ofrece aeropuertos internacionales, hospitales con servicios de especialistas y de emergencia, y centros comerciales además de dos estaciones de tren que conectan la capital a toda Europa.

Lecce Nei Marsi está en la provincia de Abruzzo, a la misma altura en la bota que Roma, pero rumbo al Oeste, tiene mil 600 habitantes y se encuentra en zona montañosa. Está además a tres horas en tren de Pescara, la capital de Abruzzo y un puerto importante.

Salimos (viajé con una amiga) un sábado rumbo a Lecce desde Roma. Para llegar hubo primero que abordar un camión a Avenzano. El autobús hace una hora mientras que el tren hace tres. 

Una vez en Avenzano, esperamos el camión 40 minutos y salimos a Lecce. Es un trayecto de otra hora 15 minutos. No hay nada directo Roma-Lecce.. 

La idea era hablar con el síndaco (alcalde) y permanecer una noche para conocer el movimiento de la gente, su ambiente dominical. En fin, conocer más el pueblo.

Pero resulta que no hay hoteles y el único Bed and Breakfast no estaba disponible porque los primos de la familia estaban de visita y ocupaban todos los cuartos.

Y por si no fuera suficiente, los domingos no hay camión ni otra forma de transporte que salga de Lecce. O sea que, o se tiene vehículo propio o no se sale de Lecce en domingo.

El caso es que no tuvimos otra opción que regresar el mismo sábado.

Al llegar a Lecce y bajarnos del camión, caminamos unos pasos y nos encontramos con una placita pequeña con su iglesia al fondo. Había poca gente en las calles, pero justo junto a la iglesia, en una banquita unos señores en sus setentas platicaban animadamente con una señora igual de joven. Comenzaron a vernos con curiosidad, pero a diferencia de Calabria a donde fuimos una vez y nos veían con desconfianza, aquí era una curiosidad amigable y nos acercamos a ellos. Estaban bromeando con la señora, y nos platicaron que esperaban la salida de unos novios que se casaban en ese momento en la iglesia, y que al término de la ceremonia harían el recorrido nupcial por las calles del pueblo. Una de sus tradiciones.

Uno de estos señores conoce al síndaco Gianluca de Angelis y lo comunicó por teléfono con nosotros. Este nos informó que el programa en Lecce está en fase de planeación y que esperan echarlo a andar el año que entra porque no es tan fácil el papeleo de cesión de propiedades. Pero bueno, ya se anuncian.

Caminamos con este grupo por las callecitas llenas de color; las señoras de edad sentadas afuera de sus viviendas viendo pasar a la gente... y la vida. Sentí que estaba en una película de Fellini filmada en una de esas ciudades italianas detenidas en el tiempo.

El camión de regreso se espera a una cuadra de la placita y ahí esperamos mientras las señoras en sus portales nos observaron hasta que subimos al camión de regreso a Avenzano.

19 kilómetros que se hacen una hora

Bueno, esa fue la experiencia en Abruzzo, así que dirigimos la mirada hacia el Norte, en la Toscana, al poblado de Fabricche de Vergemoli.

Lo que me llamó la atención de Fabricce es que queda a 19 kilómetros de Lucca, en la Toscana. Lucca es una de las ciudades que a mi me parece de las más bellas de Italia, con su plaza redonda y sus torres medievales, en donde se llevan a cabo eventos internacionales. En julio pasado estuvo en concierto Elton John, por ejemplo.

Imaginé que podríamos llegar a Lucca y de ahí habría algún camión que hiciera máximo 30 minutos a Fabricche, que en el mapa se ve muy cerquita, pero no. Desde Lucca no hay manera de llegar en menos de un hora 20 minutos, por las características del terreno.

Fabriche es una población de 750 habitantes. Para llegar tuvimos que tomar un tren a Pietra Santa y un camión a Vergemoli. Nos encontramos con que no se trata de un poblado con casas, sino casas esparcidas en la montaña. Es una zona rural dedicada al agriculturismo. 

En realidad, para llegar desde Roma a Fabricche son aproximadamente 8 horas, con cambios de camión y tren, finalizando en vehículos particulares. Ofrece la belleza de los valles de la Toscana, con sus viñedos y sus valles inmensos; pero no es una zona de fácil acceso.

Sambuca di Sicilia

Enfoqué después mi atención al sur, en busca ahora de una comunidad más conectada a una ciudad grande, con un mayor número de habitantes, con gente cálida, montañas y agua. Buscaba un pueblo típico en donde hubiera cafecitos –muy importantes para mí–, restaurantes y doctor, y di con Sambuca di Sicilia.

Hay otras comunidades en Casa por un Euro en Sicilia, como Ganghi, Cammarata, y ahora Bivona, pero para llegar a ellas de la capital de Sicilia, que es Palermo toma más de tres horas. En cambio llegar a Sambuca requiere tan solo de un viaje directo Palermo-Sambuca en camión, que hace aproximadamente una hora 15 minutos.

Investigué un poco más de este pueblito antes de ir. Lo primero que me llamó la atención fue eso, que está a una hora de Palermo, una ciudad grande con un aeropuerto importante, hospitales, centros comerciales, plazas, palacios y considerada una de las cuatro ciudades más importantes en Italia y de las más visitadas. 

Sicilia no tiene la sobriedad del Norte de Italia. Es más bien viva, vibrante; sobre todo Palermo. 

Dicen que mientras más al sur, más cálida y más amigable es la gente. 

También me llamó la atención que tiene 6 mil habitantes, lo que lo hace pequeño, pero con vida. En donde muchos se conocen entre si, pero no todos.

Me gustó también que está a tan solo 20 kilómetros del mar, pero al mismo tiempo en zona de montañas. 

Como si eso fuera poco, Sambuca fue elegida en 2016 “Il Borgo piú bello de Italia” (El pueblo más bello de Italia) y en tres ocasiones más ha sido finalista.

En fin, que me entusiasmó de manera especial la idea de visitar Sambuca.

Intenté contactar días antes al síndaco con correos electrónicos en varias ocasiones. Todo lo que recibí en dos ocasiones fue un mensaje en el que me decían que con todo gusto fuera, que el período para aceptar ofertas para las casas por un euro terminaba en abril de 2019… y estábamos a noviembre del 2019 (¿O sea, cómo?, ya no se aceptan? ¿Ya no hay casas? ¿No hay ampliación del plazo?)

Todas estas preguntas se las hice en un mensaje que le envié de regreso, pero nunca me contestaron. Finalmente tomé el teléfono y marqué a su oficina. Me contestó eventualmente el vice síndaco (algo así como el vicealcalde de la ciudad) Giuseppe Cacioppo. 

Me puse de acuerdo con él en la fecha en que los visitaría y me pasó datos de cómo llegar.

Tomando el camino largo

Hay dos maneras de llegar a Sambuca desde Palermo si no es en carro: Una en un autobús directo y la otra tomarlo a un lugar que se llama Gulfa que está a seis millas de Sambuca. El vice-síndaco nos hizo el favor de pasarnos los horarios de las salidas, pero éstas cambian constantemente.

Un carro no era opción para mí en esa ocasión, porque hace un par de meses me robaron la cartera con todo y mi licencia de conducir. Así que no podía rentar uno.

El caso es que cuando llegamos muy temprano, como a las 9:00 AM a comprar el boleto para el camión a Sambuca, nos dijeron que ese día había una sola salida a las 3:00 PM, pero que en ese preciso momento estaba saliendo un camión a Gulfa. Corrimos y alcanzamos a subirnos sin averiguar más, y ahí vamos… a Gulfa.

Cualquiera hubiera pensado –como yo– que una vez en Gulfa podríamos tomar un camión o un taxi a Sambuca; después de todo la distancia es de 6 millas. Pero cuando se detuvo el camión, después de una hora de viaje y el conductor nos informo que ahí era, nos bajamos todos desconcertados. 

No había nada, estábamos en un valle al estilo toscano inmenso, a poca distancia una construcción de piedra no muy grande, ancestral en ruinas vacía y a un lado, un techito como esos de las paradas de camiones. Pero de servicio de transporte urbano, nada. Debo decir que para mi caminar no es problema, pero estaba lloviendo.

Había gente que se bajó del camión con nosotros, pero tenían ahí estacionado su carro y se iban. O bien, pasaban por ellos, pero no había ni camiones locales, ni taxis.

Bueno, el caso es que aprovechando el momento, comencé a platicar y entrevistar a una señora que también bajó del camión. Me dijo que es de Gangi, otra población de Casas por un Euro. Me comentaba que sus jóvenes abandonan esas ciudades porque no tienen oportunidades para prosperar, por que buscan las ciudades en donde hay universidades, conciertos, trabajos, vida nocturna. Sin embargo, me decía, ella está muy contenta en Gangi y el programa de Casa por Un Euro ha logrado la venta de una docena de casas que actualmente están en reparación. Me cuenta que los habitantes tienen la esperanza de que el proyecto reactive la economía y logre así que sus jóvenes regresen a casa más seguido. De pronto llegó una amiga por ella y se despidió. Las vi cruzar algunas palabras mientras yo hacia una llamada para pedir que nos recogieran, pero la señora regresó a donde yo estaba para decirme que su amiga nos iba a dar un aventón.

Nos dejaron en la entrada de Sambuca y una vez nos bajamos del carro quedó frente a nosotros un grupo de negocios pequeños y al fondo un valle inmenso… pero lo mejor de todo estaba a un lado: un bar –así se les dice en Italia a los negocios de café–, en el que nos dieron una acogida muy cálida, y en donde nos refugiamos de la lluvia, y desayunamos un cappuccino y un corneto (un cuernito relleno).

El vice síndaco Cacioppo nos recibió poco después en el edificio del Ayuntamiento. A su oficina llegamos caminando. El pueblo se recorre caminando. Del café en donde estábamos al ayuntamiento teníamos que caminar por la avenida principal y a los lados encontramos pequeños bares, restaurantes, oficinas y otros negocios.

Cacioppo nos platicó que el programa por de Casa por un Euro ha ocasionado una “revolución pacífica” en Sambuca. Miles de personas de todo el mundo enviaron correos electrónicos buscando información y llegaban a pueblo a hacer uno de los dos recorridos diarios que se llevaron a cabo por meses para visitar las casas.

Fue tanta la demanda, que ellos, a diferencia de otros poblados con el programa, terminaron subastando las propiedades comenzando en un euro. El síndaco Leonardo Ciaccio se reunió más tarde conmigo y comentó que fueron 16 las casas que se vendieron en “Casa por un Euro”. Sin embargo 74 familias de todo el mundo vieron la oportunidad de comprar una casa particular, porque las que no están en el programa y están semi-renovadas, están en muchos casos por debajo de los 60 mil euros y no necesitan tanto trabajo. Entre los compradores hay familias de Holanda, Alemania, y de los estados de Texas, Virginia y California, de Estados Unidos.

Y es que de acuerdo a Emanuelle Fiorica, director de Inmobiliaria 2000 en Sambuca, a partir de que el poblado ha atraído a tanta gente, el negocio de bienes raíces ha florecido como nunca. Personas que tenían propiedades abandonadas, las pusieron a la venta de inmediato aprovechando el momento.

Nos explicó que la ventaja es que estas casas están en mejor estado y renovarlas no cuesta tanto.

Margherita Licata, que trabaja en la oficina de Bienes Raíces nos dio un recorrido por casas actualmente en venta. Todas ellas sólidas, y con necesidad de calefacción, aires, algo de plomería, pintura y cocina, pero nada estructural que requiera levantarla nuevamente.

Nos platicó que estos poblados tienen sus celebraciones locales, y esos días se hace la fiesta en las calles. Los habitantes de Sambuca de Sicilia han recibido a los nuevos dueños de propiedades como miembros de la comunidad, y la población se hace cada vez más internacional, sin perder su naturaleza de pueblo típico italiano

“Quienes han llegado no vienen a imponernos sus costumbres sino a adoptar las de Sambuca”, dijo, cuando le pregunté si no tenían miedo de perder su identidad con tanto comprador internacional.

Ciaccio, que a mi modo de ver es un alcalde progresista que ha logrado enfocar la atención internacional en ese pequeño poblado que es Sambuca, dice estar convencido que tienen todo para convertirse en un atractivo turístico para los amantes de la naturaleza y para quienes quieran estar cerca de la vida de una ciudad, pero tener la paz de la naturaleza.

El lugar es además productor de unos de los vinos más vendidos de Italia, producen también quesos, aceite de oliva y su comida es fresca y orgánica.

Cacioppo nos comentó que las 16 casas que eran ofrecidas a un euro ya habían sido asignadas. En realidad no a un euro, sino en más, porque tuvieron tanta demanda que aceptaron ofertas y las vendieron a quienes ofrecieron más. Por lo mismo en la actualidad no tienen más casas a un euro pero esperan adjudicarse otra veintena de éstas para echar a andar el programa nuevamente en el 2020. Lo mismo ocurre con Cammarata, también en Sicilia.

Entre quienes compraron una de las casas a un euro se cuenta la actriz Lorain Bracco (Dr. Jennifer Melfi en Los Sopranos) nacida en el Bronx, pero de origen Italiano.

La casa de Bracco en Sambuca fue renovada bajo la lente de Discovery Channel, que prepara un especial “El Fenómeno Sambuca” para dar a conocer el pueblo, y el desarrollo de una casa adquirida en el programa de “Casa por un Euro”.

Actualmente hay casas disponibles en un euro en Fabbriche (Toscana) en Zungoli (Campaña), en Puglia, el Piamonte, y en Sicilia en Gangi y en Bivona.

Los promotores de este programa esperan que con el éxito de esta iniciativa un mayor número de poblados, que están en peligro de convertirse en pueblos fantasmas se unan, reactiven su economía y desvíen el turismo a rincones de Italia igualmente bellos que Venecia o Florencia.

Por lo pronto ya muchas familias de todos los continentes, entusiasmadas por los atractivos del programa están en busca de su rinconcito en Italia.

Y quien sabe si un día, algunos de estos pueblecitos ahora desconocidos, se conviertan en un destino turístico de este entrañable y mágico país que es Italia.

No todo es color de rosa

Los municipios ponen condiciones para adquirir una de estas propiedades. Una de ellas es que el comprador debe comprometerse a reconstruir la casa en un periodo no mayor a 3 años y debe dejar 5 mil euros de garantía al momento de firmar el contrato. De no rehabilitar la casa en ese periodo, la persona pierde los 5 mil euros y la propiedad.

Iniciativa atrae a actriz…

Entre quienes compraron una de las casas a un euro en Sambuca se cuenta la actriz Lorain Bracco (Dr. Jennifer Melfi en Los Sopranos), nacida en el Bronx, pero de origen Italiano.

La casa de Bracco en Sambuca fue renovada bajo la lente de Discovery Channel, que prepara un especial (“El Fenómeno Sambuca”) para dar a conocer el pueblo y el desarrollo de una casa adquirida en el programa de “Casa por un Euro”.

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