Iluminan a El Paso con luz de Janucá

Janucá, la festividad judía que enciende luces durante ocho días para conmemorar un milagro en la rededicación del Templo de Jerusalén hace más de 2 mil 100 años, inició este domingo al atardecer.

Para conmemorar la primera jornada de la festividad –que dura ocho noches–, la sinagoga Chabad-Lubavitch de El Paso encendió este domingo la menorá pública de diez pies –tres metros– de alto erigida en la calle Escondido.

El representante estatal Art Fierro fue invitado para prender la flama más grande del candelabro, conocido como el “shamash”, que significa “guía” en hebreo. A partir de esta candela se prende el resto de manera gradual: una cada noche, hasta completar ocho en la última.

Después del encendido del domingo, hubo una celebración comunitaria que incluyó un bar de falafel –comida típica frita del Medio Oriente–, artesanías con velas y juegos con el ‘dreidel’, una especie de pirinola que se utiliza en esta época.

La iluminación de la menorá pública está organizada por el rabino Yisrael Greenberg, quien comentó: “Janucá es única en el sentido de que su mitzvá primaria se observa en público. No es suficiente ser un judío de corazón, o incluso en casa, sino ser como una menorá, proclamando con orgullo su radiante singularidad para que todos la vean”.

En la actualidad, la exhibición pública sin precedentes de Janucá se ha convertido en un elemento básico de la vida cultural y religiosa judía, alterando para siempre la práctica y la conciencia estadounidense del festival. 

La menorá de El Paso es una de los más de 15 mil candelabros gigantes públicos grandes patrocinados por Chabad –una organización global– en más de 100 países de todo el mundo, incluso frente a lugares emblemáticos como la Casa Blanca, la Torre Eiffel y el Kremlin que ayudan a niños y adultos de todos los ámbitos de la vida. 

Janucá, el Festival de las Luces, comenzó este año la noche del domingo 28 de noviembre y concluye la noche del lunes 6 de diciembre. Recuerda la victoria de un pueblo judío militarmente débil que derrotó a los griegos sirios –del Imperio Seleucida– que habían invadido el antiguo Israel y buscado imponer restricciones al estilo de vida judío y prohibir la libertad religiosa. 

También profanaron el templo y los aceites preparados para el encendido de la menorá, que era parte del servicio diario. Al recuperar el Templo, sólo se encontró un frasco de aceite puro, suficiente para quemar sólo un día, pero milagrosamente duró ocho. 

En conmemoración, los judíos celebran Janucá durante ocho días encendiendo un candelabro de ocho brazos conocido como menorá.