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El Paso

Galería: Desilusiona a El Paso poca afluencia en primer día

Escasez de compradores mexicanos fue notable en negocios paseños tras reapertura de puentes

Luz del Carmen Sosa
El Diario de Juárez

martes, 09 noviembre 2021 | 10:20

Staff / El Diario de Juárez | el paso del Norte, vacío Staff / El Diario de Juárez | En Cielo Vista, la actividad inicia hasta pasadas las 10 de la mañana; durante la primera hora son pocos los clientes juarenses Carlos Sánchez / El Diario de Juárez | El puente de la calle Stanton luce vacío a las 3 de la tarde; la tarifa de peaje vehicular llega a los 80 pesos Staff / El Diario de Juárez | Uno de los destinos es la tienda Walmart del área de Zaragoza, que abrió hasta las 06:00 horas, por lo que tuvieron que esperar en el estacionamiento Staff / El Diario de Juárez | Venta de juguetes; muchos comerciante se lo llevan a Juárez, donde llegan a duplicar o triplicar el costo

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Las expectativas generadas por comerciantes paseños no fueron alcanzadas las primeras 24 horas después de la apertura de las fronteras por parte del Gobierno de Estados Unidos a los viajes no esenciales.

La escasez de compradores mexicanos fue notable en los cruces fronterizos y los locatarios, en especial aquellos instalados en el Centro de El Paso, confían en que el próximo fin de semana la afluencia de visitantes aumente.

“Mírenos, estamos igual que siempre”, lamentó Marisela, comerciante instalada en la calle El Paso, en el Centro de la ciudad. Los viandantes que ingresaron por el puente internacional Paso del Norte para realizar sus compras también fueron mínimos.

Sin precisar un monto específico de las pérdidas económicas que sufrió durante los pasados 20 meses a causa de las restricciones de viaje relacionadas con la pandemia, la trabajadora de la tienda “Bolsa Coketa” dijo que apenas lograron subsistir, por lo que confían en que noviembre y diciembre sean meses abundantes de consumidores mexicanos y las ventas generadas les permitan recuperar un poco su economía.

La tienda de bolsos es uno de los pocos que dispuso de medidas sanitarias obligatorias a personal y clientela que debe pasar por el filtro de la toma de temperatura corporal, el uso del gel antibacterial y el cubrebocas. Si los clientes carecen de la mascarilla le regalan una para permitirle el acceso. “No está de más”, afirmó. 

La pandemia ocasionada por Covid-19 ha dejado en el Condado de El Paso 2 mil 845 víctimas mortales, además de que 151 mil 377 ciudadanos resultaron positivos al virus hasta ayer, según el registro de las autoridades de Salud. 

Para los negociantes de mercancías diversas, principalmente de procedencia china, el miedo influyó en los visitantes.

“No es cosa de juego, debemos aprender de lo vivido”, dijo Óscar, un ciudadano americano que subsistió gracias a los beneficios económicos obtenidos durante la pandemia entregados por el Gobierno de Estados Unidos.

Las filas

Lunes, 04:00 horas. La avenida Waterfill está semivacía y es en un módulo de venta de seguros de responsabilidad civil donde se adquiere la póliza por un día. 

A esa hora la calle luce sin vendedores ambulantes, franeleros o pedigüeños apostados entre los dos carriles y se transita fácilmente hasta la caseta de cobro, concesionada al Fideicomiso de Puentes Fronterizos.

El empleado extiende la mano para recibir los 32 pesos impuestos de tarifa y contesta sin prisa a la pregunta sobre el tráfico y el avance de la fila de autos.

“Está avanzando bien, anoche estuvo pesada, más o menos hasta la una de la mañana se calmó”, dice al explicar que fronterizos, con viajes esenciales y sin ellos, eligieron la medianoche para entrar a Estados Unidos. Unos regresaban a sus hogares, otros se reencontrarían con sus familiares o amigos tras meses de separación. 

En la oscuridad de la noche los estudiantes, con mochila al hombro, caminan o andan sobre sus patinetas por la zona peatonal. La temperatura oscila entre los 12 grados centígrados (53.6 Fahrenheit).

Vehículos con matrículas de Nuevo México, Arizona y Texas, principalmente, se forman uno tras otro en las dos garitas abiertas cuando el reloj marca las 04:08 horas. 

Doce minutos más tarde se observa que una fila avanza más rápido que la otra, aunque ambas son “Ready Lane”, que admiten la tarjeta para agilizar el proceso de inspección mientras cruzan la frontera.

En la garita el oficial recibe la visa láser, la revisa en el sistema y regresa para preguntar si no hay nada qué declarar. Ante la negativa sonríe y pregunta el motivo de la visita a El Paso. Luego requiere el comprobante de vacunación que apenas lee y regresa casi de inmediato para autorizar el ingreso a la ciudad.

Las tiendas

A las 04:22 horas el destino de varios automovilistas es la tienda Walmart del área de Zaragoza, que abre hasta las 06:00 horas, pues a causa de la pandemia la restricción sanitaria acortó el tiempo de operación al público. 

Las placas fronterizas y del estado de Chihuahua se observan en los cajones de estacionamiento, mientras conductores y acompañantes pierden el tiempo consultando el teléfono celular. Pronto los vidrios de los autos empiezan a empañarse mientras están a la espera de la apertura del negocio. 

En una de las filas del estacionamiento está Miguel, un juarense que se dedica al comercio informal y en esta temporada revende juguetes nuevos en mercados de Juárez y a través de las redes sociales. 

La tienda abre sus puertas y el hombre toma un carrito que llena de juguetes, muñecas envueltas en cajas grandes. 

“Es poca gente, es muy temprano, más tarde empieza a llegar la clientela”, cuenta un trabajador del área de verduras mientras termina de acomodar varios productos.

Esta es una de las tiendas de más afluencia de consumidores mexicanos, así como la sucursal cercana a Cielo Vista Mall y escenario de la peor masacre registrada en El Paso. 

Cerca de las 09:00 horas y frente a una tienda de ropa de segunda mano situada por la calle Alameda se empiezan a reunir varios hombres en espera de la apertura del local. En los vehículos permanecen sus acompañantes mujeres para protegerse del frío.

“Me quedé sin trabajo por la pandemia, no sabía qué hacer ni nada y te tienes que quedar en la casa y así es como empecé a vender usado. Yo voy mucho a las ventas de garaje o a las ventas del estado (estate sales). Ahí hago mi feriecita y ya cuando te conocen te hacen tu bonchecito y te lo ofrecen, yo lo llevo a Juárez; así le hacía la gente de allá que venía a comprar de remate y revende”, explica el ciudadano estadounidense.

A su lado se encuentran dos comerciantes mexicanos. Apenas cruzaron la frontera y buscarán su mercancía personalmente, ropa de invierno es lo que buscan aquí.

–¿Creen que va a mejorar la economía aquí en El Paso por los juarenses?, se les pregunta.

“Pues sí, ya van a abrir los puentes y van a llegar los dólares de aquel lado. Aquí (en El Paso) lo que ayudó a la economía fueron los cheques del Gobierno. A mí me tocaron varios, con eso arreglé un carro y me compré una troquita”, dijo el comerciante que obtuvo varios subsidios por la pandemia y ahora usa los vehículos para “mover” la mercancía a Juárez.

“Pero ya se acabó ese corrido. Hubo personas que prefirieron el desempleo porque les daban más de ayuda que su salario. Aquí muchos negocios cerraron y otros abrieron; debemos de aprender de esto para estar preparados”, explicó el estadounidense.

El comerciante juarense escuchó atento y opinó que en esta ciudad se aprendió a vivir con lo que se tenía y a consumir “local”. “Yo conocí a un gabacho y nos hicimos amigos, cuando empezó la pandemia me preocupé pensando en cómo le iba a hacer porque vendo segundas. Él me ayudó llevándome la mercancía; hoy que ya puedo cruzar vengo a escoger la mercancía personalmente”, dijo.

“Yo le compraba todo y ahorita que lo vi me preguntó preocupado si ya no le iba a comprar, le dije que sí”, comentó.

El comerciante refirió que la venta de juguetes es buen negocio pues llegan a duplicar o triplicar el precio. 

Para las cajeras de la tienda de ropa, la afluencia es mínima y lo atribuyen a que no hay descuentos. El miércoles todo lo ofrecen al 50 por ciento de descuento a las personas mayores de 50 años.

De otro lado de la ciudad, en Cielo Vista, la actividad inicia hasta pasadas las 10 de la mañana. Los anaqueles lucen repletos de prendas de vestir.

En tiendas como JC Penney, Macy’s, Dillard’s, Old Navy y Forever 21 la mercancía es ofertada con descuentos y durante la primera hora son pocos clientes juarenses los que llegan. 

Esto mismo se observa en Bassett Center, incluso en dos de las sucursales de Ross, una de las grandes favoritas de los consumidores fronterizos. La afluencia de compradores es mínima.

En restaurantes como Olive Garden los comensales son en su mayoría paseños, adultos mayores o personas de negocios. Son pocos los juarenses que almuerzan.

Las tiendas que ofrecen mercancía a dólar tienen un poco de mayor movimiento y se observan clientes juarenses que buscan adornos navideños y productos de higiene. 

En el Centro no pierden la fe

Es casi mediodía y las tiendas del Centro de la ciudad se observan vacías. 

José está al frente del negocio familiar que tiene más de 20 años y que ha soportado las pérdidas económicas ocasionadas por la pandemia y las restricciones de ingreso. 

“Para no decir mentiras, descansamos, pero gracias a Dios no dependemos mucho de compradores mexicanos, tenemos de otros estados; sí nos afectó, pero no vamos a dejar caer el negocio. Se perdió dinero en todos esos meses y quizá lo podamos recuperar en los próximos dos meses, o en seis, no sabemos”, explica.

Aunque sabe que el Covid-19 es una amenaza latente, confía en que van a salir adelante.

“Confiamos en que nos va a ir mejor y que vamos a salir adelante con pandemia y lo que venga”, dice José, que ofrece 10 por ciento de descuento en su mercancía de cerámica a quien lo visite y pregunte por él.

Negocios más adelante, Marcela vende cubrebocas a bajo costo a una pareja de clientes que camina por El Paso Street. 

“Ha estado muy lenta la venta, esperamos en Dios que haya muchas ventas”, dice la comerciante de bolsos. 

Afirma que lo más difícil de estos meses de cierre fue el descanso de compañeros.

“Bajaron las ventas y hubo más descansos para las empleadas, fue lento. No sé números, pero fue mucha la pérdida económica porque la gente de México no pasó y es la que más consumía”, agrega.

Para Marcela y José, las ventas claves serán hasta el fin de semana, cuando los juarenses descansen y puedan acudir a El Paso. 

Algunas hipótesis que surgieron entre los ciudadanos de ambos lados de la frontera ante la poca afluencia de compradores están relacionadas al inicio de la semana laboral, la falta de dinero –ya que no se han pagado los aguinaldos–, la descapitalización a causa de la pandemia, que muchas visas vencieron y no han sido renovadas y que no todos han logrado tramitar su certificado de vacunación que es obligatorio para ingresar a Estados Unidos. 

Otros factores son las compras por Internet, que facilitaron el consumo de mercancías con mayor practicidad, en especial por el ahorro de gasolina, de la compra del seguro del auto y que la entrega es a domicilio, y uno más fue el reconocimiento al esfuerzo de los comerciantes locales y el rechazo a la fuga de divisas. 

El regreso

En el puente de la calle Stanton la tarifa de peaje vehicular llega a los 80 pesos. A esa hora, casi las tres de la tarde, luce vacío. Al descender personal de la Aduana Fronteriza y la Guardia Nacional esperan a los conductores y les señalan el semáforo fiscal que toca en color verde.

Los agentes locales no solicitan el certificado de vacunación, tampoco portan guantes de plástico y únicamente usan cubrebocas. Varios de ellos se ven platicando sin preservar la sana distancia, mientras que los militares sólo están de pie cargando las armas largas.

El ingreso de vehículos a Juárez es mínimo por este puerto fronterizo casi 17 horas después de  reanudarse el acceso documentado a Estados Unidos. (Luz del Carmen Sosa / El Diario)

lsosa@redaccion.diario.com.mx

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