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El Paso

Entrevistas deciden futuro de maestros acusados

Un diálogo neutro puede determinar si un niño en realidad fue abusado por un docente

Lilia Ortiz, Patricia Salas/Especial para Diario de El Paso

martes, 06 junio 2023 | 06:00

Internet | Una falsa acusación puede acabar con la vida de un docente

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En tanto que Asociaciones de Educadores en Estados Unidos han advertido de un incremento preocupante de acusaciones de estudiantes en contra de maestros, la especialista en Psicología Forense, Kamala London, explica que la situación se agrava por la escasez a nivel nacional de profesionales con la preparación y experiencia para entrevistar a menores de manera neutral y objetiva durante una investigación.

London indica a El Diario de El Paso, que una entrevista neutral, sumada a otras evidencias, pueden determinar si el niño en realidad sufrió un abuso o si la acusación es infundada.

La Asociación Nacional de Educadores (NEA) alerta en su página oficial de un incremento importante de acusaciones falsas emitidas por estudiantes contra docentes, desde Elementary a High school, y advierte de las consecuencias devastadoras que una inculpación así puede traer a la vida de maestro.

La situación fue avalada a este medio por representantes de las uniones de educadores en Texas y Nuevo México que hablaron de un auge de ataques, amenazas y acusaciones de alumnos en contra de maestros en las escuelas; especialmente después del mandato de educación en línea o hibrida a raíz del protocolo Covid.

El Procurador de El Paso, Bill D Hicks, indicó que el sólo señalamiento de un menor en contra un adulto, es considerado evidencia suficiente para iniciar un proceso judicial en contra, en estos casos, del maestro acusado.

London expone que una acusación legitima puede probarse primero a una entrevista profesional, objetiva y neutral y a otros elementos tales como declaraciones de adultos en el entorno del menor –más allá de los padres–; entre ellos maestros, terapistas y personas que pueden hablar del comportamiento del alumno.   

“El basar un proceso judicial en una acusación constituye un problema que se agudiza, porque existe en el país un faltante de especialistas con la capacitación y los años de preparación necesarias para registrar el testimonio de un menor de manera neutral, objetiva y sin producir resultados catastróficos que destruyan a la persona acusada, o bien al niño”, expuso London.

Kamala London, estudió la maestría y doctorado en desarrollo social y cognitivo del niño, y participo por cuatro años en la división de psiquiatría de niños y adolescentes de la Universidad John Hopkins, enfocada a determinar formas de entrevistar a menores en orden de evitar testimonios falsos.

“Por los últimos 25 años he estudiado el cómo es posible utilizar el proceso forense para determinar a la luz de lo que se conoce, las maneras en que es posible dirigir o manipular una entrevista, para que esta señale a una persona o reafirme una situación en particular”, explica.

La especialista expresó que las consecuencias de una entrevista dirigida y efectuada sin tomar en cuenta los protocolos necesarios para obtener un testimonio verdadero basado en evidencia, pueden ser devastadoras al llevar a una persona inocente a perder su trabajo e incluso su libertad.

“Aun los investigadores y entrevistadores mejor intencionados, pueden inducir falsas narrativas de menores, al no ajustarse a los protocolos necesarios para realizar entrevistas basadas en evidencia”, dijo.

Acusaciones por sugestión

La Doctora London explica que cuando se trata de denuncias infundadas de menores hay dos escenarios: una es por sugestión; cuando un adulto desarrolla la sospecha de que algo ocurrió y cuestionan al niño para que termine produciendo lo que el adulto piensa. La idea se refuerza cuando durante la entrevista forense el policía o un entrevistador, con el fin de ayudarlo, dirige y refuerza la idea del abuso.

“Si haces preguntas al niño tales como: ‘te tocó al principio del día escolar, o al final del día escolar’, el niño tiende a simplemente elegir la respuesta; y si responde: ‘al final del día’, el adulto responde ‘Ah entonces si te toco’.

Denuncias basadas en la mentira

“El niño en este caso lanza una mentira intencionalmente para manipular las creencias de otra persona”, menciona London.

En este segundo escenario, explica, la entrevista puede haberse llevado a cabo con el mejor protocolo y los mejores métodos, pero el menor pudo haber sido influenciado por compañeros o amigos e incluso por sus padres, que los presionan o inducen a mentir.

Los motivos por los que un estudiante emite una acusación falsa en contra de un educador, explica, pueden deberse a que el estudiante busca un cambio de escuela, o justificar problemas de comportamiento o académicos señalando al maestro, o bien, para evitar un problema no relacionado. En gran número de los casos el menor es inducido por otros compañeros a mentir.

Otra razón común, explica London, es que los niños mientes para recibir simpatía o atención. “Entonces dicen una historia increíble, y esta es mayor cada vez que se repite y crece y crece como una bola de nieve”.

Indica que, sin embargo, la influencia y presión de otros compañeros constituyen más cuando un niño miente y acusa a un adulto, y apunta a estudios que han demostrado que este escenario es el que tiene los efectos más importantes que llevan al menor a producir falsas acusaciones.

“Los niños que experimentan esta presión, aceptan hacerlo para no perder la amistad y simpatía de uno o más compañeros que les dicen: ‘has lo que te decimos y di esto’”.

Para la doctora en psicología forense, hay factores que los adultos deben comprender, como por ejemplo que para un niño el mentir es fácil, ya que no conoce hasta qué punto puede hacer daño con una acusación falsa. 

“Por lo mismo somos los adultos que recibimos estas acusaciones, que pueden ser los padres, autoridades escolares, investigadores, quienes debemos ser un filtro entre la acusación y el inicio de un proceso administrativo o penal que sabemos, será devastador para el acusado”.

London explica que cuando se trata de acusaciones infundadas de carácter sexual, es necesario como investigador tomar en cuenta el conocimiento del menor acerca del tema de la actividad sexual, así como su exposición a redes sociales y a material no apto para su edad.

“Tienen a la mano Tiktok, YouTube, películas y todo tipo de material en línea”, señaló, “realmente no creo que los investigadores o entrevistadores de agencias de protección al menor sean crueles o mal intencionados, simplemente buscan apoyar la versión del menor, y en ocasiones esta tendencia refuerza las acusaciones falsas”.

Elementos para buscar un proceso justo

La especialista hizo hincapié en que cuando se busca un proceso justo, es necesaria no únicamente una entrevista forense objetiva y neutral, sino además hacerse de otros elementos como parte de la investigación, tales como entrevistas con los adultos que forman parte del entorno del menor.

“Mas allá de los padres, se recomienda entrevistar a maestros que conviven la mitad del día con el pequeño y que están en posibilidad de decir si este ha presentado cambios de conducta que hablen de un abuso, además de si el niño ha estado en terapia o consejería y el tiempo que paso desde el presunto incidente a el momento en que el menor habla del mismo”.

London reiteró la importancia de que los investigadores mantengan la mente abierta y tomen en cuenta que puede haber otras razones por las que el niño está ofreciendo un testimonio. Que consideren otras posibilidades en lugar de pensar que su papel es corroborar la acusación.

“Deben de tomar en consideración que una acusación falsa, sumada a una investigación dirigida puede enviar a la cárcel a un inocente por años”, señala. “Es una verdadera tragedia cuando una algo así provoca que alguien pierda su trabajo, su patrimonio e incluso su libertad. Es una situación que es dañina para todas las partes: para el adulto acusado y para el niño que puede estar pasando por una situación de abuso en otra parte, o bien que mintió, y cuando crece se da cuenta de lo que hizo y se llena de remordimientos”

La Doctora Kamala London, fue entrevistada como experta en el documental “Outcrie” en la que examinó las entrevistas forenses realizadas a menores, como parte del caso de Greg Kelly, atleta estrella de una preparatoria en Austin, Texas.

Kelly fue acusado por dos menores de cuatro años de edad de asalto sexual, y sentenciado en el 2014 a 25 años en prisión sin posibilidad de fianza. El atleta salió de prisión en el 2017 y no fue sino hasta el 2019que fue totalmente exonerado.

London, quien a pesar de no haber participado en la investigación que liberó a Kelly analizó grabaciones de las entrevistas forenses realizadas a los menores que lo acusaron, así como documentación del caso, concluyó que quienes entrevistaron a los niños desconocían o ignoraron protocolos y practicas establecidas por más de 30 años, que ofrecen una guía acerca de cómo obtener entrevistas objetivas.

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