Enfrentarán 2 visiones de Texas en debate para gubernatura

Austin— Hoy viernes la ciudad de Edinburg, en la frontera Sur de Texas, será escenario para el primero y único debate entre los dos candidatos a la gubernatura de Texas: el titular, el republicano Greg Abbott, y el retador, el demócrata Beto O’Rourke.

El encuentro se realiza en una ciudad donde Abbott y los republicanos están tratando de hacer avances agresivos con los votantes hispanos después de que la región, tradicionalmente un bastión demócrata, apoyó al presidente Donald Trump en 2020. 

Será el primer encuentro cara a cara desde que O’Rourke se enfrentó a Abbott en Uvalde después del tiroteo escolar, lo cual provocó una mezcla de abucheos y vítores de la multitud en ese momento.

Beto O’Rourke pasó esta semana su cumpleaños número 50 al volante de su camioneta en Texas, acercándose rápidamente a un momento importante en su camino cuesta arriba para ser gobernador del estado.

Aunque un recorrido a través de campus universitarios demostró que el demócrata sigue atrayendo grandes multitudes –una fila en la Universidad de Texas se extendía hasta una plaza al aire libre bajo un sol abrasador–, O’Rourke sigue tratando de acortar distancia con el gobernador republicano, a seis semanas de que se realicen las elecciones del 8 de noviembre.

Eso significa que hay mucho en juego para O’Rourke hoy por la noche en su único debate contra Abbott, que ha tratado de volver a enfocar la contienda en sus medidas contra la inmigración en la frontera entre Estados Unidos y México mientras continúa la molestia en Texas por una nueva prohibición al aborto y por la masacre en una escuela de Uvalde.

A poco más de tres semanas de que empiece la votación anticipada, algunos de los simpatizantes de O’Rourke están buscando cambios significativos durante el debate, donde el precandidato presidencial de 2020 sabe mejor que nadie que puede dejar una impresión duradera.

“Así es como lo veo: La mayoría de los texanos apenas están empezando a interesarse en estas elecciones”, comentó O’Rourke en una entrevista. El demócrata enfatizó que Abbott empezó a transmitir anuncios de televisión antes que él iniciara su campaña, la cual ha recaudado al menos 30 millones de dólares y ha puesto al gobernador en la inusual posición de verse superado en la recaudación.

Abbott, quien quiere acabar con un nuevo intento de los demócratas de quitarle el control del estado a los republicanos, no está dispuesto a decir que ésta podría ser su contienda más reñida.

“Este juego aún no ha terminado, y veremos lo cerca que está cuando todo esté dicho y hecho”, dijo a los periodistas este mes.

Al igual que muchos demócratas que se postularon para las elecciones de noviembre, O’Rourke está enfocando la atención en la indignación por la falta de acceso al aborto y por los tiroteos masivos, temas que han motivado a los votantes de otras partes. 

Pero los demócratas de Texas saben bien que esos teman no garantizan una victoria.

Una nueva prohibición al aborto en Texas está poniendo en peligro el apoyo al Partido Republicano entre las mujeres y ya ha causado tropiezos a Abbott por restricciones poco populares que no hacen excepciones para las víctimas de violación. 

El tiroteo en una escuela de Uvalde que causó la muerte de 19 niños y dos maestras también elevó las emociones en la contienda, y los padres de las víctimas han recriminado a Abbott, mientras que O’Rourke reprendió con palabras altisonantes a un alborotador que se reía sobre el control de armas.

O’Rourke, haciendo caso omiso de las encuestas recientes que lo mostraban a la zaga, señaló que Kansas, tradicionalmente conservador, rechazó la prohibición del aborto y que los demócratas ganaron elecciones especiales al Congreso en Nueva York y Alaska como una señal de un cambio en el electorado de cara a las elecciones intermedias de noviembre.

Decir que O’Rourke ha estado aquí antes sería cierto para casi cualquier lugar de Texas.

Tal como lo hizo en su revolucionaria campaña para el Senado de los Estados Unidos en 2018, O’Rourke ha pasado meses visitando casi todos los rincones del estado de casi 800 millas de ancho, ingresando a los condados más fuertemente republicanos en un esfuerzo por debilitar el muro de apoyo de las zonas rurales que ha ayudado al Partido Republicano a compensar pérdidas en grandes ciudades y suburbios en auge.

Sorprendió a ambos partidos hace cuatro años al terminar a 3 puntos porcentuales de derrocar al senador republicano Ted Cruz. En la carrera por la gubernatura, O’Rourke ha realizado una campaña más agresiva, pero también se ha visto obligado a confrontar sus posiciones anteriores, como su promesa de prohibir las armas estilo AR-15 durante un debate presidencial demócrata en 2019.

Tras el tiroteo de Uvalde, O’Rourke ha pedido que se eleve la edad mínima para comprar este tipo de armas a 21 años, algo que Abbott ya ha descartado.

“Si Beto puede persuadir a Abbott para que llegue a un momento en el que haya una gran diferencia en, digamos, el control de armas, creo que eso puede tener un gran impacto”, dijo Jason Villalba, un exlegislador estatal republicano. “Pero para hacer eso tienes que ser agresivo y asumir grandes riesgos”.

Villalba, quien ahora dirige la Texas Hispanic Policy Foundation, dijo que O’Rourke ha tenido que superar el “equipaje” de su campaña presidencial. 

Villalba cree que el destino del ex congresista de El Paso está en manos de mujeres recién registradas y de su capacidad para cerrar la brecha en los condados rurales.

“Creo que se siente como, ‘Ya tuve suficiente’ y todos nos sentimos así”, dijo Mary Zambrano, de 32 años, quien se detuvo en un gimnasio de Austin para ver a O’Rourke el sábado. “En este punto, tienes que ir con todo”.

Cara a cara

Qué: Debate electoral para gobernador del Estado

 Horario: 6 pm (Tiempo de la Montaña)

 Dónde: KTSM Canal 9