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El Paso

En alerta roja aquí, trabajadores agrícolas

Implementaron política de ‘nadie entra, nadie sale’ ante casos de pandemia

Roberto Carrillo / El Diario de El Paso

viernes, 05 junio 2020 | 06:00

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El fallecimiento de Manuel N., trabajador que sucumbió la semana pasada ante el embate del Covid-19, llevó a los integrantes del Centro de Trabajadores Agrícolas Fronterizos (CTAF) a tomar medidas más rigurosas debido a la falta de regulaciones sanitarias y de seguridad en los campos de cultivo de la región.

A partir del lunes se declaró una cuarentena en el CTAF, ubicado en la zona de la ciudad de El Paso, identificada con el lema “Nadie Sale y Nadie Entra”, informó Carlos Marentes, director fundador del centro que da apoyo, alimentación y un techo a los trabajadores agrícolas.

“Después de que nos dimos cuenta cómo se deterioraba la salud de Don Manuel, decidimos hacer pruebas de detección a quienes estuvimos en contacto con él en el centro, y de los 17 que nos la practicamos 4 resultaron positivos”, informó Marentes ante la contingencia de salud que se vive entre quienes han sido denominados “trabajadores esenciales”.

“No todos quisieron hacerse la prueba, pero pudimos negociar con quienes se negaron para que se fueran a sus casas y se aislaran, hasta que nosotros les avisáramos lo que estaba pasando”, agregó Marentes.

Los resultados de las pruebas fueron contundentes, ya que a pesar de que el CTAF ha mantenido un monitoreo interno de sus integrantes, las medidas de precaución en los medios de transporte y en los campos señalan que el contagio se dio fuera de sus instalaciones.

El viernes 29 de mayo, Don Manuel N., de 79 años de edad, perdió la batalla por su vida tras estar internado por 12 días en el Hospital Las Palmas de esta ciudad.

Al comprobarse que la causa de su fallecimiento fue el Covid-19, desde el 1 de junio dio inicio la cuarentena de quienes estuvieron en contacto con el trabajador contagiado.

“Los cuatro compañeros que tuvieron un resultado positivo están aislados, cada cual en una habitación, en un lugar que preferimos no divulgar, mientras que el resto se mantiene en el CTAF, realizando labores de limpieza, pero sobre todo manteniéndose alejados de sus familias para evitar que se esparza el contagio, queremos contener la propagación”, afirmó Marentes.

Además del aislamiento y cuarentena de los trabajadores que estuvieron en contacto con Don Manuel, integrantes del CTAF han tratado de ubicar los lugares donde el trabajador pudo estar en contacto con sus compañeros, para llegar a la conclusión de que el contagio llegó fuera de la organización de la que formaba parte.

“En este momento el CTAF está cerrado al público, y vamos a guardar la cuarentena por lo menos hasta el 12 de junio, mientras que los que están adentro se comprometieron a no salir del CTAF, a hacer labores de limpieza y todo lo necesario para estar seguros, practicar distanciamiento y todo lo que se nos ha indicado”, afirmó Marentes.

La alerta se mantendrá vigente, pero en el CTAF se cuestiona el hecho de que no existan directrices por parte de las autoridades para la labor que se realiza en los campos, así como el transporte que proporcionan los contratistas al momento de conducir a los trabajadores a los campos.

“Es difícil entender que la industria restaurantera tiene muy bien marcadas las medidas de seguridad, cuando se les indica no tener a su máxima capacidad dichos lugares, el mantener la distancia adecuada y proporcionar equipo de seguridad en algunos casos a empleados y clientes, sin embargo, en el campo eso no sucede”, sostuvo el director del CTAF.

“Hay ocasiones que los contratistas llegan a transportar hasta a 20 personas en una camioneta van, es entonces donde el distanciamiento social no se cumple, y lo mismo en los campos, ya que se indica que todos deben de trabajar en una misma sección, no se les permite a los trabajadores cosechar en partes apartadas”, afirmó Marentes.

Con la llegada del “tapeo”, como se denomina a la temporada de cosecha de la cebolla, se espera que haya más de 500 trabajadores agrícolas en la región, adicionalmente de las familias de “cebolleros” que migran desde los campos del Este de Texas a la región Oeste del estado, así como Nuevo México y Colorado, con la preocupación real de un brote en los contagios.

“Necesitamos que las autoridades tomen cartas en el asunto”, dijo Marentes ante la situación de riesgo real que representa la labor en los campos sin las correctas medidas de seguridad y sanitarias.

Mientras tanto los trabajadores que se encuentran en cuarentena requieren de ayuda institucional y de particulares, ya que al no poder trabajar sus familias y ellos mismos, no cuentan con alguna forma de sustento.

Los interesados en apoyar a los integrantes del CTAF pueden comunicarse al (915) 873-8933 o por correo electrónico: cmarentess@gmail.com

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