Despiden a héroe canino

Cientos de oficiales de múltiples agencias policiales, tanto locales como nacionales, así como la comunidad de El Paso se despidieron de Bulder, el agente canino de la Patrulla Fronteriza asesinado a tiros de arma de fuego en cumplimiento del deber.

El miércoles, se llevó a cabo una ceremonia para despedir al agente canino. De acuerdo con estimaciones de autoridades, se contó con la presencia de 250 a 300 elementos policiacos en la ceremonia.

“Es importante reconocer que, muchas veces, por muchos años, no se ha reconocido a nuestros compañeros caninos. Es lo que es, un compañero de trabajo como cualquier otra persona, yo creo nunca se le había puesto tanta atención un agente canino, pero es importante, porque posiblemente salvó la vida de su compañero, de un ser humano”, dijo en entrevista, Ramiro Cordero, vocero de la Patrulla Fronteriza en El Paso.

Bulder, un perro de raza Belga Malinois de 5 años, perdió la vida el pasado 17 de diciembre, cuando un hombre de 62 años abrió fuego contra elementos del Departamento de Policía de El Paso, (EPPD). Una de las balas impactó y mató a Bulder, que era parte de la Unidad Táctica de la Patrulla Fronteriza.

El agente ‘K-9’ murió en el patio trasero de una casa en el bloque 4500 de Capricornio durante una redada que involucró a múltiples agencias.

El sospechoso, quien más tarde fue identificado como Paul Jarvis en documentos de la corte, fue asesinado a tiros por elementos de EPPD.

“Hay que reconocer a estos agentes. En esta agencia, los agentes caninos son parte de una familia, ya que estos perros viven con el agente y su familia. Bulder hizo lo que todo animal que trabaja con humanos hace y sin pensarlo, puso por un segundo su vida frente a una bala que le pudo haber tocado al agente humano”, comentó Cordero.

Autoridades policiales de los estados de Florida, de Nuevo Mexico, de Texas, y una gran mayoría de las dependencias locales estuvieron presente en la ceremonia celebrada este miércoles en el Abundant Living Faith Center de El Paso.

Se cree que Jarvis, asesino del agente canino, se dedicaba a fabricar armas ilegales que se vendían en Ciudad Juárez.