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El Paso

Cuestionan testimonios en juicio de ‘asesinos de la boda’

Surgen discrepancias durante proceso que involucra a dos presuntos miembros del Cártel de Sinaloa

Staff / El Diario de El Paso

sábado, 23 octubre 2021 | 06:00

Internet | Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, Ismael ‘Mayo’ Zambada, Urquidi alias ‘Chous’, Mario Iglesias-Villegas alias ‘El Dos’, Sergio Garduño Escobedo, alias ‘Coma’ y José Antonio ‘El Jaguar’ Torres Marrufo

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Durante las últimas tres semanas, dos presuntos miembros del Cártel de Sinaloa, Arturo Shows Urquidi alias ‘Chous’ y Mario Iglesias-Villegas alias ‘El Dos’, han sido juzgados en un tribunal federal con sede en El Paso encabezado por el juez Frank Montalvo.

Shows Urquidi e Iglesias-Villegas son dos de los 24 presuntos miembros del Cártel de Sinaloa acusados en relación con el tráfico de drogas, secuestros y asesinatos, incluido los “asesinatos de la boda” de 2010 en Juárez.

Uno de los principales integrantes de la célula fue Sergio Garduño Escobedo, alias ‘Coma’ quien participaba en la carga y descarga de paquetes de cocaína, así como de las armas en las bodegas de Juárez; mientras que Iglesias era “sicario” a cargo de otro de los enlistados en el mismo grupo criminal, también detenido en 2012.

Durante la primera semana, un testigo que fue sentenciado a 35 años de prisión por cargos de drogas, afirmó pertenecer a organizaciones criminales de Ismael ‘Mayo’ Zambada y de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, que fue recapturado en 2016 y extraditado en 2017.

Durante sus testimonios, dijo haber sido secuestrado y amenazado por miembros del cártel en 2009 después de perder un cargamento de cocaína.

Según el testimonio, la mercancía presuntamente pertenecía a José Antonio ‘El Jaguar’ Torres Marrufo, quien era un líder regional del Cártel de Sinaloa en Juárez y afirmó que Iglesias-Villegas y Torres Marrufo estaban involucrados en el secuestro.

Varios agentes federales también testificaron sobre las incautaciones de drogas realizadas entre 2007 y 2009 que estaban vinculadas a Torres Marrufo.

Un testigo más fue un narcotraficante convicto que cumple sentencia de 50 años de prisión por cargos de drogas y armas.

El hombre de 54 años testificó que compraba drogas al Cártel de Sinaloa para cruzarlas de contrabando a los EU y posteriormente llevarlas a Chicago, St. Louis y otras ciudades.

Durante la segunda semana, se mostraron al jurado videos y grabaciones de radio que detallaban las operaciones del cártel durante los actos de los que se les acusan.

En la grabación presentada al jurado, se encuentra la voz y transcripción que incluye a José Antonio ‘El Jaguar’ Torres; Mario Iglesias-Villegas alias ‘El dos’, Fernando Arellano Romero alias ‘el 24’ y otros miembros del cártel.

Después de escuchar el audio, un testigo dijo que Marrufo, quien estaba al frente de las operaciones de Sinaloa en Juárez, tenía un equipo de personas que se ocupaban de asesinados, secuestros y descarga de cadáveres al cual él pertenecía.

El testigo dijo que, en ese entonces, se utilizaban “radios Nextel” de dos millas de alcance para comunicarse y “realizar los trabajos”. Dijo que tanto Marrufo como Iglesias-Villegas también estaban informados a través de los dispositivos.

Durante la tercera semana, un testigo aseguró que el hallazgo pudo no haber terminado en una tragedia.

Dijo que, cuando su “esposa” se enteró de los secuestros le pidió hacer algo para resolverlo.

“Eran parientes del esposo de una sobrina mía. Mi esposa me dijo que hiciéramos algo si es que habíamos sido nosotros ”, dijo el testigo.

“Yo antes de esto no sabía quiénes eran”, agregó como respuesta a una pregunta en el juicio.

Hasta el jueves, los abogados defensores cuestionaron la validez de la evidencia que vieron los miembros del jurado y la transcripción de lo dicho en un video.

La discusión entre los abogados y el juez Montalvo sugirió que se había detectado un error en la transcripción con respecto a las atribuciones en contra de Iglesias-Villegas. Los abogados defensores cuestionaron si la transcripción era precisa. 

Durante el juicio el miércoles, se llamó a un especialista acústico al estrado para informar los métodos de identificación de voces.

El orador dijo que se utiliza un espectrógrafo de sonido, un analizador automático de ondas de sonido.

El orador dijo que luego un examinador busca no sólo similitudes sino también diferencias en los sonidos para llegar a una identificación positiva, una identificación probable, una eliminación positiva o una eliminación probable.

Durante el juicio el juez Montalvo leyó 61 páginas de transcripciones con más de 200 atribuciones en audio y dijo que sólo 14 atribuciones son probablemente incorrectas.

Asimismo, fiscales y abogados defensores discutieron sobre la legitimidad de los testimonios contra los encarcelados del Cártel de Sinaloa.

En todos los casos, se emitieron testimonios en contra de Shows Urquidi e Iglesias-Villegas, en su mayoría de personas con las que trabajaron en la carga y descarga de drogas y de personas que también han participado en numerosos asesinatos y secuestros en nombre del cártel. 

Incluso, algunos de ellos esperan sentencias en sus juicios, lo que ha sido un foco de atención en la legitimidad de los testimonios. 

Un abogado argumentó que el testimonio de los ex miembros del cártel eran sólo para beneficiar sus propios casos, ya que buscaban reducciones de sentencia. 

Sin embargo, los fiscales respondieron que los informantes habían ayudado a mantener grandes cantidades de drogas fuera de las calles de EU, y que el arresto y la información que Figueroa le dio al Gobierno de EU ayudó a desmantelar las principales operaciones del Cártel de Sinaloa en Juárez. 

Los fiscales dijeron que los testigos tenían motivos para decir la verdad y cooperar con el país.

Añadieron que el testimonio de ex miembros del cártel era una prueba importante de la implicación y acciones en las que participaron Iglesias y Urquidi y declararon a los dos culpables de su participación.

Según documentos judiciales, la acusación hace referencia a dos actos de violencia presuntamente cometidos por miembros del cártel.

En primer lugar, la acusación formal alega que en septiembre de 2009, José Antonio Torres Marrufo, Gabino Salas-Valenciano, Fernando Arellano-Romero y Mario Iglesias-Villegas, bajo el liderazgo de Joaquín Guzmán e Ismael Zambada, conspiraron para secuestrar y asesinar a un residente de la ciudad de Horizon City, Texas.

“José Antonio Torres Marrufo ordenó el secuestro de la víctima para responder por la pérdida de una carga de 670 libras de mariguana incautada por la Patrulla Fronteriza en el puesto de control de Sierra Blanca el 5 de agosto de 2009. Tras el secuestro, la víctima fue trasladada a Juárez donde Torres Marrufo lo interrogó y ordenó que lo mataran. El 8 de septiembre de 2009 se descubrió el cuerpo mutilado de la víctima en Juárez ”, dice el documento.

En segundo lugar, la acusación formal alega que el 7 de mayo de 2010, José Torres Marrufo, Fernando Arellano-Romero y Mario Iglesias-Villegas, bajo el liderazgo de Joaquín Guzmán e Ismael Zambada, conspiraron para secuestrar y asesinar a un ciudadano estadounidense y a dos miembros de su familia.

Específicamente, Torres Marrufo hizo que un individuo en EP viajara a una ceremonia de boda en Juárez para confirmar la identidad de un objetivo, el cual era el novio, ciudadano estadounidense y residente de Columbus, Nuevo México.

Bajo las órdenes de Torres Marrufo, el novio, su hermano y su tío fueron secuestrados durante la ceremonia nupcial y posteriormente torturados y asesinados.

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