Diario
El Paso
viernes, 18 octubre 2019 | 06:00
Después de 2 años de incomodidades generadas por la construcción de su nuevo edificio cientos de estudiantes de Eastwood High School, perteneciente al Distrito Escolar de Ysleta –YISD–, se mostraron contentos y orgullosos de lo que ahora es su nueva casa.
“Feliz de regresar este ciclo escolar y ver esta majestuosidad de escuela que tenemos ahora”, dijo uno de los estudiantes asistentes a la ceremonia inaugural.
La renovación de la escuela es el proyecto de construcción más grande del programa de Bonos 2015, se dijo a los asistentes luego del tradicional corte de listón que conmemoró la finalización de la obra, cuya inversión fue de 93 millones de dólares.
Y es que el nuevo campus cuenta con un edificio de aulas de tres pisos, una administración recién construida y un ala de bellas artes, dos gimnasios renovados, espacios abiertos de colaboración, campos de béisbol y fútbol americano equipados con superficies artificiales y nuevos marcadores digitales en el estadio y el gimnasio principal.
El inmueble proporciona a los alumnos y profesorado nuevos televisores inteligentes para el aula y el plan de estudios, nuevas clases STEM y nuevos salones de estudiantes.
Las aulas están destinadas a permitir que los estudiantes y los maestros tengan un espacio de trabajo colaborativo para ayudar a los estudiantes a comprender mejor el material de estudio.
“Estamos en un edificio que va de acuerdo a la infraestructura educativa del Siglo XXI y eso es lo que requieren nuestros estudiantes”, dijo David Boatright, director de Eastwood, tras recalcar que van en al dirección correcta al mirar a los troopers –soldados– del futuro.
Inaugurada en el otoño de 1961, Eastwood High School ha establecido un sin número de tradiciones duraderas que involucran e inspiran a sus estudiantes a la excelencia y el logro, y el cual con su nuevo edificio continuarán.
De acuerdo a la tradición del soldado de caballería estadounidense, los Eastwood Troopers reciben formación sobre los beneficios del trabajo en equipo, la dedicación, la perseverancia, la lealtad, la valentía y el compromiso.
Al entrar al edificio, los visitantes y estudiantes son recibidos por un soldado de madera de tamaño real, una silla de montar, botas y sable, y un brillante cañón de “silbato azul”.
Los viernes por la noche, en el otoño, los resonantes repiques de la campana de la victoria resuenan en el vecindario, llamando a los ‘Troopers’ a casa para los partidos de fútbol.
En el regreso a casa, la quema tradicional de la E provoca lágrimas en las personas mayores que se gradúan al reflexionar sobre su tiempo como niños en la familia Eastwood.
Además, las vitrinas de trofeos están repletas de premios que dan testimonio de la dedicación y la ética de trabajo de su alumnado, facultad y personal.
Arriba, la sala principal está llena de fotos panorámicas de cada clase que se gradúa; caras jóvenes ansiosas, llenas de anticipación y determinación, miran fijamente el mundo al que están a punto de entrar.
Sus directivos afirman que a través de los años, los graduados de Eastwood han tenido éxito profesional y están presentes en infinidad de carreras, abarcando el alcance de la vida estadounidense.
Sus ex alumnos han ido a West Point, Annapolis y las academias de la Fuerza Aérea y la Guardia Costera.
“Los ‘Troopers’ de Eastwood han crecido para ser funcionarios ejecutivos de corporaciones multinacionales, productores de televisión y cine, y atletas universitarios y profesionales, así como soldados que luchan por el país en tierras extranjeras”, se dijo.