Diario
El Paso
domingo, 20 octubre 2019 | 06:00
Mónica Alderete es una madre de familia que durante poco más de un año supo lo que es padecer el cáncer de mama pero gracias a que desde su juventud mantiene una cultura preventiva logró vencer la enfermedad en meses. Ahora se declara como una feliz sobreviviente.
La oportuna detección del padecimiento hizo que los doctores la sometieran a una serie de tratamientos con el fin de limpiar su cuerpo y retirar las células cancerígenas que aparecieron repentinamente.
“Estoy limpia. Si se detecta a tiempo se puede sobrevivir”, dijo visiblemente contenta al término de la caminata promovida por la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS), llevada a cabo en el Parque Ascárate, en lo que representa su décimo aniversario, y en el que participaron más de un millar de personas.
Explicó que en junio del 2018, durante una de sus visitas de rutina con su doctor y después de entregársele los resultados le diagnosticaron el padecimiento.
“Sentí mucho dolor en mi corazón, tengo una niña, apenas me había casado y me disponía a empezar una nueva vida al lado de mi esposo cuando llegó la mala noticia. Fue muy doloroso”, dijo mientras abrazaba a su hija Alazne, de 10 años.
Al igual que otras pacientes, y a pesar de haber acudido con el médico cada año, realizarse sus exámenes y revisar su cuerpo con frecuencia se sintió temerosa de morir al recibir el resultado del informe patológico, resultado de la biopsia practicada.
Para el sector salud, desde la genética hasta las infecciones son entre otros los factores que pueden influir en el riesgo de llegar a tener cáncer y no darse cuenta.
Sin embargo, una detección temprana permite a la ciencia tratar la enfermedad antes de que el tejido anómalo invada gran parte del cuerpo, incluyendo los tratamientos convencionales, como cirugía, quimioterapia y radioterapia.
Organizaciones como la ACS mantiene su lucha contra el cáncer de mama para unir a las comunidades y enfrentar juntos esta enfermedad mortal”, manifestó Maritza Márquez, coordinadora de Desarrollo Comunitario de la agrupación.
“Hacemos más que solo caminar. Recaudamos dinero para ayudar a la sociedad estadounidense del cáncer a financiar investigaciones innovadoras sobre el cáncer de seno y brindar servicios a pacientes como transporte gratuito a quimioterapia, lugares gratuitos para permanecer cerca del tratamiento y una línea de ayuda para el cáncer las 24 horas, los 7 días de la semana”, explicó.
Resaltó que gracias al apoyo de los integrantes d ella organización, voluntarios y sociedad en general se ha logrado salvar cientos de vidas del cáncer de seno a nivel nacional.
En el marco placentero del Parque Ascárate, mujeres pacientes, en proceso de rehabilitación y sobrevivientes, acompañados de sus familias recorrieron poco más de 2 millas (3.2 kilómetros) de banqueta que rodea el lago.
“Estoy muy contenta porque aquí nos tratan muy bien y con todo el corazón”, expresó Araceli Rubí a quien también le fue diagnosticado el cáncer de seno en enero del 2018.
Externó que en cuanto se le detectó el cáncer, personal de ACS la canalizó a los laboratorios para que le practicaran los estudios e iniciar el tratamiento.
Acompañada de su hija y demás familiares indicó que “es duro para uno tener la enfermedad pero es más fuerte en la familia, sin embargo, estamos contentos porque esta controlado”, agregó tras enfatizar la seriedad del padecimiento y la importancia de estarse “checando” su cuerpo.
Esther Talantes al igual que Araceli, terminó la caminata con felicidad rodeada de sus familiares que motivados vistieron camisetas alusivas al evento.
“Venimos a esta caminata apoyando el evento, a los que están pasando la enfermedad y en recuperación, sobrevivientes y en memoria de los fallecidos”, comentó la sobreviviente del padecimiento.
Recordó que su hermana gemela se le detectó el cáncer en 2013 y murió en 2016… “Cada año venimos. Aunque fue muy triste y difícil esa etapa para toda la familia por todo el sufrimiento durante el tratamiento siempre estaremos apoyando la causa”.
Para las mujeres, niñas y hombres la caminata les representó una esperanza de vida, un momento de intercambiar experiencias y sobre todo una oportunidad de concientizar a la población sobre la cultura de la prevención, dijo Mónica Alderete, mientras se tomaba un par de fotografías con su hija y su hermano.
De acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que cada año mueren de cáncer 8.8 millones de personas, en su mayoría en los países de ingresos bajos y medianos.
Uno de los problemas, se dijo, es que muchos casos se diagnostican demasiado tarde. Incluso en los países que disponen de sistemas y servicios de salud óptimos, muchos cánceres se diagnostican en una fase avanzada, cuando es más difícil que el tratamiento dé buen resultado y por ende no hay manera de mejorar las posibilidades de supervivencia.