Celebran Día Mundial de lucha contra el Cáncer de Mama

Como cada 19 de octubre la comunidad celebró el Día Mundial de lucha contra el Cáncer de Mama con el fin de informar y sensibilizar a la población acerca de esta enfermedad que mata a miles de mujeres en el mundo.

Y es que de acuerdo a los especialistas la incidencia de cáncer de mama aumenta cada vez debido a la mayor esperanza de vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que este padecimiento es el más frecuente entre las mujeres.

Lily Flores Leyva, de 46 años de edad, es una mujer sobreviviente de cáncer de mama. Le fue diagnosticada a los 42 años, luego de acudir puntual a su examen físico y mamografía. 

“Si te quiebras. Es algo bien difícil cuando te lo diagnostican, es algo que no aceptas, y piensas que probablemente es un error... es algo muy fuerte cuando te dicen que tienes una sospecha de cáncer”, dijo la madre de tres hijos al revivir ese amargo pasaje de su vida.

Manifestó que el resultado de la mastografía arrojó que se trataba de un cáncer agresivo, que avanzaba con rapidez, por lo que junto con su esposo e hijos tomó una decisión: practicarse la mastectomía para extirpar el tejido mamario.

Los oncólogos te dicen: es tu cuerpo, es tu decisión. Hay que dar quimios, pero si dices no, ahí nos quedamos. “Usted decide si quiere seguir adelante”, añadió al afirmar que el hacerse la operación fue la mejor decisión para seguir con vida. 

Indicó que cuando le detectaron el tumor estaba en la etapa 1, pero cuando le iban a practicar la cirugía ya se encontraba en la etapa 3. Para una mujer es difícil pasar por todo ese proceso de la cirugía y las quimioterapias.

“Con todo eso te vienes para abajo”, expresó al señalar que en su caso se le cayó el pelo, sufrió de anemia y desgano, sin fuerzas en su cuerpo, cambió el tono de su piel, entre otras afectaciones de salud. 

“Tenía más por qué luchar que dejarme caer. No le di chanza a que viniera la depresión. Estaba en una edad con fuerzas y tomé lo positivo... siempre fui bien positiva porque sabía que estaría mejor”. 

Durante 18 meses que duró el tratamiento, incluida la cirugía, Lily recibió ocho quimioterapias, una cada 27 días. Después de eso se le recetó una pastilla que deberá tomar durante 10 años para reducir el riesgo del regreso del padecimiento.  

De acuerdo a la sobreviviente en el historial familiar no hay antecedente de la enfermedad, sin embargo y a manera de prevención al cumplir sus 40 años agregó al examen físico la mamografía. Los dos primeros años no hubo signos cancerígenos, pero en el tercero aparecieron.     

Anotó que gracias a la prevención y a ese examen tiene la dicha de contar su historia, pero muchas mujeres que no tienen la cultura de la prevención dejan pasar el tiempo y cuando acuden ya es demasiado tarde para sobrevivir al estar en la etapa 5.

“Depende el tipo de cáncer, el mío era hormonal, y sobrevino luego de una pelea entre las células y quedan todas desordenadas, según me dijo el oncólogo”, explicó al enfatizar que en su caso no es hereditario.

Ella, al igual que muchas mujeres sobrevivientes y a pesar de estar limpia padece de las secuelas de la enfermedad al sufrir dolores musculares y en las articulaciones. “Tengo que soportar esos dolores para asegurar mi salud”, expresó quien en este año cumplirá 25 años de casada.

“Es bien importante que las mujeres adopten la cultura preventiva y después de los 20’s se hagan el autoexamen para detectar algún bultito en sus senos y no duden en pedir ayuda en caso de alguna anormalidad”.

A pesar de la pandemia y no celebrar actos masivos enfocados a la concientización de la enfermedad, autoridades y organizaciones dedicadas a la prevención del padecimiento reforzaron su mensaje en reuniones y a través de las redes sociales para exhortar a las mujeres a practicarse el examen.

A nivel local y a pesar de los esfuerzos por mantener programas preventivos y de tratamiento, el incremento del cáncer de mama es considerado como un problema de salud pública entre las mujeres fronterizas.

Bertha Corral, de 52 años y madre de dos hijos, al igual que Lily padeció el cáncer de seno a los 45 años, luego de que un médico de la familia le recomendó practicarse el examen ante un brusca pérdida de peso.

“Recuerdo que aproveché una promoción del paquete femenino que ofrecieron en una feria de salud con motivo del Día de la Madre. Ahí y por obra del Espíritu Santo el radiólogo detectó un carcinoma etapa 1”.

Ello derivó a un segundo examen más profundo que dio como resultado una sospecha de malignidad. “Sentí mucho miedo, mucha incertidumbre... y fue sorpresivo”, expuso la también comunicadora de radio y televisión.

Señaló que nunca imaginó que fuera invadida por la enfermedad al ser una mujer sana, delgada, que no fuma ni bebe licor y que siempre atendía sus valoraciones. “No cumplía con las características”, agregó.

Al igual que la mayoría de las mujeres diagnosticadas enfrentó, aparte del dolor y angustia, el aspecto económico al no contar con el seguro médico ni los recursos para atenderse.  

Por fortuna tuvo acceso a la ayuda del Gobierno a través del llamado Seguro Popular en Ciudad Juárez, que luego de los estudios la refirió al Centro Estatal de Cancerología (Cecan) en donde recibió el tratamiento: 4 quimioterapias y 18 vacunas al paso de un año y medio, tiempo en el cual al final fue dada de alta.

“ ... Yo no tenía tumoración ni bolita… mi cáncer estaba encapsulado, escondido y en primera etapa y todo apuntaba que con una cirugía de cuadrante, sin necesidad de quimio se retiraría, pero al momento de extraerla el oncólogo recomendó quitar toda la mama, lo que fue una excelente decisión”, explicó al recomendar acudir y confiar siempre en un profesional.

No obstante y aunque agradecida, la comunicadora abogó por que se establezca una clínica de atención del cáncer en la frontera al considerar que Juárez merece contar con un centro de este tipo al tener una economía fuerte generadora de millones de pesos por la presencia de la industria maquiladora.  

“De por sí la persona está vulnerable, y todavía separarse de su familia y viajar por carretera fue una de las cosas más tristes que viví al tener que dejar a mis hijos, buscar quién los podía cuidar para atenderme fuera de la ciudad”, dijo visiblemente molesta y suplicó “ojalá que alguien se toque el corazón y abogue por la salud de la comunidad que merece un servicio médico digno”.

En el marco de la celebración de la lucha contra el cáncer dijo no estar de acuerdo que se aplique el término de ‘guerrera’ a una mujer que muere por esta causa y se diga que perdió la batalla contra el cáncer, sino de ovacionar una fecha de concientización del amor a la vida.

“Para mí el decir que perdió la batalla contra el cáncer me parece una falta de respeto a la persona que fallece. Nadie pierde nada, todo mundo tiene una misión en esta vida... y mientras llegue ese día entrégate en cuerpo y alma a estar bien emocional y físicamente para no ser una estadística más”, afirmó.

Para ella es importante que cada mujer asuma su responsabilidad y tener ese compromiso como mujeres para estar sanas, saludables y ser productivas en el área en que se desenvuelvan y sobre todo darse cuenta que la detección temprana y oportuna salva vidas.

Enfatizó que es tiempo de quitarle fuerza a esa enfermedad más de la que se merece, que si bien es mortal, también la hipertensión lo es al igual que la diabetes. “Nadie te puede llevar de la mano a tu ginecólogo, lo que no hagamos por nosotras mismas nadie más lo va a hacer”, concluyó al agradecer a su esposo y familia el apoyo durante ese trance.

En este día en especial, la detección pronta a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama sigue siendo la piedra angular de la lucha contra este cáncer.

Según la OMS, cada 30 segundos en algún lugar del mundo se diagnostica a una mujer con cáncer de mama.