Buscan renovar el rostro de Duranguito

Para presentar un proyecto de restauración y reactivación del vecindario ‘Duranguito’, ubicado en la zona Centro de la ciudad, integrantes de la organización Paso del Sur, con sede en El Paso, expondrán el plan ante miembros de la Corte de Comisionados este lunes dentro de la sesión ordinaria. 

De acuerdo a los directivos de la agrupación durante su intervención, solicitarán a la Corte de Comisionados su ayuda para explorar posibles opciones para restablecer y revitalizar el barrio que durante los últimos cinco años ha estado inactivo luego de la pretensión fallida de destruirlo y edificar una arena de usos múltiples.

La propuesta llama a establecer un Centro de Herencia Chino-Americano, un Museo de la Revolución Mexicana y un Centro de Salud de Duranguito. El tema de la agenda, que fue publicado por el comisionado David Stout, no incluye detalles sobre la financiación o un plan de restauración detallado.

Y es que luego de la resolución emitida por el Concejo municipal el pasado 3 de enero, en el que desechan el proyecto de demolición y promocionan buscar un nuevo sitio para continuar el tan sonado proyecto, organizaciones promotoras de la conservación de edificios históricos se han sumado a su conservación.

“El plan exige que el Condado ayude a crear un entorno único de uso mixto con la provisión de estándares y pautas diseñadas para fomentar la preservación de la arquitectura de edificios existentes”, externaron dirigentes de la organización sin fines de lucro. 

Según Antonia ‘Toñita’ Morales, la pretensión de la agrupación Paso del Sur, es trabajar por los derechos de los vecinos y trabajadores de los barrios de El Paso contra el desplazamiento, la demolición y el borrado de la historia.

“Me parece muy bien este proyecto porque eso dará una nueva imagen al barrio”, dijo la mujer que desde un inicio se mantuvo en pie de lucha para salvar su barrio en el que tiene residiendo más de 50 años.

Ella, al igual que el resto de los defensores que exigían cancelar el proyecto del multicitado proyecto que costó millones de dólares a los contribuyentes y promovido por la Ciudad durante la administración de Dee Margo, dijo sentirse contenta de que la pesadilla quedara atrás.

“No destruir sino mejorar, eso es lo que nosotros siempre hemos pedido”, dijo la originaria de Columbus, Nuevo México, al enfatizar que desde su llegada al sector siempre se preocupó por que el vecindario luciera impecable.

Comentó que la tarea ahora debe ser la de embellecer los edificios existentes, promover el turismo, la cultura y el comercio, “pero eso sí, sin tirar nada”, recalcó.

David Romo, quien junto con la doctora Yolanda Leyva fundó en 2011 el Museo Urbano en South El Paso, es uno de los promotores de la iniciativa que busca dar vida al sector. 

“Justicia patrimonial significa que cada comunidad tiene derecho a recordar y honrar su historia”, dijo el historiador en ese entonces y quien ahora retoma con más fuerza proyectos que fortalezcan la historia, la identidad y el orgullo de la comunidad por su ciudad.

Desde 2017, fecha en que se anunció la construcción del controvertido centro cultural y de artes escénicas de usos múltiples del Centro de la ciudad, residentes y simpatizantes de Duranguito han discutido diversas alternativas para la restauración que hoy parece ser ya una realidad.

Max Grossman, catedrático de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), ha sido también uno de los hombres que se han mantenido activos en los esfuerzos de preservación histórica. Ha sostenido que el sitio y los edificios situados en el lugar tienen valor histórico y deben ser preservados.

Desde su fundación, en 1881, el barrio mexicano, considerado uno de los más antiguos de la ciudad, de clase trabajadora con pequeños comercios locales, artesanales y espacios comunitarios, se instaló como zona residencial y comercial debido a la temprana construcción del ferrocarril.

A decir de los historiadores, desde su asentamiento, crucial durante la Revolución Mexicana, éste ha sido para muchos inmigrantes su hogar.

Algunos relatos afirman que el nombre del barrio se remonta al siglo XX, algunos argumentan que el área lleva el nombre de la calle Durango y otros creen que se atribuye a los inmigrantes mexicanos que se establecieron allí desde el estado de Durango, de acuerdo al sitio digital Nuestra Historia.

Duranguito fue un lugar importante para la Revolución Mexicana, ya que gracias a la ciudad fronteriza de El Paso, sirvió como sede para que los revolucionarios mexicanos se reunieran y compartieran ideas radicales. 

Francisco (Pancho) Villa y su hermano Hipólito tenían un escondite donde guardaban billetes, monedas y joyas para financiar su revolución, establecen los documentalistas.

Para muchos residentes fronterizos los argumentos para modernizar la zona designada para el desarrollo, dados por las autoridades municipales que amenazaron con demolerlo, siempre estuvieron respaldados por un relato racista y clasista.

Sin embargo, sus defensores externaron que este no era un barrio cualquiera ya que era poseedor de una multiculturalidad imprescindible para entender la riqueza del estado de Texas y la historia de los Estados Unidos.