El Paso

Alimentan vía intravenosa al Héroe de Chihuahua

Mario De Alba permanece hospitalizado en condición delicada

Roberto Carrillo
El Diario de El Paso

domingo, 06 octubre 2019 | 06:00

The New York Times | Estaría internado al menos hasta febrero

El héroe chihuahuense que protegió a su familia con su cuerpo durante el tiroteo del 3 de agosto, sigue su recuperación de forma lenta, pero optimista, a pesar de que a la fecha no puede ingerir alimentos sólidos tras ser transferido de hospital en El Paso.

Mario de Alba dejó la sala de terapia intensiva del University Medical Center (UMC), y fue dado de alta para seguir su recuperación en el Hospital Ltac, donde especialistas supervisan su desarrollo tras las serias lesiones que recibió en el ataque.

“Mi esposo sigue muy mal, tiene muchos problemas que entre otras cosas no le permiten comer y sólo recibe por vía intravenosa lo que necesita para seguir adelante”, dijo Oliva Rodríguez, esposa de De Alba, en conversación con El Diario de El Paso.

Las lesiones que sufrió De Alba se derivan de los impactos de bala que recibió en la espalda cuando protegía con su cuerpo a su esposa y a su hija Erika de 9 años de edad.

Las balas dañaron un riñón y perforaron el intestino del héroe chihuahuense, mientras que la trayectoria destructiva de los proyectiles interesó al diafragma y obligó a que los cirujanos retiraran el bazo de De Alba, lo que hace que los médicos tengan un pronostico reservado sobre su recuperación.

“Mi esposo está consiente, puede platicar y sonríe, sin embargo, nos han dicho que posiblemente será hasta el mes de febrero (del 2020) cuando se le podría dar de alta”, informó Rodríguez.

Mientras la recuperación sigue de forma pausada, la familia De Alba Rodríguez sigue en espera de recibir la Visa U, misma que proporciona el apoyo y tranquilidad a víctimas de actos criminales.

“Aun no tenemos respuesta (de las autoridades), hicimos el trámite con ayuda de diferentes personas pero no hemos recibido esa visa, aunque confiamos en que eso se podrá resolver”, dijo Rodríguez, quien a pesar de la intervención de su esposo también sufre las secuelas de los ataques.

Oliva Rodríguez recibió un impacto de bala en el dedo pulgar de la mano derecha, mismo que le fue reconstruido con cirugía, y en el que se le colocó un clavo para dar firmeza ante la lesión.

La directora de una escuela de Chihuahua, ahora con licencia, también recibió un impacto de bala en el pecho del cual se recupera, y que no le ha impedido tratar de salir de los problemas que enfrenta junto a su familia.

A pesar de su situación, la familia De Anda decidió inscribir a su hija Erika en una escuela primaria de la zona noreste de la ciudad, motivo por el que decidieron rentar una casa en dicha zona, muy a pesar de lo limitado que resultan sus recursos en la actualidad.

Mientras se estudia la forma en que se distribuirán los fondos recaudados para apoyo a las víctimas, mismos que se espera lleguen a manos de los afectados el mes de diciembre, las secuelas de la tragedia siguen siendo factor de peso en el día a día de los chihuahuenses.

El ataque que dejó 22 muertos y decenas de heridos marcó la vida de la familia mexicana, quienes se refugiaron es las instalaciones de un banco al interior de la tienda WalMart de Cielo Vista.

Al escuchar los primeros disparos Mario de Alba no dudó un solo instante en proteger a su familia, después de haber pagado las compras que realizaron en la tienda de autoservicio.

Al cubrir con su cuerpo, y servir de escudo humano a su esposa y a su hija, Mario cumplió el objetivo de salvarle la vida a su familia más cercana, pero su recuperación sigue siendo lenta y con una fecha tentativa para ser dado de alta hasta dentro de 4 meses. rcarrillo@diariousa.com

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