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El Paso

Alcanza Bezos el borde del espacio

Fundador de Amazon despega y regresa a su improbable puerto espacial en Van Horn, Texas

Kenneth Chang/The New York Times

miércoles, 21 julio 2021 | 06:00

Associated Press

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Van Horn, Texas— Jeff Bezos, el ser humano más rico del mundo, viajó al espacio el martes. Fue una breve excursión, elevándose más de 65 millas en el cielo sobre el Oeste de Texas, en una nave espacial que fue construida por la compañía de cohetes de Bezos, Blue Origin.

“El mejor día de mi vida”, exclamó Bezos una vez que la cápsula aterrizó cerca del lugar de lanzamiento en el desierto.

El vuelo, aunque no entró en órbita, supuso un hito para la empresa que Bezos, el fundador de Amazon, inició hace más de 20 años: la primera vez que un vehículo Blue Origin transportaba personas al espacio.

El hecho que el propio Bezos viajara sentado en la cápsula refleja su entusiasmo por el esfuerzo y quizás su intención de darle a Blue Origin el enfoque y el espíritu empresarial creativo que convirtió a Amazon en una de las fuerzas económicas más poderosas del planeta. 

Pero la corta duración del viaje también destacó el lento ritmo de progreso de la compañía y lo lejos que está Bezos de capturar una porción significativa de la economía espacial emergente, y mucho menos de cumplir su visión de una enorme cantidad de personas que vivan y trabajen en el espacio.

El martes, sin embargo, el lanzamiento se realizó sin problemas, como estaba previsto.

A las 8:11 am, hora central (7:11 en El Paso), el cohete y la cápsula con forma “regordeta” –llamados New Shepard en honor a Alan Shepard, el primer estadounidense en el espacio–, se elevaron desde el sitio de lanzamiento de la compañía en Van Horn, y un delgado chorro de fuego y residuos del escape emanaban del motor del cohete.

Al fin, todo listo

Durante los últimos seis años, Blue Origin ha realizado 15 pruebas exitosas sin personas a bordo, y los ingenieros consideraron que New Shepard finalmente estaba listo para los pasajeros, incluido su jefe.

Los otros tres pasajeros eran el hermano de Bezos, Mark; Oliver Daemen, un estudiante holandés que fue el primer pasajero de pago de Blue Origin; y Mary Wallace Funk, una piloto que en la década de 1960 formaba parte de un grupo de mujeres que pasaron los mismos rigurosos criterios de selección de astronautas por parte de la NASA pero que, hasta el martes, nunca tuvieron la oportunidad de abordar un cohete.

A los 18 años, Daemen era la persona más joven en ir al espacio. A los 82 años, Funk, que se hace llamar Wally, era la mayor.

“Gracias”, le dijo Funk a Bezos después.

La cápsula se desprendió del cohete a una altitud de aproximadamente 47 millas (75.6 kilómetros). Ambas piezas continuaron ascendiendo hasta las 66.5 millas (107 kilómetros), pasando el límite de 62 millas (99.8 kilómetros) que a menudo se considera el comienzo del espacio exterior.

Bezos y los pasajeros se desabrocharon y flotaron alrededor de la cápsula, experimentando aproximadamente 4 minutos de ingravidez.

El impulsor de aterrizaje vertical es similar al impulsor Falcon 9 reutilizable de la compañía rival de vuelos espaciales SpaceX. Luego, la cápsula descendió bajo paracaídas hasta que se depositó suavemente en una nube de polvo.

Diez minutos y 10 segundos después del lanzamiento, se acabó. Unos minutos después, los cuatro emergieron eufóricos de la cápsula.

Sueño cumplido

El corto viaje del fundador de Amazon fue el final de una etapa de un viaje que comenzó hace ya mucho tiempo.

Bezos, un niño durante la era Apolo de las décadas de 1960 y 1970, dijo en 2014 que “el espacio es algo de lo que he estado enamorado desde que tenía 5 años”.

Pero esa pasión pasó mucho tiempo a un segundo plano en sus primeros proyectos comerciales. Bezos, ahora de 57 años, trabajó por primera vez en Wall Street y luego fundó Amazon en 1994. Seis años después fundó Blue Origin. Pero construir Amazon, su “trabajo diario”, como lo llamó una vez, consumió la gran mayoría de su tiempo, ya que lo transformó en una de las fuerzas minoristas más poderosas y temidas de la historia.

En los últimos años, normalmente pasaba un día a la semana, generalmente los miércoles, centrado en Blue Origin, y en 2017 anunció que vendería mil millones de dólares en acciones de Amazon al año para financiar la empresa espacial.

En 2018, superó a Bill Gates para convertirse en la persona más rica del mundo. Explorar el espacio ocupó el primer lugar en su lista de gastos.

“La única forma que veo para desplegar tanto recurso financiero es convirtiendo mis ganancias de Amazon en viajes espaciales”, dijo, expresando su inversión como una forma de filantropía.

Visiones del espacio

Bezos ha descrito una visión que está influenciada por las propuestas de Gerard K. O’Neill, el físico de Princeton que en la década de 1970 propuso colonias espaciales gigantes en forma de cilindro que en cantidades suficientemente grandes sostendrían a mucha más gente e industria de lo que es posible en la Tierra.

“El Sistema Solar puede soportar fácilmente un billón de seres humanos”, dijo Bezos. “Si tuviéramos un billón de humanos, tendríamos mil Einsteins y mil Mozarts e ilimitados, para todos los propósitos prácticos, recursos y energía solar”.

Por el contrario, Elon Musk, el fundador de SpaceX, se ha centrado en la idea de asentarse en Marte. Llegar a Marte es una tarea más fácil que construir una de las colonias de O’Neill, pero hacer que el frío y sin aire Marte sea hospitalario para la civilización humana sería una empresa enorme.

A corto plazo, la competencia de Blue Origin es Virgin Galactic, la empresa de turismo espacial iniciada por Richard Branson. Cuando Branson hizo un viaje suborbital similar la semana pasada, fue simple resaltar que Branson había vencido a Bezos en su carrera al espacio.

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