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El Paso
domingo, 19 noviembre 2023 | 06:00
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El Paso vive, además de una epidemia de tiroteos y muertes entre adolescentes, su propia versión de una crónica de una muerte anunciada, parafraseando la novela de Gabriel García Márquez, entre personas que no han llegado a los 20 años.
Un adolescente está tras las rejas, acusado de disparar y matar a otros dos adolescentes en una caótica fiesta en una casa en el extremo Este de El Paso en septiembre.
Ángel Ávila, alias “Chino”, de 18 años, está acusado de homicidio capital de varias personas en relación con la muerte a tiros de Julia Worthington, de 14 años, y Eliel Omar Bultron Hernández, de 19, el 17 de septiembre, en la cuadra 12300 de Tierra Inca.
Según documentos judiciales, Ávila y otro adolescente, David “GG” Caldera, de 18 años, habían estado peleando.
Ávila creía que Caldera le disparó en un parque en Socorro el 6 de septiembre.
El 17 de septiembre, Ávila y sus amigos llegaron a la fiesta en una casa en Tierra Inca, que según la Policía era una fiesta posterior de bienvenida celebrada en una propiedad de alquiler a corto plazo. Vio a Caldera adentro y supuestamente le dijo a su amigo que “habría un tiroteo por eso”. Más tarde, el amigo les dijo a los investigadores que sabía que Ávila llevaba un arma y que fueron al auto para agarrar una sudadera con capucha antes de caminar de regreso a la casa, por donde salía Caldera.
Ávila supuestamente abrió fuego contra Caldera y Caldera respondió al fuego. En medio de los disparos, Worthington, Bultron Hernández, Steven Stophel, de 19 años, que trabajaba en la seguridad de la fiesta, y un joven de 16 años resultaron heridos. Ávila y Caldera también resultaron heridos.
Un amigo de Ávila lo llevó al hospital para recibir tratamiento por su herida de bala.
Durante la investigación, el amigo de Ávila habló con los investigadores y los llevó a un lugar en el desierto frente a Gateway East, cerca de Eastlake, donde había un arma enterrada dentro de una bolsa de plástico. Los detectives dicen que el arma no tenía números de serie identificables y se le conoce como “pistola fantasma”.
Según declaraciones juradas ante la Corte, las pruebas de balística confirmaron que los proyectiles que mataron a Worthington y Bultron Hernández, así como los proyectiles que hirieron a Caldera y a los otros dos adolescentes, provenían del arma que fue recuperada del desierto.
Ávila fue arrestado con la ayuda del Grupo de Trabajo Lone Star de los U.S. Marshals el jueves y se encuentra detenido con una fianza de 2 millones de dólares.
Vidas truncadas
Worthington asistía a Pebble Hills High School y Bultron Hernández se graduó de la Options High School, del Distrito Escolar Independiente de Socorro.
“Lamentablemente uno no espera una tragedia de esta magnitud y no estábamos preparados para esto”, afirmó una cuenta de GoFundMe creada por la familia de Bultron, que deletreaba su nombre como Elilomar Bultron.
Bultron fue descrito como un hijo y un hermano mayor maravilloso, afirmó su familia en español.
“Nuestros pensamientos están con las familias y seres queridos durante este momento difícil. El Departamento de Policía de El Paso se mantiene unido en apoyo y solidaridad, ofreciendo condolencias a todos los afectados por este acto de violencia sin sentido”, dijo el departamento en un comunicado.
Epidemia violenta
El tiroteo es parte de una plaga de creciente violencia armada entre adolescentes, muchas de ellas vinculadas a fiestas caseras de menores en los últimos años.
Tres adolescentes han muerto y al menos otros 15 han resultado heridos en tiroteos en fiestas caseras en el Condado de El Paso desde abril.
En un caso, ocho adolescentes resultaron heridos en un tiroteo después de que personas no invitadas llegaran a una fiesta a la que asistieron más de 100 adolescentes el 7 de julio en una casa en Swan Drive cerca de River Bend Drive en el Valle Alto de El Paso. El tiroteo sigue bajo investigación.
newsroom@diariousa.com
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