El Paso

Sin paga por cierre gubernamental

Agentes de la Patrulla Fronteriza y oficiales de Aduana trabajan hasta 16 horas, afirman

 Julián Aguilar / The Texas Tribune

sábado, 19 enero 2019 | 21:11

Jorge Salgado / The Texas Tribune | Los peatones y los automóviles cruzan desde México hacia los EU Jorge Salgado / The Texas Tribune | El tráfico cruza a Texas desde México en el puerto de entrada Paso del Norte cerca del Centro de El Paso

E

l cierre gubernamental entra en su quinta semana y debido a que el martes los demócratas de Washington y el presidente Donald Trump no dieron señales de llegar a un acuerdo sobre cómo dar por terminada esa parálisis, los vehículos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos se vieron patrullando el norte del Rio Grande cerca del Puente Paso del Norte de El Paso.

Más allá, al oeste de la calle Paisano y cruzando la Interestatal 10 desde la Universidad de Texas en El Paso, más camionetas de color verde y blanco se encontraban estacionadas justo al sur del cerco, ya que durante más de una década han estado allí en esta parte de la frontera.

Mientras tanto, la línea de peatones que regresan a El Paso provenientes de Ciudad Juárez se mueve constantemente, y 8 de los 12 carriles para vehículos están abiertos y operando normalmente, a pesar del cierre que ha forzado a los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza y a los agentes de la Patrulla Fronteriza a trabajar sin recibir su salario mientras que Trump sigue exigiendo 5.7 billones de dólares para construir el muro fronterizo antes de firmar una ley de gastos para reabrir el Gobierno, aunque el Congreso sigue resistiendo.

Sin embargo, a pesar de la sensación de normalidad, un agente en funciones del Departamento de Seguridad Interna, quien anteriormente trabajó para la Patrulla Fronteriza y Aduanas y Protección Fronteriza, comentó que los empleados federales que están en la línea frontal de la batalla nacional contra la inmigración están empezando a sentirse agobiados por el cierre gubernamental.

“La moral está definitivamente baja dentro del Departamento y no quiero ni siquiera imaginarme cómo será en el puente”, comentó el agente, quien habló con The Texas Tribune de manera anónima debido a que no está autorizado para hacerles comentarios a los reporteros.

“Estos muchachos siguen trabajando tiempo extra y no están recibiendo su salario. Están trabajando turnos de 16 horas, luego van a casa y se sienten estresados por las facturas de los servicios”.

Esa ansiedad no es una situación aislada en las fronteras del país. Algunos de los aeropuertos más concurridos del país están experimentando largas filas en los puestos de seguridad, debido a que un creciente número de agentes de la Administración de la Seguridad en el Transporte se rehúsan a trabajar sin que les paguen, a los pequeños negocios que contrata el gobierno federal tampoco les están pagando. 

En El Paso, abogados de inmigración cuyos clientes están esperando audiencias en la corte están preocupados por la manera en que la parálisis va a afectar esos casos ahora que las cortes federales de inmigración están cerradas, excepto para los casos relacionados con personas que se encuentran detenidas.

De acuerdo con el Acceso a la Compensación de Récords Transaccionales, o TRAC por sus siglas en inglés, de la Universidad Syracuse, más de 42 mil 700 audiencias de inmigración habían sido canceladas hasta el 11 de enero, incluyendo 5 mil 141 en Texas —que es el tercer total más alto después de California y Nueva York, en donde 9 mil 424 y 5 mil 320 casos han sido cancelados, respectivamente.

Las cancelaciones ocurrieron debido a que el retraso en los casos de inmigración se disparó a 809 mil en noviembre, de acuerdo con la información del TRAC.

Si continúa el cierre del Gobierno hasta finales del mes de enero, según manifiesta el reporte TRAC, Nueva York, Texas y Florida podrían tener más de 10 mil audiencias canceladas.

Eduardo Beckett, abogado de inmigración de El Paso, comentó que el cierre es una buena noticia para sus clientes que enfrentan una posible deportación o el rechazo de su solicitud de asilo.

Aunque agregó, “Es una pesadilla para los que están preparados para irse o aquellos que están ansiosos porque llegue su día de comparecencia ante la corte”.

El lunes no estaba seguro si podría acudir rápidamente a Los Ángeles al final de esta semana para representar a un cliente debido a que hasta este lunes, la audiencia aún no había sido programada.

Otro cliente está en Carolina del Norte y tiene una audiencia de inmigración programada en Texas al final del mes, pero, al igual que la audiencia en California, será cancelada si continúa la parálisis gubernamental.

Después que Beckett ayudó a los dos inmigrantes para depositar una fianza y presentar su solicitud de asilo, le dijeron que tendrían que contratar a otro abogado fuera de Texas pero él les dijo que no puede presentar mociones para retirarse de los casos ni cambiar de sede.

Las secretarias siguen aceptando la papelería, aunque el tiempo para esas solicitudes no empezará a contar hasta que el gobierno vuelva a estar operando en su horario normal.

Una llamada que se hizo al Departamento de Justicia de Estados Unidos fue respondida con una grabación que dice “no hay personal que atienda la línea telefónica por un período indefinido”.

Beckett comentó que la ironía es que la administración Trump ha presionado para acelerar las deportaciones y las decisiones de asilo con el fin de solucionar el retraso de los casos que han tomado años en resolverse.

“Me siento mal por los empleados del gobierno, pero creo que esta administración está equivocada al 100 por ciento”, señaló.

El agente del Departamento de Seguridad Interna comentó que los empleados de la Patrulla Fronteriza y Aduanas ya están acostumbrados a trabajar tiempo extra, incluyendo dobles turnos y que eso no terminará durante un cierre del gobierno.

“Cuando uno firma está aceptando básicamente que está dispuesto a trabajar tiempo extra, ya sea que se trate de algo voluntario o si recibe órdenes de hacerlo”, dijo el agente.

Agregó que en su experiencia, no cree que las actuales barreras en la frontera entre Estados Unidos y México estén deteniendo a los que cruzan ilegalmente — y que apoya el esfuerzo que está haciendo el presidente de construir algo que sí lo haga.

“No veo por qué los inmigrantes indocumentados seguirían haciendo lo que hacen actualmente, el conseguir una escalera y pasar al otro lado, descender con una cuerda o introducirse por debajo y destruir el cerco”, dijo.

“No sé qué tipo de cerco está tratando de construir, pero si es uno que va a impedir ese tipo de ingresos al país, entonces lo apoyo totalmente”.

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