Economía mexicana sigue sin recuperarse: Moody's Analytics

Ciudad de México.— En el primer trimestre de este año, la economía de México mostró signos de recuperación, pero no ha recuperado su nivel registrado previo a la pandemia de Covid-19, y se espera que al cierre de este 2022 crezca apenas 1.5 por ciento, estimó Moody's Analytics.

Durante el periodo enero-marzo de 2022, el Producto Interno Bruto (PIB) del País tuvo su segundo avance trimestral, al registrar un crecimiento de 0.88 por ciento respecto al último trimestre de 2021, de acuerdo con la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística (Inegi).

"En el primer trimestre de 2022, la actividad mostró algunos signos de reactivación, pero la economía continuó teniendo un desempeño deficiente", sostuvo en un breve reporte Moody's Analytics.

Señaló que la debilidad de la economía mexicana se ha extendido y el País reportará el segundo crecimiento más pequeño entre las siete economías más grandes de América Latina, precedido sólo por Brasil.

La economía nacional perdió fuerza en la segunda mitad de 2021 después de su recuperación posterior a la recesión de 2020, sobre todo por una inversión baja agravada en los últimos tres años por la reticencia de los inversionistas privados debido a la pérdida de confianza en la formulación de políticas, aseguró.

En el primer trimestre de 2022, la actividad económica de México mostró signos de reactivación con un incremento de 0.9 por ciento y, si no sufre ningún contratiempo, el crecimiento promedio rondará el 1.5 por ciento en 2022, muy por debajo del 5 por ciento registrado en 2021, resaltó.

"Esta tasa de crecimiento es menor pero consistente con nuestra estimación de 1.8 por ciento para el año", indicó.

En su reporte, Moody's Analytics refirió que eventos adversos como la pandemia y el conflicto militar entre Rusia y Ucrania interrumpieron las actividades y sacudieron los mercados.

Sostuvo que la nueva ola de infecciones de Ómicron alcanzó su punto máximo, aunque causó interrupciones mínimas. Además, el conflicto militar Rusia-Ucrania trajo incertidumbre e interrupciones en el suministro de ciertos commodities como crudo y derivados y productos agrícolas. Sin embargo, el impacto en la economía de México fue leve y se limitó a los mercados financieros y los precios del petróleo.