Diario
Economía
lunes, 17 febrero 2020 | 15:54
Estados Unidos— Apple dijo el lunes que estaba reduciendo sus expectativas de ventas debido al coronavirus en China, en una señal de cómo el brote ha afectado a los negocios globales y está listo para cobrar un alto precio.
El fabricante de iPhone, que depende en gran medida de las fábricas y los consumidores chinos, dijo en un comunicado que su suministro de teléfonos inteligentes se vería afectado porque la producción aumentaba más lentamente de lo esperado a medida que China reabría sus fábricas. Apple también dijo que la demanda de sus dispositivos en China se había visto afectada por el brote; cerró todas sus tiendas en el país el mes pasado y la mayoría aún no ha vuelto a abrir.
"El trabajo está comenzando a reanudarse en todo el país, pero estamos experimentando un retorno más lento a las condiciones normales de lo que habíamos anticipado", dijo Apple, una de las compañías públicas más valiosas del mundo.
Apple es uno de los primeros en revelar públicamente lo que probablemente sea un efecto de cadena difícil de China y el virus en el mundo de los negocios. Muchas compañías globales confían en las fábricas en China para fabricar desde calcetines hasta computadoras portátiles. Y los consumidores chinos, que habían montado una ola de creciente riqueza, habían comprado artículos de lujo, iPhones y muchos otros artículos.
Los temores sobre el impacto del coronavirus en la economía global han estado creciendo. La economía japonesa, la tercera más grande después de Estados Unidos y China, cayó un 6,3 por ciento en el último trimestre de 2019, antes del brote, y puede caer en recesión ya que Japón depende de un flujo lucrativo de turistas chinos y exportaciones al enorme mercado de ese país. de los consumidores
El brote de coronavirus también ha afectado a uno de los clientes y proveedores más importantes de Alemania. Fiat Chrysler Automobiles cerró temporalmente una fábrica en Serbia debido a la escasez de piezas chinas. El cierre, aparentemente el primero de un fabricante de automóviles en Europa, se sumó a las preocupaciones de que el coronavirus podría minar el poco crecimiento que el Continente ha podido reunir recientemente.