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jueves, 11 julio 2019 | 06:00
Cleveland— El regreso del Juego de Estrellas a Cleveland encendió el Progressive Field.
Más allá del triunfo de la Liga Americana sobre la Nacional por pizarra de 4-3, las emociones que invadieron el diamante compensaron 22 años de ausencia del Clásico de media temporada en la ciudad estadounidense.
Desde el arranque, la historia de muchos peloteros cambió.
Gary Sánchez, de Yanquis, se convirtió en el primer receptor dominicano en iniciar un All Star al recibir el lanzamiento Justin Verlander.
Por su parte, Charlie Blackmon, de Colorado, salió de la banca para conectar un soberbio cuadrangular por el jardín izquierdo que le daría la primera carrera a la Liga Nacional.
El Ranger Joey Gallo también hizo su parte, cuando tuvo que enfrentarse al relevista Will Smith, de Gigantes, a quien le descifró su bola y, con una fuerza descomunal, se voló la barda para ampliar la ventaja del joven circuito.
Con buen pitcheo de Masahiro Tanaka, de Yanquis, también fue reconocido con la victoria, mientras que la derrota corrió a cargo de Clayton Kershaw, de Dodgers.
El momento más emotivo fue cuando se le rindió homenaje al lanzador de los Indios, Carlos Carrasco, quien recientemente fue diagnosticado con leucemia, y que por su fortaleza, recibió una gran ovación.
La cereza del pastel la puso el pitcher local Shane Bieber, elegido como el MVP de la edición 2019 del Juego de Estrellas por una extraordinaria labor de tres pinches consecutivos en la quinta entrada.
Las Grandes Ligas cerraron con broche de oro su reencuentro con Cleveland, donde nuevamente se impone la Liga Americana.